Marina Silva se presentará a las presidenciales con el PSB
La justicia electoral le había negado a la ecologista brasileña la aprobación de su nuevo partido
Los líderes del Partido Socialista de Brasil (PSB), el gobernador de Pernambuco Eduardo Campos, y de la Rede Sustentabilidade, Marina Silva, han sellado la tarde de este sábado su alianza para disputar juntos las presidenciales de 2014.
La ecologista Silva estuvo madurando su decisión hasta las cuatro de la madrugada. Aceptó la propuesta de afiliarse al PSB tras haber entendido que es el partido que “más afinidad presenta con sus programas” entre los otros ocho que se habían ofrecido a darle cobijo para que pudiera disputar las elecciones.
Silva no podía concurrir con su formación política, la Rede, porque no fue aprobada como partido al haberle faltado cerca de 50.000 firmas de las necesarias para conseguir el registro. La formación presentó 442.000.
“La Rede Sustentabilidade es el primer partido clandestino creado en la democracia”, comentó con ironía la ecologista, y agradeció al líder socialista Campos el haber querido unirse a la Rede a pesar de que esta no existe aún jurídicamente.
Silva ha dejado saber que ella continúa como portavoz de la Rede y que el PSB les da libertad de volver a militar en dicha formación en el momento en que sea legitimada por la justicia electoral.
“Pensaban que estábamos abatidos”, dijo esta tarde Silva, “pero aquí estamos demostrando que nuestra alianza con el Partido Socialista no es para destruir sino para construir”.
Los partidos del gobierno, que ya habían celebrado el hecho de que Silva no se presentaría a las presidenciales tras haberse quedado sin partido, han sido cogidos por sorpresa. Silva y el PSB se alían para estos comicios con la finalidad, dicen, de “renovar la política tradicional” y trabajar para “un Brasil más eficiente” que escuche más a las voces de la calle que hoy se manifiestan de modo especial a través de las redes sociales. Voces que exigen una democracia con más participación ciudadana y que no se limite a votar cada cuatro años a unos políticos que acaban preocupándose más de acumular privilegios que de trabajar por el bien de toda la sociedad.
Decían también buscar una “tercera vía” alternativa a la clásica polarización entre el Partido de los Trabajadores (PT) y el PSB, así como dar un peso mayor a la defensa del medio ambiente.
Aún no ha sido decidido quién de los dos, Campos o Silva, será cabeza de lista en las presidenciales. Podrá depender de a quién le adjudiquen mayores posibilidades de consenso las encuestas antes de las elecciones. Sin embargo, Silva ya ha anunciado que no tendría inconveniente en ser la vicepresidenta de Campos.
Por el momento, la ecologista, que había abandonado el PT, en el que había militado 30 años, “hoy es una afiliada socialista”. A sus seguidores, que ahora podrán seguirla o no en el partido que ha decidido militar, se les llama los “marineros”.
Es todavía una incógnita cómo esos 20 millones de seguidores de la ecologista podrán interpretar su decisión de no esperar a que su formación política, la Rede de Sustentabilidade, fuera aprobada para disputar las presidenciales, aceptando ser alojada en un partido tradicional.
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