“Hay que cambiar en los jóvenes la percepción de ‘papá gobierno dame todo’”

México, un país donde una tercera parte de su población está compuesta por jóvenes -36 millones de mexicanos entre los 12 y 29 años-, estuvo cinco meses para conocer al titular del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), José Manuel Romero Coello, designado por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en mayo. Organizaciones civiles y especialistas en juventud pidieron durante meses a Peña Nieto que encargara el despacho a un funcionario con experiencia en el tema. La demora en el nombramiento supuso una pausa en el trabajo de las políticas de juventud, y acabó con la designación como director del IMJUVE de Romero Coello, un abogado del Estado de Colima de 32 años, que coordinó la campaña presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en esa entidad.

Romero Coello dice que está dispuesto a compensar ese atraso con el diseño y la implementación del Programa Nacional de Juventud. Para ello, el IMJUVE planea consultas en los 32 estados del país para construir un conjunto de políticas públicas para los jóvenes que tendrán que estar listas en abril del próximo año y que serán implementadas en el país en los siguientes cuatro años y medio. “No concebimos que se elabore una política de juventud, sin escuchar, sin tomar en cuenta, pero sobre todo sin poner en práctica lo que los jóvenes estén opinando. A veces se pensaba en la política de juventud como que se hacía de arriba hacia abajo, lo que quiere este Gobierno es preguntarle a los jóvenes qué es lo que quieren”, explica Romero Coello en entrevista con EL PAÍS.

El panorama de la juventud mexicana es complejo. En este país, el 24% de los jóvenes no estudian, ni trabajan, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Más de un millón están en el desempleo y otro tanto igual ha optado por ganarse la vida a través de empleos informales. Unos 4 millones de jóvenes son vulnerables al crimen organizado debido a las carencias que padecen, señala una propuesta de la Ley Federal de la Juventud que se ha elaborado en el Senado mexicano. Romero Coello, quien ha desempeñado cargos públicos en Colima relacionados con la juventud, señala que el Gobierno mexicano debe ofrecer opciones a estos jóvenes pero a la vez hacerlos responsables de su futuro.

“Tenemos que involucrar a los jóvenes y tenemos que ofrecerles otras alternativas, no sólo en el tema de la delincuencia, sino también en el tema de la educación o el empleo. Queremos cambiar un poquito el chip o la percepción de ‘papá gobierno dame todo’, necesitamos también que los jóvenes empiecen a despertar con ese propio espíritu emprendedor. Que los jóvenes en vez de ir a pedir trabajo vayan a ofrecer trabajo”, comenta mientras reconoce que la situación de violencia que viven algunas regiones del país, como el Estado Michoacán, son lamentables.

El camino de Peña Nieto a la presidencia de México fue cuestionado desde su campaña por algunos grupos de jóvenes que encabezaron el movimiento Yo Soy 132. En 2012, estos jóvenes, principalmente universitarios, señalaron el olvido que por años ha mantenido el Gobierno mexicano hacia ellos y especialmente el uso electoral que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) – al que pertenece Peña Nieto- ha dado a los jóvenes. Romero Coello reconoce que no ha tenido un acercamiento con ninguno de los chicos que han encabezado protestas y movilizaciones del Yo Soy 132, pero asegura que sus opiniones son bienvenidas en el IMJUVE, aunque no detalla la posibilidad de un encuentro. “Lo que quiero es que los jóvenes sean considerados como esa gran oportunidad para salir adelante. Y que no se les tome en cuenta para acomodar sillas en los mítines políticos o para repartir volantes, sino también como sujetos de derecho con importancia”, se limita a decir el director del Instituto sobre el movimiento que tambaleó no sólo la campaña del ahora presidente, sino también su futuro político.

Durante las elecciones de 2012, Romero Coello fue coordinador de la campaña del PRI en el Estado de Colima y fue acusado, principalmente en redes sociales, de organizar golpizas contra grupos que se oponían a la candidatura de Peña Nieto. El ahora titular del IMJUVE lo niega y señala que se trata de un “golpeteo político y mediático” en su contra. Muestra a este diario una constancia de la Fiscalía de Colima que lo deslinda de cualquier denuncia. “Soy muy respetuoso de las versiones que se hacen en las redes sociales y en algunas páginas de Internet. Podría decir que siempre he actuado dentro del marco de la ley, no tengo una sola denuncia en ninguna institución, ni tampoco una sola acusación en ninguna organización”, apunta.

El trabajo sobre la juventud en México se ve como una cuesta bastante pronunciada en la que el camino no tiene fin. Romero Coello reconoce que el Estado mexicano ha sido paternalista con los jóvenes y paradójicamente se ha olvidado de ellos en un momento en el que el crecimiento demográfico de este grupo está en ascenso. “La juventud mexicana tiene una gran expectativa en los próximos cinco años, los jóvenes se ven mucho mejor ellos que incluso los índices de desarrollo del propio país. Eso habla de una gran esperanza de los jóvenes, quieren salir adelante”, comenta. El futuro, asegura, ya no dependerá sólo de las políticas públicas que el Gobierno mexicano impulse, sino de la determinación con la que sus jóvenes actúen.