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EE UU analiza si debe investigar al soldado Bergdahl por deserción

Obama defiende el canje del sargento por cinco talibanes de Guantánamo

Marc Bassets
Obama saluda al presidente croata Ivo Josipovic en presencia del mandatario polaco Bronislaw Komorowski.
Obama saluda al presidente croata Ivo Josipovic en presencia del mandatario polaco Bronislaw Komorowski.REUTERS

La liberación del sargento Bowe Bergdahl tras cinco años de cautiverio amenaza con convertirse en un problema para la Administración Obama. A las críticas de la oposición republicana por negociar con terroristas y canjear al soldado norteamericano por cinco talibanes presos en Guantánamo, se añaden ahora las declaraciones de otros soldados que cuestionan el heroísmo de Bergdahl.

El presidente Barack Obama no descartó este martes en Varsovia —primera etapa de su gira europea— la posibilidad de que las autoridades militares investiguen en el futuro la conducta del soldado, acusado en algunos foros de deserción. Pero insistió en que la prioridad ahora es su recuperación.

“Obviamente, no hemos interrogado al sargento Bergdahl”, dijo el presidente de EE UU en una rueda de prensa junto a su homólogo polaco, Bronislaw Komorowski. “Antes de regresar a la vida deberá pasar por un proceso de transición significativo. Ni siquiera se ha reunido aún con su familia”, añadió.

El jefe del Estado Mayor Conjunto, general Martin Dempsey, fue un poco más explícito. En un mensaje colgado en la red social Facebook, Dempsey dijo que Bergdahl, “como cualquier americano, es inocente hasta que se demuestre lo contrario”. “Los líderes de nuestro ejército no miran hacia otro lado si ocurre un acto de mala conducta. Mientras tanto, seguiremos cuidando de él y de su familia”, escribe.

El líder de los ejércitos de EE UU instó en el mensaje a separar “las preguntas sobre la conducta de este soldado en particular” de la obligación por “recuperar a CUALQUIER [en mayúscula] militar en manos de los enemigos”.

La Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes citó ayer al secretario de Defensa, Chuck Hagel, para el 11 de junio por la liberación de Bergdah. El sargento fue liberado el sábado tras una operación en la que medió Catar y que incluyó la liberación de talibanes, enemigos de EE UU en la guerra que empezó en 2001, tras los atentados del 11-S. Las circunstancias de su captura nunca se han aclarado. Los últimos mensajes del soldado a la familia antes de desaparecer evidenciaban su desencanto con la misión.

En las redes sociales y en declaraciones a la prensa, algunos miembros de la unidad donde sirvió Bergdahl han pedido que se le juzgue por desertor. “Bergdahl era un desertor, y soldados de su unidad murieron mientras intentaban encontrarlo”, escribe en la publicación Daily Beast Nathan Bradley Bethea, que dice haber servido en la misma unidad que Bergdahl.

“Todavía no tenemos un retrato completo sobre qué le hizo abandonar su base aquella noche”, dijo un portavoz del Pentágono, John Kirby, a la cadena CNN.

En Varsovia Obama también se vio forzado a defender la entrega a Catar de cinco talibanes. “¿Existe alguna posibilidad de que alguno de ellos intente regresar a actividades que son dañinas para nosotros? Sin duda”, admitió.

Acabar con las guerras, como EE UU intenta hacer ahora con Afganistán, obliga a decisiones moralmente complejas. “Es lo que le ocurrió a George Washington”, dijo el presidente. “Es lo que le ocurrió a Lincoln. Es lo que le ocurrió a FDR [Franklin Delano Roosevelt]”.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).

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