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Padres y profesores pelean a golpes por las escuelas públicas de Oaxaca

Los profesores que protestaron contra la reforma educativa de Peña Nieto hace un llamado para “recuperar las escuelas” que dejaron durante el conflicto

Los profesores de la escuela Hermanos Flores Magón, a las afueras de la capital de Oaxaca, al sureste del país, dejaron de dar clases a mediados de agosto pasado. Se unieron a la masiva protesta (que reunió a miles de profesores como ellos de todo el país, todos miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE) contra la reforma educativa del presidente mexicano Enrique Peña Nieto, quizá la más intensa movilización que ha enfrentado en su primer año de Gobierno. La CNTE, una escisión disidente del poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación -el mayor de América Latina-, abandonó poco a poco la manifestación y los profesores volvieron a sus escuelas. Pero en la Flores Magón, los padres de familia habían acudido en septiembre a buscarles un reemplazo. La CNTE respondió enfurecida, con un comunicado, que “recuperaría las escuelas”. Los profesores y los padres de familia se han enfrentado a lo largo de esta semana. Hoy la CNTE ha conseguido tomar el control del centro educativo y hay un saldo de dos heridos.

Pero decir que se trata de un enfrentamiento es quizá un eufemismo. Los choques de esta tarde incluyeron cohetones, piedras y palos. Una de las madres de familia, en una entrevista radiofónica minutos antes de los enfrentamientos, dijo que se defendería con “uñas y dientes”. Y no es el único. Los profesores de la CNTE ya habían acudido esta semana a las oficinas de la SNTE (de donde provenían muchos de los maestros que les sustituyeron) y dañaron su sede. Rompieron cristales, destruyeron muebles y quemaron su papelería. En declaraciones al periódico Reforma, Gloria López, portavoz de la SNTE, acusó a los atacantes de robar expedientes, equipo electrónico y cheques de nómina.

Los choques de esta tarde incluyeron cohetones, piedras y palos

Lo que ocurrió en la escuela Hermanos Flores Magón no es un caso aislado en Oaxaca, uno de los principales bastiones de la CNTE gracias a la sección 22: uno de los grupos más poderosos (y belicosos) de la fracción disidente. Las peleas entre padres de familia y profesores se han repetido en al menos un centenar de centros educativos, según reconoció Alfonso Gómez, secretario de Gobierno estatal. Y los enfrentamientos abundan. En la primaria Monte Albán, por ejemplo, derribaron una valla metálica y quemaron pastizales. Los padres también estaban en pie de guerra. Una madre defendía la escuela con un machete.

La protesta de la CNTE se disparó porque, consideraban, que los cambios en la legislación les perjudicaba: el Gobierno mexicano planeaba imponer una evaluación periódica que, si bien no provocaba su despido, sí implicaba que al tercer fallo se les separara de las aulas, por ejemplo. Pese a las manifestaciones (que desquiciaron varias ciudades del país y el tráfico de su caótica capital), la reforma fue aprobada en septiembre. No obstante, hace unas semanas se difundió un documento que aparentemente demostraba que el Gobierno continuaba negociando con la CNTE para cambiar la ley ya aprobada. Las autoridades mexicanas han negado la existencia de estos supuestos acuerdos.

No obstante, la organización Mexicanos Primero calcula que cerca de 23.000 personas en todo el país cobran un salario de profesor de una escuela pública, pero no laboran como tal.

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En la primaria Monte Albán, por ejemplo, derribaron una valla metálica y quemaron pastizales

El conflicto entre los profesores de la CNTE y el SNTE, y los padres de familia, ha perjudicado a los cientos de miles de alumnos que acuden a las escuelas públicas de Oaxaca, que han sufrido los casi cuatro meses de conflicto. El sistema educativo mexicano dedica más del 90% de su presupuesto a pagar sueldos. A la Flores Magón asisten 200 niños de entre seis y 12 años, que son atendidos (hasta ahora) por 14 profesores.

Joaquín Echeverría Lara, líder de la sección 59 del SNTE, pidió al gobernador del Estado, Gabino Cué, que interviniera para evitar actos violentos aún más graves. Por su parte, Rubén Núñez, líder de la sección 22, anunció que en los próximos días la CNTE intentará recuperar 70 escuelas más.

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