El cartel de Sinaloa sigue abriendo las puertas de la cárcel
Un colaborador de El Chapo huye de una prisión por un sofisticado túnel excavado desde el exterior
Una obra de ingeniería ha permitido escapar de la cárcel de Culiacán, en el norte de México, a tres importantes operadores del cartel de Sinaloa. Los reos huyeron el martes por un túnel de más de medio kilómetro de largo que conectaba directamente con la calle. El agujero de 70 centímetros de ancho, abierto en mitad del penal, estaba oculto tras plantas y flores. Las autoridades han detenido por el momento a nueve trabajadores de la prisión que podrían estar involucrados en los planes de fuga.
Uno de los prófugos está relacionado directamente con Joaquín El Chapo Guzmán, el líder del cartel que fuera detenido en febrero. Se trata de Adelmo Niebla González, conocido como El Memo, un experto en el trasiego de cocaína y marihuana entre México y Estados Unidos. Un tipo importante, un yabudo como se les conocen a los de su rango en la sierra de Sinaloa, el centro del poder de la organización y donde han nacido muchos de ellos. El cartel ha construido en la frontera narcotúneles muy sofisticados, con áreas de descanso, rieles para transportar cargas de droga y líneas telefónicas. Esta vez, con excavadoras y maquinaria pesada, cavaron para liberar a los suyos durante cuatro meses en las inmediaciones de la cárcel hasta topar con uno de los módulos. Parece ser que nadie en la prisión escuchaba el trasiego de una gran obra día y noche bajo sus pies.
Los guardias del penal de Aguaruto se dieron cuenta de que faltaban tres reos en el segundo pase de lista del día, sobre las cuatro de la tarde. Tres reclusos del módulo 8 no habían dado la voz de presente: Niebla González, su compinche Ramón Ruiz Ojeda y el interno Adrián Campos. El jefe de personal de la prisión avisó a la policía y durante una hora estuvieron buscándolos por todo el penal. La alambrada no había sido cortada y los camiones de comida y lavandería habían sido revisados antes de su salida. La primera impresión de los policías es que habían escapado por la puerta principal con el consentimiento de los guardias. Unas horas después dieron con el agujero que conducía al exterior. Un perito lo recorrió hasta desembocar en un canal a las afueras del recinto. La táctica de la evasión había sido descubierta demasiado tarde.
En 2010, por un túnel similar escaparon otros convictos de esta misma prisión. El subsecretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Héctor Manuel Castillo, dijo que el túnel se amplía a medida que se va profundizando y que en él cabe una persona. El funcionario destacó que no se encontró tierra proveniente de las excavaciones, lo que da margen a pensar que podría ser la misma cavidad explorada hace cuatro años.
El Memo había pedido el traslado a esta cárcel. Antes estaba en una de Tamaulipas, un estado mexicano fronterizo con Estados Unidos. Le concedieron el traslado a Sinaloa en diciembre de 2013. De ser cierto que la obra del túnel comenzó hace cuatro meses, Memo habría planeando su huida casi desde que llegó. En la ficha judicial se dice que nació el 30 de enero de 1961, mide 175 centímetros, está casado, sin empleo conocido, pelo entrecano y una cicatriz en el abdomen es una de sus señas más particulares.
La fuga ha desatado una serie de especulaciones con tintes de telenovela. El Chapo tiene un número de hijos y parejas que ni la DEA es capaz de precisar. Eso conlleva malentendidos. Cuando Adelmo Niebla se fugó esta semana, trascendió que lo había hecho el suegro del Chapo. Oficialmente, ese título le corresponde a Inés Coronel, el padre de la última mujer del narcotraficante, Emma Coronel, madre de sus dos hijas gemelas que nacieron en Los Ángeles, California. Las tres estaban con él en el apartamento de Mazatlán, en un bonito edificio con vistas al Pacífico, en el momento de su detención. El caso es que cuando dijeron que se había fugado el suegro no se referían a Coronel, sino a Adelmo. Los guardias de la prisión daban por hecho que el Chapo, aunque casado, mantenía una relación con una de las hijas de este.
El Chapo Guzmán fue quien protagonizó una de las evasiones más llamativas de la historia de México. Joaquín Guzmán Loera había sido detenido en Guatemala en 1993 pero ocho años después escapó de la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande, en Jalisco. Durante los 13 años que estuvo prófugo se aupó a lo más alto del cartel de Sinaloa, a medida que su leyenda crecía. El paradigma de hombre valiente imposible de atrapar por las autoridades funcionó. En Sinaloa cuenta con la venia de parte de la sociedad, que lo ve como un hombre pobre de la sierra que gracias a su pericia se convirtió en uno de los personajes más ricos del mundo, según Forbes.
Adelmo Niebla es uno de esos mandos medios-altos que hacen del cartel la organización más eficaz a la hora de pasar droga al otro lado. Aunque él es de Durango, otra región, continúa la tradición sinaloense de conocer todos los detalles del negocio. Los mismos túneles que le servían para burlar a las autoridades migratorias le han valido para huir de la justicia mexicana. Consta en su expediente carcelario que Adelmo Niebla es analfabeto.
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