Imelda Marcos pierde sus cuadros
Filipinas incauta 156 obras de arte de la colección de la viuda del dictador Marcos
Imelda Marcos está acostumbrada a salirse con la suya. A sus 85 años, la viuda del dictador filipino Ferdinand Marcos ha sobrevivido a numerosos periplos judiciales y ha evitado la cárcel pese a las pruebas evidentes de corrupción durante los más de 20 años (1965-1986) en los que su marido estuvo al frente del Gobierno del archipiélago asiático. Pero ahora las autoridades del país han conseguido, aunque sea solo en parte, recuperar en especie algo del dinero que se les arrebató entonces. En el último proceso judicial en su contra, el Gobierno ha logrado una sentencia a su favor que dictamina que 156 obras de arte de la colección privada de Marcos fueron adquiridas con fondos malversados del Estado. Tras la resolución, se han incautado por el momento 15 cuadros de pintores como Van Gogh, Monet o Miguel Ángel, valorados en millones de dólares. También se han confiscado obras de Picasso, Goya y Miró. La cacería no ha hecho más que empezar, ya que las autoridades han recibido el visto bueno para inspeccionar todas y cada una de las numerosas residencias que Imelda Marcos tiene por todo el país. Sin embargo, no está claro que se pueda recuperar toda la colección: los agentes que participan en la operación han explicado que en uno de los registros se encontraron a la viuda llorando y lo único que quedaba en las paredes eran los ganchos que en algún momento sostuvieron algún cuadro. “Hay que actuar rápido antes de que desaparezcan o sean escondidos”, han alertado. El tribunal ha dictado que las pinturas quedarán por el momento a cargo del Banco Central filipino a la espera de que el juicio civil decida quién es su propietario.
La ONG Transparencia Internacional ha calculado que la familia Marcos amasó ilegalmente una fortuna de entre 5.000 y 10.000 millones de dólares durante su “dictadura conyugal”. Imelda Marcos siempre ha negado que lograra su patrimonio de forma ilícita. Como primera dama mandó tanto como su marido y sus lujos y despilfarros fueron sonados. Viajó por numerosos países y adquirió joyas, ropa y arte. Cuando el 25 de febrero de 1986 la pareja se exilió a Hawai tras la Revolución Amarilla en Filipinas, Imelda se dejó 15 abrigos de visón, 508 vestidos y más de un millar de bolsos y pares de zapatos. En una entrevista en 1998 aseguró: “Nací ostentosa. Algún día mi nombre saldrá en el diccionario: imeldífico significará la ostentación y la extravagancia”.
La pareja desvió cientos de millones de dólares de las arcas públicas a cuentas en Suiza, Panamá, Hong Kong, las Antillas o Liechtenstein con una trama infinita de sociedades refugiadas en paraísos fiscales. Gran parte de la fortuna se regularizó después con inversiones en empresas o en el sector inmobiliario y el clan se convirtió en una de las familias más ricas de Filipinas, estatus que conservan hoy. Según la revista Forbes, Imelda Marcos contaba con una fortuna de 5.000 millones de dólares en 2013, la tercera persona más rica del país.
Ya ha ocultado varias piezas adquiridas con fondos malversados del Estado
Tras la muerte de su marido en 1989 y su retorno a Filipinas, la mariposa de acero intentó relanzar su carrera política y paralelamente lidió con numerosos procesos judiciales. Ha salido airosa de la mayoría de ellos, pero no de todos. En 2004 el Gobierno suizo devolvió 658 millones de dólares al tesoro filipino procedentes de cuentas irregulares y en febrero de este año Singapur abonó otros 29. Las autoridades estiman que han recuperado 4.000 millones de dólares de los Marcos, pero aún les queda mucho trabajo por hacer.
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