Detenido el capitán del ferri hundido y otros dos miembros de la tripulación
La tercera oficial del ferri iba al timón antes del hundimiento Localizan tres cuerpos más dentro del barco, que se suman a los otros 29 cadáveres Hay unas 270 personas desaparecidas
El capitán del ferri que se hundió hace dos días en el suroeste de Corea del Sur y ha dejado hasta el momento una treintena de muertos y alrededor de 270 personas desaparecidas, ha sido detenido en la madrugada de este sábado junto a dos miembros de la tripulación, según ha informado la agencia Yonhap. La Ficalía de Corea del Sur había solicitado una orden de arresto contra ellos por abandonar el barco sin asegurar la puesta a salvo de los pasajeros. Los fiscales creen que tanto el capitán, Lee Jun-seok, de 69 años, como los dos tripulantes violaron la ley al ser evacuados en los primeros momentos del rescate sin atender a la seguridad de la mayoría de los 475 pasajeros. Algunos testimonios de supervivientes afirman que Lee retrasó media hora la evacuación del barco y que fue de los primeros en abandonarlo, lo que desató la rabia entre los parientes de los pasajeros.
El capitán entregó el timón a la tercera oficial poco antes de que el navío se fuera a pique, ha informado este viernes la fiscalía surcoreana, que ha ordenado la detención del máximo responsable del navío y de dos tripulantes. Mientras, los servicios de rescate localizaron a primera hora del sabado tres cuerpos dentro del ferri, sin que todavía hayan sido capaces de recuperarlos, informó la policía marítima. Los cuerpos -que se suman a los otros 29 cadáveres ya encontrados- fueron descubiertos por submarinistas que lograron acceder a la nave del cuarto piso del barco en sus esfuerzos por encontrar a los más de 270 desaparecidos. Conforme pasan las horas, las escasas esperanzas de hallar supervivientes en alguna bolsa de aire se desvanecen.
Los familiares siguen con una mezcla de desesperación e indignación los escasos progresos en las tareas de búsqueda. La mayoría de los viajeros eran estudiantes de un instituto al suroeste de Seúl, en una tragedia que ha conmovido a los surcoreanos. El subdirector del centro en el que estudiaban, que había salido con vida del naufragio, ha aparecido ahorcado este viernes, en lo que aparenta ser un suicidio. Kang Min-gyu, de 52 años, había desaparecido el día anterior. Su cuerpo sin vida ha sido hallado colgado de un árbol fuera del gimnasio en la ciudad portuaria de Jindo donde se concentran los parientes de las víctimas.
Horas antes, el ministerio público había informado de que el capitán había cedido el timón a otra oficial. "Hemos confirmado que el capitán del Sewol le entregó el timón a la tercera oficial antes de que el barco comenzara a hundirse", explicó el fiscal que encabeza la investigación, Park Jae-eok, en una rueda de prensa en la ciudad de Mokpo (400 kilómetros al sur de Seúl y 80 al noroeste de donde se produjo el hundimiento). "Ahora investigamos si el capitán abandonó además la cabina" en el momento del accidente, añadió, en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap.
El testimonio de uno de los timoneles, que se encontraba descansando en el momento del accidente, parece confirmar que el capitán no estaba en el puesto de mando. "No estoy seguro de dónde estaba antes del accidente. Sin embargo, justo después, le vi corriendo de vuelta a la cabina de mando delante de mí", ha explicado Oh Young-seok, desde un hospital en la ciudad de Mokpo.. "Preguntó con calma cuánto se había inclinado el barco, e intentó equilibrarlo", ha descrito.
La tercera oficial, identificada por su apellido Park, es una mujer de 26 años que trabajaba desde hace cuatro meses para Chonghaejin, la naviera del barco accidentado, aunque tenía otros 22 meses de experiencia en un ferri entre Corea del Sur y China, informó el diario local Chosun. Según la ley surcoreana, cualquier transbordador de más de 3.000 toneladas (el Sewol es de 6.825) debe tener al timón a un oficial de al menos primer o segundo rango.
Se cree que el ferri podría haber variado la ruta marcada por el Gobierno, y que además habría realizado un cambio de dirección brusco, en lugar de girar de forma gradual en la zona donde se produjo el incidente. Según los expertos, este violento giro pudo desplazar parte de la carga hacia un lado y finalmente provocar el vuelco del buque, aunque también se maneja la hipótesis de que fue la colisión con una roca lo que provocó el hundimiento.
Tanto la fiscalía como la policía surcoreana investigan las causas del naufragio del buque, de más de seis toneladas de peso, y que transportaba 475 pasajeros a bordo, la mayoría de ellos estudiantes de bachillerato de 16 y 17 años. La tragedia ha conmocionado a la sociedad surcoreana, ya que de momento los datos oficiales contabilizan 179 rescatados con vida, 28 muertos y 268 desaparecidos.
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