Detenido un reconocido activista indocumentado en la frontera de EE UU
José Antonio Vargas fue aprehendido en el aeropuerto de McAllen, Texas
José Antonio Vargas, uno de los activistas más reconocidos en la lucha por los derechos de los indocumentados en Estados Unidos, ha sido detenido este martes en el aeropuerto de McAllen, Texas, al intentar tomar un vuelo a Los Ángeles. Horas después, cerca de las cinco de la tarde hora local, el también periodista fue liberado. Vargas alcanzó notoriedad nacional en 2011 después de escribir un ensayo para el diario The New York Times donde contaba la historia de cómo, a pesar de no tener documentos, había trabajado para The Washington Post, donde incluso ganó el premio Pulitzer por un trabajo colectivo.
Después de varias horas detenido en un centro de la Patrulla Fronteriza, Vargas emitió un comunicado sobre su liberación pero no dio detalles respecto a posibles cambios en su estatus migratorio debido al incidente. "He sido puesto en libertad por la Patrulla Fronteriza. Quiero dar las gracias a todos los me han apoyado a mí y a los inmigrantes indocumentados del sur de Texas y en todo el país". El activista había participado en una vigilia de tres días junto a líderes de las organizaciones United We Dream y Minority Affairs Council donde destacaba las historias de niños refugiados centroamericanos que han cruzado la frontera solos y han sido detenidos por el Gobierno.
"Nuestra vida diaria se llena de temor en actos simples, como subirse a un avión para ir a la casa de nuestra familia. Con el Congreso sin actuar sobre la reforma migratoria, y el presidente (Barack) Obama sopesando sus opciones de acción ejecutiva, la cuestión fundamental sigue siendo: ¿Cómo definimos qué es ser un estadounidense?", se preguntaba en el texto.
El activista fundó la organización DefineAmerican, enfocada a cambiar la dinámica y el debate en torno a la población indocumentada en EE UU. Vargas ha alcanzado varios hitos desde entonces. Fue portada de la Revista Time en 2012, testificó ante el Comité Judicial del Senado en 2013 y actualmente se encuentra promoviendo un nuevo documental titulado Documentado, en conjunto con CNN.
Desde que publicó su ensayo, Vargas ha viajado a 43 Estados participando en más de 250 eventos en torno al debate migratorio. Lo ha hecho solo con dos documentos en la mano, un pasaporte filipino sin visa y la Constitución de Estados Unidos. Actualmente no posee ninguna identificación emitida por el gobierno estadounidense, ya que no calificó por su edad para el alivio administrativo otorgado a los jóvenes indocumentados, conocido como DACA.
Los aeropuertos de la frontera de Estados Unidos tienen puestos de control de la Patrulla Fronteriza. Jiménez señaló que no se dieron cuenta de esto hasta que llegaron a Texas. “Yo invité a José Antonio, porque él hizo un documental y le pedí que viniera a ayudarnos con los niños. Él cree que la crisis humanitaria está totalmente politizada. Recién nos dimos cuenta que había puestos de control”, aseguró.
Ya en Texas Vargas tomó la decisión personal de arriesgarse. En lugar de viajar por tierra a un aeropuerto lejano a la frontera, donde probablemente no hubiera tenido problemas, prosiguió con su salida desde McAllen. Antes de pasar por seguridad publicó en su cuenta de Twitter que “no sabía qué le pasaría” y publicó una foto de su pasaporte y la Constitución. En una entrevista con Dallas Morning News difundida el fin de semana, Vargas comentó sobre las razones de su decisión.
“Soy el más privilegiado de los indocumentados en este país y con ese privilegio viene una responsabilidad. La de ligar mi historia específica a la de 11 millones de indocumentados como yo y la de usar todas las herramientas y recursos que tengo para contar sus historias e insistir en que hablemos sobre este tema de una manera justa y humana”, respondió.
El arresto de Vargas sin lugar a dudas traerá nuevamente la atención de los medios a la frontera, donde tan sólo la semana pasada el presidente Barack Obama se reunió con el gobernador de Texas, Rick Perry, y líderes locales para discutir la crisis humanitaria generada por el cruce de miles de niños indocumentados solos. El Gobierno estima que al finalizar este año 90.000 menores habrán atravesado la frontera.
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