Fallece la cuarta víctima del atentado antisemita del Museo Judío de Bruselas
La muerte del trabajador del centro eleva a cuatro las víctimas del atentado
El joven que resultó gravemente herido en el atentado antisemita cometido hace dos semanas en Bruselas falleció este viernes en el hospital, según informó la fiscalía belga. Alexandre Strens, ciudadano belga de 25 años, se ha convertido en la cuarta víctima del tiroteo perpetrado el 24 de mayo en el interior del Museo Judío de Bruselas. Este trabajador, que atendía en la recepción del museo, ingresó en el hospital ya en estado crítico a causa de las heridas que le provocó el atentado.
Con la confirmación de un cuarto fallecimiento, el crimen del museo judío se convierte en uno de los más graves que ha vivido el país desde de la Segunda Guerra Mundial. En los años ochenta, Bélgica sufrió una serie de atentados antisemitas que golpearon fuertemente a esa comunidad. Desde entonces no se había producido un episodio similar.
En esta ocasión, el presunto autor es un francés de 29 años que se encuadra en la categoría de los llamados combatientes extranjeros: ciudadanos ajenos al conflicto sirio que viajan para luchar contra el régimen de Bachar el Asad y, si sobreviven, vuelven radicalizados. Ese extremismo constituye una amenaza para sus países de origen, en muchos casos europeos, por el riesgo de atentados como el de Bruselas.
La ministra del Interior belga, Joëlle Milquet, lamentó el fallecimiento de la cuarta víctima, “al igual que el de las otras tres personas, en un acto terrorista de una barbarie sin nombre”, según un comunicado remitido por su departamento. Una pareja de turistas israelíes y una mujer francesa, voluntaria del museo, murieron en el acto por los disparos del presunto criminal, Mehdi Nemmouche.
El sospechoso, detenido desde el pasado 30 de mayo en Francia, donde fue interceptado a su llegada en autobús desde Bruselas, se niega a ser extraditado a Bélgica, según ha explicado su abogado. Nemmouche niega los cargos, a pesar de que en su equipaje figuraban dos elementos comprometedores: un arma similar a la que aparece en las imágenes posteriores al atentado que divulgó la policía y un vídeo en el que parece reconocer la autoría del atentado. La prensa belga habla también de un vídeo registrado en su teléfono móvil en el que el acusado lamenta no haber podido grabar el tiroteo efectuado en el interior del museo. Mientras se decide sobre su extradición a Bélgica, las autoridades francesas investigan si Nemmouche es la persona descrita por las autoridades belgas.
A raíz de este atentado, los ministros del Interior de la Unión Europea se han comprometido a intensificar las medidas de control sobre los combatientes extranjeros comunitarios. Las estimaciones más conservadoras los cifran en más de 2.000 y no han dejado de aumentar desde el inicio de la guerra en Siria, hace más de tres años.
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