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Colombia espera que las FARC renuncien al uso de la violencia

El negociador de Santos, De la Calle, advirtió a la guerrilla de que no hay cabida para atentados

El negociador del Gobierno, De la Calle, este martes en Bogotá.
El negociador del Gobierno, De la Calle, este martes en Bogotá.M. D. (EFE)

Al cumplirse un año del inicio de las negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, insistió en que esta es la oportunidad para terminar con una guerra que ya cumple 50 años e hizo un llamado a los subversivos para que abandonen la violencia.

“Creemos que la oportunidad de terminar el conflicto es aquí y ahora. Los colombianos lo entienden bien. Esperamos que las FARC compartan este anhelo, que estén dispuestos a renunciar definitivamente al uso de la violencia. No hay espacio para el magnicidio ni para el atentado personal. Eso debe quedar claro”, dijo en una intervención televisada desde la casa presidencial.

La advertencia tiene relación con los presuntos planes que tendría esa guerrilla para atentar contra el expresidente Álvaro Uribe, principal opositor del proceso de paz, pero también contra el fiscal general, Eduardo Montealegre, que a su vez es uno de los mayores defensores de este nuevo intento por lograr la paz.

Estos planes fueron divulgados la semana pasada por el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, autorizado por Santos, quien ayer le bajó el tono a la polémica diciendo que eran planes viejos. Ya el presidente del Congreso, Juan Fernando Cristo, había dicho a los medios locales que es necesario que las FARC se pronuncien al respecto. “No tiene ningún sentido continuar en La Habana cuando las FARC piden garantías para la integridad física de ellos y al mismo tiempo están atentando contra la integridad de sus opositores”, dijo el senador liberal.

Durante la intervención televisada, De la Calle insistió en que nunca antes una negociación con la guerrilla había avanzado tanto, en momentos en los que las partes se aprestan a iniciar la discusión sobre el tercer punto de una agenda de seis y que se centra en solucionar el problema de las drogas. A manera de balance, el jefe negociador se refirió positivamente a los acuerdos ya anunciados en el tema agrario y en el de la participación en política. Sobre el primer punto dijo que contienen “una verdadera transformación de la vida y la economía del campo… el corazón del acuerdo es la reafirmación de la dignidad de la familia campesina”.

Con relación al acuerdo sobre participación en política una vez las FARC hayan dejado las armas, volvió a insistir en que representa una “nueva apertura democrática” para Colombia y a renglón seguido enumeró lo que se requiere para lograr dicha apertura. “Cumplir el anhelo de consolidar los derechos de la oposición, tramitar pacíficamente la irrupción de los movimientos sociales, abrir la puerta a nuevos partidos e introducir mayor equidad en la regulación de los mismos, generar una cultura de tolerancia y respeto, brindar seguridad y dignificar el ejercicio de la política, acentuar el pluralismo y combatir los vicios que aún tiene el sistema electoral”, agregó.

En un mensaje muy claro para los colombianos que puedan dudar de que esta negociación tenga éxito, el jefe de la delegación del gobierno instó a imaginarse un país en paz. “Llegó la hora de hacer todos los esfuerzos por la paz”, dijo De la Calle y agregó que el gobierno no está entregando el país a los terroristas “como algunos dicen”, refiriéndose a una frase utilizada con insistencia por el ahora candidato al senado Álvaro Uribe y su movimiento político, el uribismo.

También valoró la participación de la ciudanía que ha hecho llegar sus propuestas a través de mecanismos como una página web dispuesta para tal fin, los foros organizados por la Oficina de las Naciones Unidas en Colombia y la Universidad Nacional, así como reuniones impulsadas por las Comisiones de Paz del Congreso. Solo en la página web se han registrado 17.000 propuestas.

En su balance, el jefe negociador fue enfático en recordarle a las FARC que el gobierno respetará la agenda de seis puntos pactada –desarrollo rural, participación política, fin del conflicto, drogas, víctimas y refrendación–. “Por fuera de los temas acordados, no discutiremos con las FARC. Ellos lo saben bien, al igual que todos los colombianos”.

El siguiente ciclo de negociación, que debía comenzar este lunes, fue aplazado de mutuo acuerdo para iniciar el próximo jueves 28 de noviembre, mientras se “afinan visiones” sobre el tema de las drogas. Las conversaciones se reanudarán además, con un cambio en el equipo negociador del gobierno, ya que Luis Carlos Villegas acaba de posesionarse como nuevo embajador de Colombia en Washington. Aunque Santos no ha dado nombres, sí anticipó que sería una mujer, por lo que se da por hecho que la abogada afro Nigeria Rentería, Alta Consejera para la Equidad de la Mujer, hará parte del grupo de plenipotenciarios del gobierno Santos.

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