Como en el circo, el debate sobre la independencia de Cataluña nos ofrece cada día imaginativas piruetas argumentales que responden al célebre lema 'más difícil todavía' y provocan entusiastas aplausos y lógicas exclamaciones de admiración de propios y extraños. La última contorsión sirve para demostrarnos la obligada e inevitable permanencia de una Cataluña independiente en la Unión Europea, de otra parte tan lógica para un país que ya era europeísta antes que todos los otros y antes incluso de que se hubiera inventado el europeísmo.
El razonamiento funciona como sigue. Los catalanes deciden o se autodeterminan colectivamente y declaran su independencia de España. Como consecuencia, tal como han aclarado al menos dos comisarios bruselenses y un portavoz del Parlamento Europeo, el nuevo Estado catalán queda fuera del euro y de la Unión Europea. Pero inmediatamente y sin dilación alguna, el Gobierno catalán mantiene la circulación del euro y, a la vez, reivindica los derechos de los catalanes como ciudadanos europeos, condición que nadie puede quitarles.
Con el euro gobernado desde fuera y la ciudadanía europea garantizada por las autoridades españolas desde dentro, alguien podría albergar alguna duda sobre la superioridad de una independencia así concebida respecto al actual autogobierno. Disipémosla inmediatamente. No hagamos caso a este tipo de pensamiento negativo, propio de la política del miedo. En todo caso, queda demostrado que 'todo es posible' y que no hay obstáculos cuando la voluntad y el sentimiento popular acompañan. La intensidad y la extensión del deseo obran prodigios.
No importa si para estar en la UE e incluso permanecer en el Espacio Económico Europeo, como Noruega o Suiza, se requiere la unanimidad y el voto de España, pues con seguir siendo españoles sin que lo sea Cataluña quedamos en paz. Uno de los geniales acróbatas que ha defendido estos argumentos asegura que con acuerdos comerciales bilaterales se conseguirá incluso obtener todas las ventajas del mercado único.
Finalmente, queda el argumento más tumbativo. A la UE y a las grandes empresas no les interesa que Cataluña quede fuera y menos todavía que aparezca un obstáculo arancelario y aduanero entre Francia y España. Estamos a un paso de una colosal conclusión: en Madrid todavía no lo saben y siguen resistiéndose, pero también a los españoles como al resto de los europeos les interesa hasta tal punto entenderse bien con los catalanes que terminarán aceptando la independencia y su pertenencia al euro y a la Unión Europea, aunque sea bajo unas condiciones tan curiosas como las antes mencionadas.
Todo esto ya lo supo ver con notable antelación al sabio Francesc Pujols en su preclara sentencia: llegará un día en que los catalanes lo tendrán todo pagado.
Esta es una operación redonda, que solo tiene ventajas para todos y el único reproche que merece es que no hayamos descubierto antes este camino de rosas que nos espera. Van a respirar en Madrid en cuanto calibren las ventajas de estar sin estar y de independizarse conservando la ciudadanía española. ¡Haberlo dicho antes, hombre! ¡No había para tanto!
Comentarios
Tienen gracia Mas, Holms y cía cuando, ante las declaraciones de las autoridades europeas en el sentido de que Cataluña quedaría fuera de la Europa comunitaria, lo único que dicen es que Catalunya siempre ha sido Europa y siempre lo será....y estos tipos quieren liderar un país, madre mía, les da igual todo, es el caciquismo clásico español llevado al extremo, la España profunda actualmente está en las instituciones catalanas....
Y mientras lloramos las elecciones ajenas, ésto pasa en el resto del mundo: «'Si me encuentran, soy Blanco ... Así que estoy muerto': los sobrevivientes revelan cómo los terroristas ejecutaron a los no-musulmanes - Después de pedir que nombrasen a la madre del Profeta Mahoma DAILY MAIL - Algunos se atrincheraron en almacenes, mientras que otros se escondieron en cajas o incluso se hicieron el muerto. Todos huían de la masacre sangrienta que desarrollaba a su alrededor mientras veían a otros compradores aterrados ser despiadadamente ejecutados después de haber sido señalados como no-musulmanes. Hombres, mujeres y niños fueron alineados y luego acribillados con AK-47 después de no poder nombrar a la madre del profeta Mahoma o recitar pasajes del Corán - una prueba segura de que eran "kafir", o no-creyentes. Otros huyeron y se refugiaron en tiendas, bóvedas bancarias y almacenes, mientras granadas explotaban y disparaban balas a su alrededor. Los afortunados lograron salir salpicados de sangre y aterrorizados, con heridos llevados en carritos de compras.» ¿Cuánto tiempo falta para que nos busquen en casa..?
