La Alianza Atlántica alerta del avance ruso en Ucrania
La OTAN considera que mil soldados de Moscú operan dentro del país
Mientras los combates se recrudecen en el este de Ucrania, donde los prorrusos han abierto un tercer frente en la región sur, a las orillas del mar de Azov, se amplifican las acusaciones de una incursión de tropas rusas en el país para apoyar a los separatistas. El presidente ucranio, Petró Poroshenko, denunció este jueves la presencia de fuerzas de Moscú en la provincia rebelde de Donetsk, donde tropas gubernamentales han caído en un cerco en la zona de Amvrosievka. Un general de la OTAN respaldó las acusaciones de Kiev: “Creemos que más de mil soldados rusos están operando dentro de Ucrania”, aseguró en una comparecencia en los cuarteles de la organización en Bélgica. Rusia contestó que sus fuerzas no están cruzando la frontera.
Poroshenko anuló una visita programada a Turquía para la investidura de Recep Tayyip Erdogan como presidente, y pidió una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que el mundo “condene duramente la severa agudización de los acontecimientos en Ucrania”. En Kiev celebró una reunión de urgencia el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa ucranio.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se declaró “alarmado” por las informaciones de la expansión de los combates en Ucrania, que calificó como una “peligrosa escalada” de la crisis que la comunidad internacional “no puede permitir” que continúe, informa Silvia Ayuso. El Consejo de Seguridad convocó una reunión de urgencia sobre Ucrania en la que el jefe de asuntos políticos de la ONU, Jeffrey Feltman, llamó a los países miembros a “redoblar los esfuerzos” para solucionar la crisis. De confirmarse la implicación rusa, “constituiría una contravención directa del derecho internacional y de la Carta de la ONU”, advirtió.
La OTAN confirmó que más de mil soldados rusos están “operando” en territorio ucranio, en lo que la Alianza ha calificado de una “escalada significativa” en la implicación de Moscú en el conflicto, informa Ignacio Fariza. “Están apoyando a los separatistas y luchando con ellos”, subrayó Nico Tak, el general holandés responsable del centro de gestión de crisis que la OTAN tiene en Mons (Bélgica). La información proporcionada se basa en imágenes de satélite que dejan patente el constante traspaso a través de la frontera de unidades y material militar muy sofisticado (sistemas de defensa antiaérea, artillería, tanques y carros blindados), difícil de manejar sin instrucción militar específica.
“Rusia está intentando evitar la derrota de los separatistas y quiere aferrarse a esta zona. La situación es cada vez más seria”, señaló Tak, que añadió que unos 20.000 soldados rusos se encuentran en posiciones cercanas a la frontera con Ucrania.
Denuncias a Moscú por la muerte de 100 soldados
Las denuncias sobre soldados rusos muertos en Ucrania se han acrecentado en los últimos días, después de que se realizaran entierros semisecretos de militares que, según fuentes extraoficiales, combatieron en el país vecino. Dos miembros del Consejo Presidencial para los Derechos Humanos afirmaron que más de 100 soldados rusos han perecido en las provincias orientales de Ucrania. Serguéi Krivenko y Ela Poliakova, del citado Consejo, agregaron que otros tres centenares de rusos habrían resultado heridos hace 15 días cerca de Snézhnoye, en la región de Donetsk, cuando un proyectil impactó un camión lleno de municiones que iba en medio de un convoy militar.
Otro grupo de miembros del Consejo de Derechos Humanos se dispone a transmitir al Comité de Investigaciones de Rusia una petición oficial para que investigue la legalidad de las órdenes que pudieron dar algunos jefes militares rusos en territorio de Ucrania. El Consejo se hace eco así de las denuncias presentadas por los comités de madres de soldados que afirman que sus hijos han sido enviados a combatir al país vecino.
Miembros de ese organismo ya habían pedido que se comprueben los datos de la muerte de nueve soldados de la 18ª Brigada Motorizada en Rostov, ya que se sospechaba que esas muertes ocurrieron en realidad en territorio ucranio. Los defensores de derechos humanos condenaron asimismo los ataques de que fueron víctimas los periodistas que trataron de filmar en las afueras de Pskov el entierro de unos paracaidistas que perecieron en circunstancias misteriosas.
Embajadores de los 28 países miembros de la OTAN —organización de la que Ucrania no es miembro pero con la que mantiene fuertes lazos diplomáticos— han anunciado que se reunirán hoy a petición de Kiev. Mientras, la UE ha comenzado a amenazar a Rusia con ampliar las sanciones económicas en la cumbre europea que se celebrará mañana en Bruselas.
En este contexto de crisis, el Pentágono ha anunciado que EE UU enviará soldados y vehículos a Polonia y los países bálticos para tranquilizar a sus aliados de la OTAN. EE UU ha pedido explicaciones por las incursiones rusas, confirmadas días después de que Kiev anunciara la captura de soldados de Moscú en su territorio.
Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, Rusia ha negado cualquier participación. Andréi Kelin, representante de Moscú en la OSCE, desmintió este jueves que haya militares rusos combatiendo en las provincias rebeldes; en términos similares intervino también Yevgueni Bushmín, que representa en el Senado a Rostov, provincia limítrofe con las de Donetsk y Lugansk. Lo que nadie niega es que nacionalistas rusos se han enrolado en los destacamentos separatistas, como en su tiempo fueron a combatir a Yugoslavia.
Aleksandr Zajarchenko, el primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, comentó en el canal oficialista Rossiya 24 que junto a los separatistas han combatido “muchos rusos, tres o cuatro mil”. “Entre nosotros hay soldados en activo rusos que, en lugar de en la playa, prefieren pasar sus vacaciones aquí, entre sus hermanos que luchan por la libertad”, explicó.
La exitosa contraofensiva lanzada esta semana por los separatistas ha obligado a las fuerzas de Kiev a abandonar varios puntos estratégicos, entre los que destacan la estratégica colina de Saúr-Moguila (277,9 metros de altura, controla el camino hacia Donetsk y Lugansk) y la ciudad de Novoazovsk. Los ucranios han reconocido este jueves la pérdida de esta estratégica localidad —denunciando que está en manos de “las tropas rusas”— que abre el camino de los rebeldes hacia Mariúpol, la segunda ciudad de Donetsk y su principal puerto en el mar de Azov. Ante este avance, el Gobierno de Kiev ha enviado urgentemente refuerzos a Mariúpol, a sólo 45 kilómetros de Novoazovsk. Kiev reconoce la pérdida de otras localidades en las regiones de Starobéshevo y Amvrosievka, más al norte.
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