Turquía abre la vía a la negociación de la paz con la milicia kurda del PKK
El Gobierno turco ofrece inmunidad a quienes participen en las negociaciones El Gobierno también se compromete a reintegrar a los que dejen las armas. La nueva ley llegaría justo antes de las elecciones presidenciales.
El Gobierno turco ha presentado este jueves ante el Parlamento un proyecto de ley que daría un marco legal a las actuales negociaciones de paz con la milicia del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo).
La propuesta de ley, requerida por los partidos prokurdos para continuar con las conversaciones, llega en un momento en el que el proceso de paz se encontraba casi paralizado y cuando el país se dirige a sus primeras elecciones presidenciales directas. “[Este texto] constituye una base legal para la contribución al proceso de todas las instituciones del Estado” y va a sentar las bases de “una hoja de ruta más detallada con pasos concretos", según lo ha descrito el viceprimer ministro, Besir Atalay.
De aprobarse, sería el propio Ejecutivo quien llevaría toda la iniciativa en el proceso y designaría directamente a individuos o a instituciones, quienes tendrían inmunidad legal, para que participaran en las negociaciones. El borrador también asegura que el Gobierno tomará las medidas necesarias para reintegrar a los miembros del PKK que dejen las armas y regresen a sus hogares.
El Gobierno se compromete a reintegrar a los que dejen las armas
“Nos aproximamos al punto en el que estos problemas se resuelven, la violencia acaba y la gente deja las armas y regresa desde las montañas a una vida social normal con rehabilitación”, añadió después Atalay, en referencia a las bases del PKK en las montañas Kandil, en el norte de Irak.
El conflicto armado entre el Estado y el PKK se inició en 1984, cuando la milicia se alzó en armas para demandar la independencia de la región mayoritariamente kurda en el sudeste de Turquía. Con el paso del tiempo, el PKK moderó sus demandas y ahora persigue una mayor autonomía y el reconocimiento de toda una serie de derechos sociales y políticos para los kurdos. El PKK está considerado un grupo terrorista por Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos, y en estos 30 años de conflicto han muerto más de 40.000 personas, la mayoría milicianos y población civil, aunque también el Ejército ha sufrido numerosas bajas.
En diciembre de 2012 se supo que el Gobierno, a través de los servicios de Inteligencia, y el líder del PKK, Abdulá Ocalan, que cumple cadena perpetua en prisión, habían iniciado una serie de conversaciones encaminadas a iniciar un proceso de paz entre ambas partes. En marzo del año siguiente el PKK declaró un alto el fuego unilateral y en mayo sus milicianos en suelo turco empezaron a retirarse a Kandil.
Sin embargo, en septiembre el grupo detuvo la retirada y culpó al Gobierno de no estar cumpliendo con su parte de las negociaciones. Desde entonces, el proceso apenas ha avanzado y los partidos prokurdos habían insistido en que era necesario establecer el marco legal para continuar con las negociaciones. El borrador de ley no menciona una de las peticiones clave de los kurdos: que se mejoren las condiciones penitenciarias a Ocalan, recluido en una prisión especial en la isla de Imrali, en el mar de Mármara cerca de Estambul, y a quien se ha sometido a largos periodos de aislamiento.
El proceso de paz y las elecciones presidenciales
Ha sido el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, quien ha querido acelerar la presentación de la ley ante el Parlamento. De esta forma, el borrador de la nueva norma ha sido conocido sólo unos días antes de que el AKP anuncie su candidato, previsiblemente el propio Erdogan, para las elecciones presidenciales previstas para el 10 de agosto.
Ademas, se espera que la Cámara, en la que el AKP tiene mayoría, apruebe la ley antes de las vacaciones parlamentarias, que empiezan el 25 de julio. La coincidencia de todas estas fechas ha hecho pensar a buena parte de la opinión pública que Erdogan y el AKP buscan con esta ley el apoyo de los partidos prokurdos de cara a las elecciones.
La nueva ley llegaría justo antes de las elecciones presidenciales
Por primera vez, serán los ciudadanos quienes elijan directamente a su nuevo presidente. Previsiblemente, el candidato del AKP y el del principal partido de la oposición se repartirán la mayoría de los votos. Pero si ninguno consiguiera más de la mitad de las papeletas, entonces se realizaría una segunda ronda entre ambos. Y sería en esta hipotética segunda ronda cuando Erdogan, si finalmente es candidato, necesitaría del apoyo de los kurdos, que conforman cerca del 20 por cien de la población.
Tras la presentación de la iniciativa legal, representantes de los partidos prokurdos se han dirigido a la prisión de Imrali para discutir la propuesta con el líder histórico del PKK. Uno de los copresidentes del nacionalista Partido de la Paz y la Democracia (BDP), Selahattin Demirtas, aseguró que no quería entrar en este tipo de juego. “La cuestión de la paz no debería ser considerada parte de un premio político ni una pieza de material negociador para el AKP”, dijo Demirtas en una entrevista con el diario turco Hurriyet.
Sin embargo, también es posible que finalmente Erdogan no necesitara de los votos kurdos en su prevista candidatura. Según dos encuestas publicadas este jueves en la prensa local, el actual primer ministro conseguiría entre el 55% y el 56% de los votos en la primera ronda si finalmente optara a la Presidencia.
El AKP, un partido islamista moderado, conservador en lo social y liberal en lo económico, lleva en el poder desde 2002 y actualmente Erdogan cumple su tercera legislatura como primer ministro. En Turquía no existe un límite a las veces que se puede optar a la jefatura de Gobierno, pero la normativa interna del AKP sí prohibe a Erdogan presentarse a este puesto por cuarta vez, lo que ha llevado al primer ministro a considerar la candidatura a presidente.
Turquía se encuentra efectivamente dividida entre quienes apoyan y quienes critican duramente a Erdogan. En los últimos 12 meses ha habido numerosas protestas en su contra y su Gobierno se ha visto involucrado en un escándalo de corrupción desde diciembre de 2013. Pero en los últimos comicios celebrados en Turquía, en los locales del pasado marzo, el AKP obtuvo alrededor del 45 por cien de los votos.
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