Si Catalunya queda fuera de la UE -que no del euro- será básicamente porqué el estado no ha querido negociar nada de nada y la independencia se ha producido sin ninguna clase de acuerdo. Esto dejaria temporalmente Catalunya fuera de la UE, pero también dejaria al Reino de España con la papeleta de tenerse que tragar la deuda de 1 billón de euros sin un 23% del PIB. Catalunya naceria fuera de la UE, pero con una deuda de solamente el 30% del PIB.No hace falta ser un genio para darse cuenta de lo que está pasando. Estamos ante una campaña propagandística de primer orden, sin precedentes en la historia reciente de España, en el que todos los medios de comunicación se han convertido en altavoces de la estrategia gubernamental. La consigna hoy es afirmar que Catalunya quedaria fuera de la UE, y todos los altavoces mediáticos y casi todos los partidos dicen exactamente lo mismo. El mismo lenguaje, el mismo mensaje, las mismas fechas... Es una campaña orquestrada que, aunque pretende asustar el personal, a pocos se les escapa que se trata de amenazas. ¡¡Qué diferente de Escocia, donde fue Londres que encargó informes y desminitió el supuesto que Escocia quedaria fuera. Y es que allí la estrategia unionista, a diferencia de aquí, no quiere que el independentismo se relacione con el euroescepticismo galopante.El problema del unionismo, y será por donde acabará sucumbiendo, es su carácter eminentemente identitario y reaccionario Aunque algunos se esfuerzan por crear "terceras vias" (Duran dixit), y en atribuir sus propios defectos al independentismo, la verdad es que carecen de un discurso sólido y estructurado. Creible. Todo se reduce a una cuestión sentimental e identitaria. Solo es necesario diez minutos de conversación para darse cuenta de lo que digo: no hay sustancia en el discurso. Oiga, los antiindependentistas prefieren cualquier cosa antes que la independencia. Cualquiera. Es que ni que tuvieran la inapelable certeza de que Catalunya indepediente seria el mejor pais del mundo, la querrían.
CiU podría haber sido el equivalente español a la CSU bávara con un acuerdo similar al que se alcanzó en su día con UPN (aunque luego fracasara), pero si UPN y CiU representan a la mayoría de los electores de centro-derecha en Catalunya y Navarra, sus ideas habrían tenido que ser tenidas siempre en cuenta por el PP:
Más allá de triples saltos mortales, lo cierto es que a una gran parte de los catalanes les harta la "casta" que nos aflora de vez en cuando. Les chirrían los oídos con palabros como "españolizar". Se ríen (con amargura) con el nuevo requiebro de amante patán: "catalanizar". Las cosas se podrían resolver con decisión, mesas redondas, luz y taquígrafos. Pero me temo que ya es tarde. El pájaro ha salido ya de la jaula, y ya no hay apenas redes ni reclamos, ni maíz viejo que sirva.Que conste que desconfío de Mas y de Junqueras; ellos están a lo suyo. Pero no cabe duda que la mayor parte de la pólvora que corre es civil. Ellos han visto en la independencia algo más: la manera de acogotar a una clase política inmovilista y llorona, no sólo la local, sino también la nacional. Si Mas y Junqueras fallan en liderar políticamente, o "traicionan" ese voto dado, no importa: hay plataformas civiles bien arraigadas, estables y muy decididas. Es lógico, por otro lado: un movimiento transversal de este tipo, tan ambicioso, no podría darse sin la sociedad local.Recordemos a Lenin, que era de un terrorífico pragmatismo: " (...) Protestar sin organizarse es tirar el trigo al viento. Organizarse [para actuar], es prepararse para que la simiente de la protesta dé fruto (...)". Esto lo decía menospreciando a los mencheviques, "la izquierda moderada" de la Duma zarista, que protestaba débilmente por los desmanes de la política del zar,esperando "reformar" el régimen. Cosa que, como sabemos, no sucedió. La Revolución lo arrolló todo.Esperemos, que la cosa no llegue a ese punto.
