Australia desarticula una célula terrorista supuestamente vinculada al EI
Según la policía, habían recibido órdenes de los yihadistas para secuestrar y decapitar
La policía de Australia detuvo ayer a 15 personas de origen afgano sospechosas de planear un ataque terrorista en Sidney. Según han informado fuentes de las fuerzas de seguridad, los detenidos habían recibido órdenes del Estado Islámico (EI) para secuestrar y decapitar ciudadanos en Sidney y Brisbane.
El plan de los arrestados, que ya han pasado a disposición judicial, era secuestrar a una persona al azar en el centro de la principal ciudad australiana, decapitarla y filmar la ejecución. El primer ministro, Tony Abbott, confirmó que la operación antiterrorista, en la que han participado 800 agentes, comenzó después de que uno de los detenidos, Omarjan Azari, recibiera una llamada telefónica de un líder del Estado Islámico. Desde algún lugar entre Siria e Irak, el líder habría alentado a Azari a llevar a cabo la acción terrorista.
“Las exhortaciones, bastante directas, venían de un australiano, que aparentemente es un miembro de alto rango dentro del EI, a redes de apoyo en Australia para llevar a cabo matanzas aquí en este país”, aseguró Abbott.
Las autoridades no han confirmado la identidad del líder australiano del Estado Islámico, pero la cadena pública del país, ABC, asegura que se trata de Mohammed Ali Baryalei, un portero de discoteca de 33 años contra el que la policía ya ha hecho pública una orden de arresto.
La operación antiterrorista de ayer no tiene precedentes en Australia. Más de 800 agentes se desplegaron en los barrios del noroeste de Sídney, donde residen la mayoría de personas de origen árabe o provenientes de Asia central.
En Queensland, al norte del país, otros 70 agentes participaron en una redada en los barrios del sur de Brisbane. La semana pasada, dos personas fueron detenidas y acusadas de conexiones con el EI en esta ciudad. La policía arrestó también al hermano del primer australiano que se inmoló en Siria y lo acusó de financiar la organización terrorista Jabhat al Nusra.
Las acciones de las fuerzas de seguridad llegan pocos días después de que Abbott aumentara el nivel de alerta terrorista de medio a alto, lo que implica que un ataque en suelo australiano es probable. Por otro lado, el fiscal general, George Brandis, reveló que “las autoridades judiciales supieron en mayo de este año que un grupo de persones de Sídney estaban como mínimo planeando ataques aleatorios contra ciudadanos en Australia y estaban siendo vigilados”.
En los últimos meses, las autoridades han alertado del número creciente de ciudadanos que intenta abandonar el país para unirse al Estado Islámico en Siria o Irak. Hasta ahora, Australia ha retirado el pasaporte a estos ciudadanos, lo que ha provocado un airado debate público sobre la conveniencia de dejar que personas con intenciones de unirse al EI permanezcan en el país.
Preocupación entre la comunidad musulmana
La comunidad musulmana del barrio de Lakemba, en el oeste de Sídney, mostraba anoche preocupación ante las consecuencias de las redadas policiales. El líder del partido local Hezb al Tahrir, Otman Badar, se dirigió a un grupo de unes 200 personas que había acudido a una convocatoria lanzada a través de Facebook. Badar apuntó que no es casualidad que la operación policial se haya llevado a cabo una semana antes de que el Parlamento debata una nueva ley antiterrorista y pidió al gobierno “que deje de aterrorizar a la comunidad musulmana”.
En la mezquita vecina, Ahmed, de origen egipcio y ciudadano australiano desde hace dos décadas, se encogía de hombros. “Está muy bien que el Gobierno haya detenido a estos terroristas, no queremos a gente mala en nuestra comunidad, musulmanes o no musulmanes”, aseguró, y observó que “este es un país justo que sabe diferenciar entre los buenos y los malos, los australianos somos gente pacífica y quienes no lo sean se pueden ira otra parte”.
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