El avión que se compró para luchar contra la corrupción

Por una coincidencia del destino, el avión de la Fuerza Nacional usado para trasladar a José Dirceu y José Genoino desde São Paulo y Minas Gerais a Brasilia, había sido comprado por su compañero el hoy gobernador de Rió Grande do Sul, Tarso Genro, una de las figuras más notables del Partido de los Trabajadores (PT), para combatir la corrupción.

Tarso, que había sido presidente del partido cuando estalló el caso del mensalão y que había prometido una renovación del mismo que le impidieron hacer, fue también ministro de Justicia del expresidente Lula da Silva.

Como tal ministro, Tarso adquirió el avión ERJ 145-XR fabricado por la empresa brasileña Embraer, para la Fuerza Nacional de Seguridad, con la finalidad, advirtió en el momento de la compra de “combatir la corrupción”. En él la policía condujo a Brasilia a los condenados.

Justificó entonces el ministro la compra del avión con capacidad para 50 pasajeros con estas palabras: “Ese avión va a dar a la Fuerza Nacional una agilidad para que entre 24 y 48 horas esté a disposición de los gobernadores, en cualquier lugar del país, para combatir los crímenes ambientales y, obviamente, la corrupción”.

Tarso, que estuvo y sigue en el banquillo como candidato de peso a la presidencia de la República, defendió al Supremo Tribunal Federal cuando empezó a condenar a sus compañeros de partido en el proceso del mensalão, alegando, como ha hecho ahora también el expresidente Lula que deben ser acatadas, aunque puedan ser discutidas y criticadas, las sentencias de los jueces del Supremo que no admiten apelación.

La Fuerza Nacional de Seguridad, a la que fue destinado el avión que sirvió para conducir a Brasilia a los dos compañeros de Tarso en dirección de la cárcel, acusados de corrupción activa, fue creada por Lula en 2004 y está formada por la Policia Federal y por las policías estatales.

Hoy, en Brasil, según informa el diario Folha de São Paulo, la Fuerza Nacional cuenta con una flota de 201 aviones y helicópteros dedicados a la seguridad pública y a combatir los crímenes ambientales y de corrupción. De ellos 69 son aviones y 132 helicópteros. Muchos están parados por falta de manutención y a veces son ellos mismos objetos de polémicas porque acaban siendo usados ilegalmente por políticos para sus campañas electorales.

La actual Ministra de Relaciones de Instituciones del gobierno Rousseff, Ideli Salvati (PT), acaba de ser, por ejemplo, citada a la Comisión de Ética de la Presidencia, acusada de haber usado, presuntamente, para sus actividades de partido, uno de esos helicópteros que estaba destinado a urgencias médicas.