¿Conoceremos ahora a la auténtica Merkel? Pues no sé, pero la línea de su flotación ha subido, por lo que no me extrañaría que sus excesos también lo hagan.
Pues sí, sr. Bassets, la cosa es así, aunque a ud. le pasme. Los que proclaman la absoluta seguridad de que Catalunya quedaría fuera de la UE, del euro, del mercado común y del planeta Tierra todavía no han respuesto a una simple pregunta: ¿por qué? ¿A quién beneficiaría todo eso? No basta con que las leyes o tratados permitan o incluso exijan eso, porque ud. mejor que muchos, sr. Bassets (experto en internacional, aunque se dedique a la defensa de la unidad de España más que a otra cosa), sabe que los tratados se "reinterpretan", o simplemente se ignoran, siempre que conviene, la UE la primera. Los estados, y eso incluye a la UE, defienden sus intereses, y si para eso hay que estirar la letra de los tratados, lo hacen sin ningún reparto. ¿No es cierto?En tal caso, quedando claro que los tratados no son un obstáculo insalvable, ¿por qué iba Catalunya a quedar excluida de todo? Eso no interesaría a Catalunya, no interesaría a España, no interesaría a la UE ni a la mayoría, por no decir ninguno, de los estados que la forman. Tampoco interesaría a las empresas españolas, catalanas o multinacionales. Todos estos actores perderían en caso de exclusión de Catalunya. Lo que no quiere decir que no pudieran afrontar esa pérdida, obviamente; nadie ha dicho que Catalunya sea imprescindible (como han querido entender los que tratan de ridiculizar un argumento que no pueden rebatir): lo que se dice es que prescindir de ella es estúpido porque no se gana nada. Entonces, si nadie gana nada excluyendo a Catalunya ¿por qué se hará? Todo un post en su blog, sr. Bassets, dedicado a maravillarse de todo eso que cuenta, y no ha encontrado espacio para explicarnos el porqué.
Pepsi plantea una explicación sencilla y plausible a estas declaraciones por parte de la UE y de España: la intimidación. Tanto a la UE (por deseo de estabilidad) como a España (por mantener la sagrada unidad) quieren evitar la independencia de Catalunya. Para ello, excluidas medidas de fuerza, tienen que convencer a los catalanes de que lo mejor para ellos es no independizarse. Y para eso recurren a exponer las desgracias de una Catalunya independiente, como proclamar la expulsión de Catalunya de la UE y toda una serie de nefastas consecuencias, que además serían inevitables cuál acto divino, como nos intentan convencer de ello el sr. Bassets y El País. En resumen, España y la UE intentan evitar que Catalunya se independice a base de decir que si se independiza tomarán acciones (expulsión, aranceles, etc...) que harán que la Catalunya independiente tenga problemas. Eso es una postura normal, puesto que defiende los intereses de España y de la UE (evitar la independencia) y tiene poco coste (las declaraciones son gratis, y echarse atrás de ellas es fácil). Si funciona, ganan mucho; si no funciona, pierden muy poco.Sin embargo, si a pesar de eso Catalunya se independiza, ¿qué pasa?Empiezo por descartar que si se aplicaran esas medidas punitivas, especialmente por parte de España, Catalunya fuera a repensarse su independencia y aceptar volver al redil español. Francamente, quien crea que hacer la vida imposible a una nación recién independizada es manera de convencerla de volver al estado que le está haciendo la vida imposible es que tiene una mentalidad peligrosa.Por lo tanto, asumamos que si Catalunya se independiza, no habrá vuelta atrás. En tal caso, ¿qué gana España con aplicar esas medidas punitivas? En términos económicos y sociales, nada. Al contrario, pierde, y bastante (aumento de deuda, disminución del comercio, problemas de infraestructuras, conflictividad jurídica...). Catalunya perdería más, sí, pero España perdería, y no poco. La única explicación para ese comportamiento