Bo Xilai lanza un duro ataque contra su antiguo jefe de policía y le llama mentiroso
El exdirigente chino niega que intentara encubrir el asesinato de un británico amigo de la familia por parte de su esposa
Bo Xilai ha lanzado este domingo un feroz ataque contra su antiguo jefe de policía en la municipalidad de Chongqing, Wang Lijun, a quien ha llamado mentiroso y abominable. El exdirigente chino, que está siendo juzgado por aceptación de sobornos, corrupción y abuso de poder, ha afirmado, en un intento de desacreditarle, que el testimonio de Wang en su contra estaba “lleno de mentiras y fraude”, según las transcripciones del proceso en el microblog del tribunal de la ciudad de Jinan (capital de la provincia nororiental de Shandong) en el que está siendo juzgado. Las autoridades han prohibido la entrada de periodistas extranjeros en la sala. Tras la sesión de la mañana, la vista ha sido suspendida y continuará el lunes. El tribunal ha dicho que ha finalizado la presentación de pruebas.
Bo Xilai, de 64 años, era una estrella ascendente de la política china hasta que en marzo del año pasado fue destituido de su cargo como secretario del Partido Comunista Chino (PCCh) en Chongqing, ante las acusaciones de que su esposa, Gu Kailai, había asesinado a un hombre de negocios británico amigo de la familia, Neil Heywood, en noviembre de 2011 por una disputa económica. Bo fue sometido a investigación por corrupción y sospechas de que intentó ocultar el crimen de su mujer. En agosto del año pasado, Gu fue condenada a muerte con suspensión de sentencia por el asesinato. En septiembre, Wang Lijun fue condenado a 15 años de cárcel por ocultar inicialmente la muerte del británico, abuso de poder, aceptar sobornos y otros cargos. Wang ha declarado que dijo a Bo que sospechaba que Gu había envenado a Heywood, ante lo que el exdirigente entró en ira y le propinó un puñetazo en su oreja izquierda.
“Durante su testimonio. Wang Lijun ha continuado mintiendo de forma obvia, lo que dice no tiene ninguna fiabilidad, está lleno de engaños”, ha declarado Bo, quien ha asegurado que no fue un puñetazo sino una bofetada. “Nunca he aprendido a boxear y no tengo gran fuerza física para golpear”. Bo ha insistido que Wang no tiene “credibilidad legal” como testigo.
En febrero del año pasado, Wang huyó al consulado de Estados Unidos en Chengdu (capital de la provincia de Sichuan). Temía ser asesinado por orden de Bo después de haberle comunicado las sospechas sobre Gu y ver que algunos de sus policías colaboradores habían desaparecido. Bo ha negado que intentara encubrir el crimen de su esposa.
Desde que comenzó el juicio el jueves pasado, Bo ha rechazado con decisión la mayoría de las acusaciones; entre ellas, que recibiera 21,8 millones de yuanes (2,67 millones de euros) en sobornos de dos empresarios a través de Gu y el hijo de ambos, Bo Guagua. También ha calificado de “demente” a su esposa después de que esta declarara en su contra y dijera que Bo estaba al corriente del dinero y los regalos recibidos, entre ellos un chalé en Niza.
Sin embargo, Bo admitió el sábado tener parte de responsabilidad sobre la malversación de cinco millones de yuanes (610.000 euros) de fondos públicos de la cual ha sido acusado. Dijo que se los apropió su esposa sin su participación, pero reconoció que no actuó para evitarlo.
La televisión pública china CCTV aseguró el jueves que el juicio duraría dos días. A pesar de la duración de la vista, en un país donde otros juicios importantes han sido despachados en un solo día tras la confesión del acusado, muchos analistas dan por sentado que Bo será encontrado culpable y recibirá una larga pena de cárcel. Consideran que el desenlace ha sido decidido previamente por el partido.
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