Detenido en Beirut Marcello Dell’Utri, fundador de Forza Italia con Berlusconi
El político y colaborador de Berlusconi intentaba escapar a una condena por asociación mafiosa
Marcello Dell’Utri es el amigo siciliano de Silvio Berlusconi. Juntos empezaron hace ya medio siglo a ganar dinero, a construir un imperio empresarial, a fundar después Forza Italia, a ostentar un poder casi absoluto durante las dos últimas décadas y también a huir de la justicia. Dell’Utri fue además el gran mediador con la mafia. El hombre que colocó a un sicario de la Cosa Nostra como mozo de cuadras en la mansión de Berlusconi para garantizar la seguridad de la familia y el que, elección tras elección, se encargó de que las urnas en Sicilia contuvieran el debido tributo al jefe. Sus destinos han ido siempre tan parejos que ahora, mientras Berlusconi espera que los jueces decidan cómo debe cumplir su condena por fraude fiscal, Dell’Utri ha sido detenido en un lujoso hotel de Beirut (Líbano) tras ser condenado a siete años de cárcel por asociación mafiosa.
El exsenador Dell’Utri, de 74 años, fue arrestado a las 08.30 de la mañana del sábado en hotel Intercontinental Phoenicia en posesión, según los medios italianos, de una gran cantidad de dinero. Su teléfono celular y una tarjeta de crédito sirvieron a la Interpol para dar con el político solo un día después de que el Tribunal de Apelación de Palermo (Sicilia) emitiera una orden de detención. En las últimas horas se había difundido el rumor —sostenido al parecer por algunas interceptaciones telefónicas— de que el viejo colaborador de Berlusconi se había fugado de Italia antes de que, el próximo martes, el Tribunal Supremo confirmase la condena de siete años de cárcel por asociación mafiosa. Según las últimas noticias, Dell’Utri habría llegado a Beirut procedente de París el pasado 3 de abril.
Según los jueces, Dell’Utri participó en mayo de 1974 en una reunión con distintos representantes de la Cosa Nostra para garantizar la seguridad de Berlusconi y su familia, a resultas de la cual se determinó que el mafioso Vittorio Mangano entrara a trabajar, bajo el disfraz de mozo de cuadras, en la mansión de Arcore. Aquel encuentro, según la sentencia que condenó por primera vez al entonces senador en 2010, sentó las bases del pacto que “ligaría a Berlusconi, Dell’Utri y la Cosa Nostra hasta 1992”. Tras anunciar su detención en el hotel de Beirut, el ministro del Interior, Angelino Alfano, aseguró que ya se están haciendo las gestiones diplomáticas oportunas para que el fugitivo sea repatriado a Italia en las próximas horas.
Se trata de mucho más que la detención de un anciano fugitivo. Es, sobre todo, la caída de un régimen corrupto. Los viejos fundadores de Forza Italia, socios en la construcción de un poder empresarial y político que se retroalimentaba en un círculo vicioso, se encuentran ahora en manos de la justicia. Berlusconi, de 77 años, condenado en firme por fraude fiscal y pendiente de otros procesos por prostitución de menores y compra de parlamentarios y testigos. Dell'Utri, de 74, nada más y nada menos que por asociación mafiosa.
Una época que acaba entre rejas.
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