español (perjudicarse a sí misma para perjudicar a Catalunya) es el revanchismo vengativo. Yo quiero creer que los españoles y sus gobernantes no serían tan irracionales para aplicar eso, aunque admito que la posibilidad existe. (Aprovecho para apuntar que son los mismos españoles los que frecuentemente dan por seguro que España aplicará este comportamiento vengavito y autodañino, lo cuál es chocante sobre la opinión que tienen de su propio país y sus ciudadanos). La UE, en cambio, no tiene ningún interés en "vengarse" de Catalunya, y por lo tanto hará estrictamente lo que beneficie a sus intereses. ¿Qué interesa a la UE? Que haya los menos cambios posibles. Lo más estable sería una Catalunya que, aún formalmente fuera de la UE, mantuviera el libre movimiento de personas y mercancías, aplicara las normas de la UE en Catalunya y evitara una crisis del euro en Catalunya (y posiblemente España). ¿Hay algún interés en lo contrario que yo no vea? Espero que el sr. Bassets u otro conocedor del tema nos lo exponga, porque hasta ahora yo no he visto ninguno (bueno, las alusiones a los posibles contagios independentistas, que me parecen de escasísima entidad).Lo mismo se aplicaría a las empresas. Las empresas españolas o europeas que comercian con Catalunya no lo hacen por simpatía sino porque es la mejor opción disponible. Podrían cambiar de proveedor y buscar nuevos clientes, pero eso supone costes. Trasladarse aún es más costoso. Las multinacionales no querrían incurrir en esos costes cuando se pueden evitar. ¿En qué sentido presionarían todas esas empresas? Y vuelvo a decir que no es que para las empresas fueran costes inasumibles, pero, ¿para qué asumirlos si no hay ninguna necesidad?Total, si se aplican esas medidas punitivas, España y la UE pierden X (mucho o poco, pero pierden) y no ganan nada. En cambio, si no se aplican, las pérdidas se minimizan y se gana estabilidad. Lo normal pues es no aplicarlas.En resumen, ANTES de la independencia de Catalunya, para España y la UE interesa decir que la independencia supondría la aplicación de una serie de medidas que pondrían la cosa difícil a Catalunya. Al hacero defienden sus intereses.DESPUÉS de la independencia de Catalunya, ni a España ni a la UE le interesa aplicar esas medidas, porque al hacero irían contra sus intereses.¿Esa explicación no le parece plausible, sr. Bassets? ¿Todo le parecen "malabares", sr. Bassets? ¿De verdad no se le ha ocurrido a ud., sr Bassets? Permítame que le suponga más inteligente y más conocedor de la política internacional de lo que ud. mismo nos quiere hacer creer, y que atribuya su omisión de estas consideraciones a la campaña que ud. y El País están haciendo en favor de la unidad de España, y no a su ignorancia. Tampoco sé si eso es hacerle un favor.
Ayer, pasando por Barcelona, vi la guerra en las calles. Vi las banderas que impúdica y agresivamente una parte de la población ha anarbolado de un año a esta parte. Y pensar que todo empezó por un peaje. En Catalunya se vivía más o menos feliz, y más o menos equilibrado hasta que saltó aquello de "pagamos peajes por cualquier cosa y en el resto de España no pagan".De eso hemos pasado a la guerra larvada. Y algunos quieren convertirla, y la convertirán en real. No hay ni debe haber mayorías indestructibles.¡Por un peaje!
LA DOBLE NACIONALIDAD
ESTO NO ES NINGUNA NOVEDAD EN EL MUNDO, LA INVENTARON LOS SIONISTAS ANTES. O SEA, LA DOBLE NACIONALIDAD LA TIENE TODO JUDÍO “PERDIDO” POR EL MUNDO: LA ISRAELÍ ANTES QUE NADA Y LA DE SU TIERRA NATAL COMO SEGUNDA NACIONALIDAD.
LO QUE EL SEÑOR BASSETS PRETENDE HACERNOS ACEPTAR ES LA IDEA DE MAS Y JUNQUERAS DE QUE TODO CATALÁN TENGA LA NACIONALIDAD ESPAÑOLA COMO SEGUNDA Y LA CATALANA ESTÉ DONDE ESTÉ COMO LA PRINCIPAL. JURÍDICAMENTE HABRÁ QUE VERLO, Y VER SI PRIMERO SERÁ ACEPTADO POR MADRID Y POR LA CONSTITUCIÓN Y LUEGO POR EUROPA.
