Obama recela de que Rusia vaya a cumplir con el acuerdo de Ginebra
El presidente de EE UU se muestra cauteloso sobre el éxito del acuerdo y asegura que su país tiene preparadas nuevas sanciones si Moscú no depone su actitud
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha mostrado cauteloso ante las posibilidades de éxito del acuerdo para tratar de apaciguar la crisis en Ucrania alcanzado horas antes en Ginebra entre los responsables de Exteriores de Rusia, Ucrania, la Unión Europea y su propio país. El mandatario ha defendido la vía diplomática como la única solución viable para resolver el conflicto, pero ha advertido de que Washington tiene preparado un nuevo paquete de sanciones para el caso de que Moscú no cumpla con su parte del pacto.
“A estas alturas no podemos estar seguros de nada”, ha reconocido Obama cuando se le ha preguntado por sus expectativas de que Rusia cumpla con su parte en el desarme de las milicias prorrusas que han tomado varias instalaciones públicas en las principales ciudades de la zona oriental ucrania. “Lo que existe es la perspectiva de que la diplomacia pueda reducir la tensión y que podamos avanzar al que ha sido siempre nuestro objetivo, que es permitir que los ucranios puedan decidir sobre sus propias vidas por sí mismos”. El presidente ha hablado sobre el pacto de Ginebra aprovechando una inesperada rueda de prensa que ha ofrecido para ensalzar el éxito de su reforma sanitaria.
Obama ha rebajado cualquier atisbo de optimismo sobre el futuro de ese acuerdo. “Vamos a esperar, pero dado su comportamiento pasado no creo que podamos contar con ello”, ha señalado. EE UU llegada a la reunión a cuatro bandas de Ginebras con escasas expectativas de éxito, sin embargo, el acuerdo alcanzado tras más de cinco horas de reunión –que pasa por el desarme de los activistas prorrusos y la amnistía por parte de Ucrania de quienes depongan su actitud- ha permitido a Washington reafirmar su apuesta por una solución diplomática para ese país y a Rusia no quedar aislada como la única potencia involucrada en el conflicto que rehúye el diálogo y, sobre todo, retrasar la imposición de nuevas sanciones por parte de Occidente que, hasta este jueves, parecía un hecho ineludible.
Obama, no obstante, ha esgrimido la baza de las sanciones, advirtiendo a Rusia de que EE UU ya tiene listo un nuevo paquete si comprueba, como dice temer, que Moscú no cumple con su parte del trato. “La cuestión es si va a emplear su influencia para seguir desestabilizando, como ha hecho hasta ahora, o para restaurar el orden para que los ucranios puedan celebrar sus elecciones”, ha comentado el presidente. “Vamos a tardar unos días en comprobar si se ciñen a sus palabras”.
EE UU ha coordinado con sus socios europeos la extensión de las sanciones individuales sobre oligarcas afines al presidente ruso, Vladimir Putin, y entidades bancarias que se establecieron en el mes de marzo. Esas medidas de castigo no han tenido, hasta ahora, ningún efecto disuasorio, pero Obama ha defendido su aplicación, aludiendo al impacto que ya han ejercido sobre la economía rusa. “Lo que están haciendo los rusos no es bueno para Rusia ni para su economía que ya está atrapada en el fango y que va a deteriorarse mucho más por estas últimas acciones”, ha asegurado.
Minutos antes de comparecer ante la prensa, Obama había hablado con su homóloga alemana, Angela Merkel, sobre la necesidad de “imponer nuevas medidas sobre Rusia” si no se observa una reducción de la tensión en Ucrania “en un periodo de tiempo corto”. El presidente norteamericano ha informado de que a lo largo de la tarde mantendrá una conversación similar con el primer ministro británico, David Cameron. De momento, las sanciones que vayan a adoptar no van a afectar a los sectores esenciales para la economía rusa ante las reticencias de Europa a atacar ese ámbito, debido a la dependencia energética de Moscú. EE UU, además, prefiere guardarse esa opción para el caso de que se produzca una invasión de Rusia en Ucrania.
El presidente ha rechazado la vía militar para terminar con el caos en Ucrania. Hasta ahora, la Casa Blanca ha rechazado enviar ayuda bélica a Kiev, aduciendo que la medida, ahora mismo, no propiciaría una desaceleración de la tensión en la zona, que es lo que persigue EE UU. En los últimos días, varios halcones republicanos, como el senador John McCain, han insisitido en la necesidad de que Washingto surta de material militar a Ucrania para que pueda atajar la crisis y enfrentarse a las milicias prorrusas. Hasta el momento, EE UU únicamente ha contribuido con asistencia no letal. Esta mismo jueves, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, anunciaba el envío de cascos, generadores eléctricos, aparatos para destilar el agua y esterillas para dormir, que se suman al de lotes de comida que se autorizó hace varias semanas.
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