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Turquía detiene a dos altos cargos de Al Qaeda

En la operación se han arrestado un total de 28 personas en seis provincias del país

Un camión de IHH aparcado ante la sede de la ONG en la ciudad turca de Kilis.
Un camión de IHH aparcado ante la sede de la ONG en la ciudad turca de Kilis.O. KOSE (AFP)

La policía turca detuvo el pasado martes a dos presuntos altos cargos de la red terrorista Al Qaeda en la región, como parte de una operación en la que un total de 28 personas fueron detenidas en seis provincias del país.

Los dos oficiales de Al Qaeda serían Ibrahim S., quien ocuparía el segundo puesto más alto de esta red en Oriente Medio, y Halis B., uno de los jefes del grupo en Turquía, según los ha nombrado el diario Hurriyet.

Otros tres altos cargos de Al Qaeda se habrían dado a la fuga hacia Siria antes de la operación policial, que tuvo lugar en la madrugada del lunes al martes, según ciertas informaciones.

Los detenidos son sospechosos de haber enviado milicianos radicales a Siria a través de Turquía, de participar en el traslado de miembros de Al Qaeda desde Afganistán y Pakistán, de recaudar dinero para esta red y de distribuir armas y otros materiales para su uso en atentados en Siria, Afganistán y Pakistán.

La operación sería el resultado de una investigación policial iniciada hace 15 meses, según se ha filtrado a la prensa local. Este dato la enmarcaría dentro del cambio de actitud el año pasado del Gobierno turco hacia la presencia y movimientos en su territorio de elementos radicales relacionados con la guerra en la vecina Siria.

La supuesta permisividad y, según algunas acusaciones, hasta apoyo a grupos islamistas radicales le valió a Ankara críticas desde actores tan dispares como Estados Unidos y la Unión Europea, el presidente sirio, Bachar el Asad, y grupos kurdos que han declarado su autonomía en el norte de Siria.

Detenido un miembro de una ONG cercana al Gobierno

Entre los detenidos hay también un miembro de la ONG turca Fundación para la Asistencia Humanitaria (IHH, en turco), la mayor organización de este tipo en Turquía y que se ha mostrado muy activa en la entrega de ayuda humanitaria en Siria durante los ya casi tres años de guerra.

IHH confirmó el pasado martes en un comunicado la redada policial y la detención de uno de sus empleados en una de sus oficinas en Kilis, en el sur de Turquía junto a la frontera con Siria, donde la ONG organiza y coordina su asistencia a este país.

Esta organización, considerada cercana al Gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, describió la acción policial como una “sucia artimaña para cambiar la percepción de la gente hacia la asistencia humanitaria”, que supuestamente tendría como objetivo impedir su labor en Siria.

Por su lado, el Gobierno respondió relevando a los jefes de las unidades antiterroristas de la policía en las provincias de Kilis y Van, en el este del país y donde se realizó el grueso de la operación. Además, el viceprimer ministro Bulent Arinc señaló hoy en rueda de prensa que las alegaciones que relacionan a IHH con Al Qaeda son erróneas. “Esta operación (policial) me ha parecido interesante. IHH es una organización legal y sus objetivos son humanitarios”, dijo también Arinc.

Es la segunda vez en las últimas semanas que IHH se ha visto envuelta en la polémica. El pasado 1 de enero, la prensa turca informó de que la policía había detenido en la frontera con Siria un camión de IHH cargado con armas. La ONG negó esas informaciones y aseguró que se trataba de un complot para perjudicarla. El Gobierno también apoyó entonces a IHH e impidió el registro del camión, asegurando que sólo contenía material humanitario destinado a sirios de etnias túrquicas.

Comentaristas en Turquía señalan que estos incidentes podría formar parte del actual conflicto político entre Erdogan y los seguidores del clérigo islámico Fetulá Gulen, quienes querrían así dar publicidad al supuesto envío de armas a grupos rebeldes sirios por parte del Gobierno turco.

La lucha entre ambos sectores salió con fuerza a la luz el pasado 17 de diciembre. Ese día, más de 50 personas cercanas a Erdogan, incluyendo a los hijos de tres ministros y el director de un banco de propiedad pública, fueron detenidas en una operación anticorrupción que se considera lanzada por los gulenistas, que supuestamente ocupan posiciones clave en la policía, la Judicatura y hasta los Servicios de Inteligencia. Desde entonces, el Gobierno ha respondido bloqueando el trabajo de varios fiscales y relevando de sus puestos a más de 1.700 policías en todo el país.

Por otro lado, IHH no es ajena a la controversia y ha sido considerada una organización sospechosa por Estados Unidos, Alemania y, sobre todo, Israel desde que, en mayo de 2010, formara parte de la llamada Flotilla de Gaza, que intentó romper el bloqueo de este territorio y llevar ayuda humanitaria por mar. IHH estaba entonces a cargo del barco Mavi Marmara, que fue asaltado por el ejército israelí y en el que murieron nueve activistas.

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