AHORA BIEN, ¿CUÁNTOS NO CATALANES CONVIVEN EN CATALUNYA? ¿QUÉ NACIONALIDAD LE DAREMOS AL ANDALUZ QUE HA TRABAJADO TODA SU VIDA, SE HA JUBILIADO EN, Y CONTRIBUIDO AL PROGRESO DE, CATALUNYA O, AL GALLEGO NACIDO EN ESTA TIERRA CATALANA? ¿OPTARÁN TAMBIÉN POR ESTA DOBLE NACIONALIDAD? ¿CÓMO TRATAREMOS AL TRABAJADOR JUBILADO DESPUÉS DE CONTRIBUIR 38 AÑOS EN BARCELONA Y QUE HA DECIDIDO VOLVER A SU PUEBLO NATAL EN CASTILLA, EXTREMADURA, O ANDALUCIA, SERÁN RESIDENTES CIUDADANOS EUROPEOS? ¿SE LES CONCEDERÁ LA NACIONALIDAD CATALANA?
COMO ESTOS CASOS, ABERRANTES O TAN LEGÍTIMOS, HABRÁ DECENAS SI NO CENTENARES.
@Fuss.Exactamente. El mundo geopolítico se rige por intereses. No me cabe duda que sí, la independencia de Cataluña choca con algunos intereses. Pero si se hace realidad, esos mismos intereses se adaptaran a las circunstancias.A España no le interesa cometer el mismo error histórico que hizo con Portugal, es decir, darle la espalda a su vecino. Ese atraso ha perjudicado mucho el desarrollo de Extremadura y otros territorios colindantes con el país vecino. Esa falta de coordinación en estructuras y desarrollo se ve en los parajes, en las pequeñas ciudades y un campo olvidado. Ni siquiera fuimos capaces en crear una línea ferroviaria, comercial y de mercancias de alta velocidad entre Oporto y Madrid.Atraso, estupidez e inercia. Los catalanes tienen razón en potenciar el corredor mediterráneo, en la necesidad de estandarizar el ancho de las vías del AVE al nivel europeo ( ¿quien fue el imbécil que diseñó semejante contrasentido?), en conectar toda costa del Levante de forma eficaz con el Magreb. La elite política afincada en Madrid y el mundo empresarial corporativo que prospera alrededor, tienen una visión, que por buscar un símil, sería como la Mesta castellana. Cortoplacista, mientras en Flandes prosperaban la manufactura y los diques. Y esa formula ( vender la lana para comprar luego tapices flamencos a precio de oro) no funcionó. Como tampoco han funcionado las diversas reediciones históricas del "pelotazo" ( i.e.: del oro americano hasta la burbuja inmobiliaria y el desafuero crediticio).Es hora de cambiar el chip, y si no lo hacemos nosotros, quizá lo hagan los catalanes. Lo cierto es que no van a estar esperando eternamente a que espabilemos.
@Lambda, no es que sea hora de cambiar el chip, es que probablemente sea tarde para cambiar el chip y vendérselo a los catalanes. Especialmente cuando ese deseo de cambiar el chip es muy minoritario en España, especialmente el de cambiarlo por un chip que pueda ser aceptable para los catalanes. De momento los partidarios de la sumisión de Catalunya a España están con la táctica del palo: describir las desgracias que sucederían a Catalunya en caso de secesión (algo a lo que se apunta con más entusiasmo que argumentos el sr. Bassets). Pero eso sólo conseguirá asustar a unos pocos catalanes, especialmente cuando la alternativa es el desastre a cámara no tan lenta que Catalunya está sufriendo en España. Y hay pocas o ninguna propuesta de zanahoria (me permitirás que ignore la broma supuestamente federal del PSOE de Granada) que pueda convencer a los soberanistas de que es posible que estén mejor en España que fuera. ¿Tú crees que es posible que España se ponga de acuerdo en un sistema que pueda convencer a los españoles y también a los catalanes soberanistas, esa famosa Tercera Vía que es la última apuesta de los propagandistas del nacionalismo español no del todo de derechas? Yo soy muy escéptico, y cuando la vea, si es el caso, me la creeré.
