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Protestas en Venezuela

Maduro despliega militares en Valencia

El Ejército toma el control de barrios de clase media en la tercera ciudad venezolana tras anunciar el presidente “medidas drásticas” contra las protestas

Manifestantes devuelven botes de gas lacrimógeno a la policía durante una protesta contra el Gobierno, el miércoles en Caracas.
Manifestantes devuelven botes de gas lacrimógeno a la policía durante una protesta contra el Gobierno, el miércoles en Caracas.Anadolu Agency (Getty Images)

Varios barrios de clase media de la ciudad de Valencia, capital del Estado de Carabobo y tercera ciudad del país por población, amanecieron militarizados ayer después de que durante la madrugada el presidente Nicolás Maduro —que horas antes había prometido “medidas drásticas” para aplacar las protestas que desde el 12 de febrero sacuden el país— ordenara el allanamiento de viviendas de opositores que participan en los desórdenes.

El miércoles se cumplió el primer mes de la oleada de disturbios en Venezuela, que tuvo su origen en los reclamos del sector estudiantil, pero que rápidamente engarzó en el ánimo insurreccional de una parte de la población opositora que no se muestra dispuesta a esperar al calendario electoral para forzar la salida del Gobierno de Maduro.

Los incidentes más violentos del día fueron en Valencia. En anteriores choques ya habían muerto en esa ciudad dos manifestantes y un integrante de la Guardia Nacional. Entre esos fallecidos se encontraban la exreina de belleza Génesis Carmona y la estudiante Geraldine Moreno, quien agonizó durante dos días luego de recibir a quemarropa una salva de perdigones en el rostro que le causó daños irreparables en el cerebro.

Incluso para los estándares violentos de la ciudad, la del miércoles fue una jornada especialmente sangrienta. Hubo tres muertes por heridas de bala y 15 heridos. Uno de los fallecidos fue el capitán de la Guardia Nacional, Ranzor Bracho, de 36 años, quien fue alcanzado por un disparo en la espalda.

Los otros dos muertos fueron civiles: Jesús Acosta, de 23 años de edad, estudiante de Ingeniería en la vecina Universidad de Carabobo; y Guillermo Sánchez, un entrenador deportivo de 42 años. En ambos casos, los testimonios de presentes en los hechos y de familiares refieren que grupos de motorizados pertenecientes a los “colectivos” paramilitares del oficialismo realizaban operaciones de amedrentamiento en la zona. Luis Acosta, primo de Jesús, declaró al diario Notitarde de Valencia que “los colectivos de manera deliberada dispararon aún sin tener capuchas ni nada”.

Por su parte, Gina Rodríguez, esposa de Guillermo Sánchez, fue tajante en sus declaraciones al entrevistador Fernando del Rincón, de la cadena CNN en español: “Yo te puedo decir que eran aproximadamente 50 o 60 motos que venían disparando, tirando piedras, disparándonos a nosotros, a los edificios; mi esposo tuvo que salir corriendo, se metió entre uno de los edificios y lo agarraron, él les dijo que no estaba haciendo nada, pero se lo llevaron”.

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Pero el gobernador del Estado de Carabobo, Francisco Ameliach —un exoficial del Ejército, colaborador cercano del desaparecido comandante Hugo Chávez— insistió en declaraciones de televisión que todas las muertes habían sido producidas por francotiradores apostados en los edificios adyacentes. Según Ameliach, los francotiradores se preparaban para atacar a una marcha de trabajadores oficialistas del sector automovilístico que se aproximaba a la zona, exigiendo que las empresas internacionales de automóviles que, como Ford y General Motors, mantienen plantas ensambladoras en Valencia, no cesen en sus operaciones. Esas marcas han bajado su producción y avisan de un próximo cierre, por las dificultades de importación de componentes y de acceso a las divisas.Como las autoridades supieron de esos planes, siempre según la versión oficial de Ameliach, desviaron la marcha. Así que los francotiradores, frustrados, habrían optado por disparar a mansalva.

Acogiéndose a la historia de los francotiradores, el presidente Maduro ordenó durante la madrugada del jueves copar las urbanizaciones El Trigal, La Isabelica y Mañongo de la capital carabobeña. El objetivo de los allanamientos sería capturar a los presuntos responsables de las muertes. También, en un intento por complacer a los sectores del chavismo disgustados porque, luego de un mes de desórdenes, los ánimos de protesta de la oposición no parecen menguar de manera espontánea, anunció otras medidas severas, como la intervención “de la fuerza pública en los focos violentos en las próximas horas” y la detención de quienes financien y provean a “los grupos violentos”, según informó desde su cuenta de Twitter la ministra de Comunicación e Información, Delcy Rodríguez.

A última hora de ayer, se conoció que los cuerpos de seguridad habían ocupado decenas de viviendas en esos sectores. Durante el operativo, cerraron calles e impidieron el acceso a la prensa. Se desconoce el número de detenciones que se habían llevado a cabo. Al mediodía del jueves, el Foro Penal Venezolano informaba de que desde la noche anterior se habían registrado 51 nuevos arrestos en todo el país.

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