Hallado muerto el dueño del ferry surcoreano que naufragó en abril

La policía de Corea del Sur ha encontrado este martes el cuerpo de Yoo Byung-eun, el empresario dueño de la naviera del ferry Sewol, que se hundió el pasado 16 de abril y provocó la muerte de casi 300 personas, en su mayoría estudiantes de bachillerato. Yoo, que estaba en busca y captura, huyó poco después de que se produjera el desastre.

La identidad del magnate, de 73 años, encontrado en avanzado estado de descomposición, ha sido confirmada tras diversas pruebas de ADN sobre su cadáver, hallado el pasado 12 de junio en un campo de ciruelos de la localidad de Sucheon (a unos 300 kilómetros al sur de Seúl). "Las muestras de ADN extraídas del cuerpo coinciden exactamente con las de Yoo", ha afirmado Woo Hyung-ho, jefe de la policía de Sucheon, que ha asegurado que "también se ha confirmado la huella de uno de los dedos de la mano derecha. No sabemos todavía si se trata de un suicidio o de un homicidio".

El pasado lunes la policía ya había detenido a Kwon Yoon-ja, la mujer de Yoo, acusada de fraude. También el cuñado — y exembajador de Corea de Sur en República Checa— fue arrestado el pasado viernes porque, según las autoridades, ayudó a Yoo en su fuga.

Los jueces sostienen que el ferry navegaba usando documentos falsos, y acusaban al millonario de haber doblado el número de cabinas infringiendo las más básicas normas de seguridad. Se le acusaba además de malversación de fondos y fraude fiscal. Yoo no poseía oficialmente acciones de la Cheonghaejin Marine, la naviera del barco, aunque la controlaba a través de una red de empresas conectadas con la I-One-I, holding de propiedad de sus hijos.

El empresario y artista —expuso algunas de sus obras hasta en el Louvre de París— encabezaba también una supuesta secta religiosa, también vinculada a su conglomerado empresarial. Era el hombre más buscado de Corea del Sur, donde se ofrecía una recompensa de casi 500.000 dólares (unos 370.000 euros) por su captura. El pasado 11 de junio, durante su búsqueda, la policía realizó una gran redada en las instalaciones de la iglesia que había fundado y detuvo a dos de sus seguidoras por supuestamente haberle ayudado a escapar. Cerca de 4.000 agentes entraron en un complejo de la presunta secta en la localidad de Anseong, al sur de Seúl.

El hundimiento del ferry Sewol, un buque con capacidad para 900 personas que navegaba entre Incheon (al oeste de la capital surcoreana) y la isla de Jeju, desató una ola de rabia en el país asiático, sobre todo tras la difusión de un vídeo que mostraba al capitán, Lee Jun-seok, y a otros miembros de la tripulación abandonado la embarcación mientras los adolescentes, siguiendo las instrucciones que habían recibido, permanecían en sus cabinas. El director de la naviera Chonghaejin, Kim Han-sik, y otros cuatros empleados fueron absueltos de la acusación de negligencia el pasado viernes. "Me doy cuenta de la responsabilidad que tengo como director de una empresa propietaria de un buque cuyo accidente causó centenares de fallecimientos. Pero dudo que fuese mi culpa si el ferry se hundió", declaró Kim a la agencia surcoreana Yonhap.

Este lunes se abrió en la Asamblea Nacional de Corea del Sur una sesión extraordinaria para debatir la creación de un comité específico que investigue la tragedia. Los miembros del partido Saenuri —la formación de gobierno— y los opositores de la Nueva Alianza Política para la Democracia (NAPD) tienen un mes para aprobar la ley que instituiría el organismo, algo que no lograron hacer el pasado 16 de julio, último día útil de la sesión ordinaria. El principal motivo del choque entre las dos formaciones es la propuesta de la NAPD de que el comité tenga el poder de incriminar a los sospechosos. Una posibilidad a la que el partido en el Gobierno se opone.