Lo curioso es que los nacionalistas parece que rechazan más el actual sistema autonómico que el sistema regional existente en 1975. Contra Franco no parecía haber tanto odio como contra Rajoy. La burguesía catalana aceptaba mucho más a Franco que a Rajoy, y se encontraba más cómoda bajo las Cortes franquistas que bajo el Congreso....Sería interesante comprobar en las estadísticas el porcentaje de la población de Catalunya que era catalanoparlante (como lengua materna) en 1975 y el porcentaje del año 2013. Es cierto que si en España, las provincias españolas se hubieran constituido en cantones como los de Suiza y se hubiera difuminado la idea de las distintas regiones o comunidades, habría sido posible también establecer (como sucede en Suiza) cantones con lengua única vehicular, con estudio de una segunda y tercera lenguas (español, inglés, francés, chino ruso...)
@Enrique: Algún intento a la brava hubo en la Iº República. El Cantón de Cartagena, que llegó a tener su propia moneda xDQuizá ahora, que la gente es menos farruca a la hora de tirar de sable y fusil, el cantonalismo podría haber funcionado. Pero es que eso es difícil de entender para nuestra tradición política de todo o nada. De hecho, la Constitución de 1978 es muy ambigua, y dejó la financiación de las autonomías abierta a su modificación (como hemos podido comprobar, siempre se pide y se pide más al Estado central)... cosa que bajo un estado federal es más difícil de cambiar, porque el reparto de competencias está muy claro. De hecho, ya puesto, podríamos proponer un concierto para cada una de las autonomías y que se las apañe cada cual. Sería algo muy similar a lo que hay en EEUU donde cada Estado responde de su hacienda, y después da un porcentaje (el mismo para todos los estados) para mantener la Administración central.Pero no, tenemos el Estado de las Autonomías, que da muchísimas competencias a las comunidades, pero a cambio controla los ingresos fiscales de una forma más centralizada. Una receta perfecta para que las autonomías nunca se responsabilicen del gasto (duplicidades... y gravosísimas maquinarias funcionariales) y constantemente pidan más (porque se salen de presupuesto... y se endeudan).Miren, California estuvo a punto de hacer un default en su momento, pero ha tenido que ajustarse de acuerdo a sus ingresos fiscales, y se mantuvo protegida de los ataques especulativos gracias al paraguas financiero de la FED y la administración central. Ésa es la ventaja de un estado federal: un mercado común (el estadounidense es enorme) y cierto "colchón" financiero, sobre todo por protección y aval crediticio.Ésa y no otra es la receta sensata: no se te rescata "strictu sensu", sino que se te ofrece cierta cobertura contra los "ataques" de los especuladores financieros, y se aleja la posibilidad de la bancarota. California tiene una economía ágil que recuperó enseguida cierto empuje dentro del mercado estadounidense. De haber sucedido su traspiés fuera del marco nacional de EEUU, lo habría pasado mucho, mucho peor.¿Es posible que la deuda catalana fuese valorada de forma distinta fuera del marco nacional español? No lo sé, no soy un experto en estas cuestiones. Pero lo cierto, es que la inestabilidad económica (¿se queda dentro o no del euro?¿Podría sostenerse sin ayuda en los primeros compases convulsos, en las tensiones posteriores al parto, si no logra el euro de entrada?) sería la primera preocupación del naciente estado.Una independencia a la brava, sin pactar, sería inasumible. Y esa es la baza que juega Rajoy, que dilata y espera, esperando ver el cadáver de su enemigo pasar delante de su puerta. De ahí que Mas, percatándose retrase las cosas al 2016, o se desdiga a medias. No queda muy claro si veremos un referéndum en el año 2014. Es más probable que unas elecciones plebiscitarias sirvan para hacer de fusible (¿es la idea de Mas? ¿Las ganaría ERC?) En realidad, es cuestión de saber si la tensión será la misma en dos, tres o cinco años... Sería preferible negociar relajadamente en época de vacas gordas, pero tampoco conviene dilatarse en época de vacas flacas, no demasiado. Es más, en época de vacas flacas, conviene ser decidido, pues la inacción sólo resalta el mal desempeño, no lo bueno que haces. Y mientras, la crisis golpea, rompe y mina todo cuanto hemos conseguido, gracias a una ideología más fuerte que nunca, que sencillamente nunca hablará del poder financiero y la abúlica falta de fuerza de la economía real frente a éste (por falta de alternativas reales que existan como contrapesos establecidos).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).