Hallados los cuerpos de tres líderes campesinos en México

Este lunes fueron hallados muertos tres de los ocho dirigentes de la organización campesina Unión Popular desaparecidos el jueves pasado tras una manifestación en la que reclamaban fertilizantes para el campo en el municipio de Iguala, al noreste del Estado mexicano de Guerrero. Se trata de Arturo Hernández Cardona, líder de la Unión Campesina Emiliano Zapata, Ángel Román Ramírez y Rafael Bandera Román. La información ha sido confirmada a este diario por el coordinador del Colectivo contra la Tortura y la Impunidad en el Estado de Guerrero, Ramiro Díaz. La organización, al igual que otras, había recogido la denuncia hecha pública el viernes por los familiares de los líderes campesinos.

Otro de los desaparecidos la semana pasada, Jaime Castrejón, continúa en paradero desconocido. Han regresado ya a su casa Héctor Arroyo, Efraín Amates Luna, Gregorio Dante Cervantes y Nicolás Mendoza Villa. Por ahora no han trascendido más detalles aunque la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero ha informado de que los cuerpos fueron encontrados en completo estado de descomposición en el municipio de Tepecoacuilco de Trujano, sobre la carretera federal México-Acapulco. Los cuerpos han sido trasladados al Servicio Médico Forense de la ciudad de Iguala, donde se han dado cita los familiares de los activistas que supuestamente fueron secuestrados la noche del jueves por un grupo de hombres armados.

La crisis de inseguridad que vive el Estado de Guerrero se agrava una vez que, desde hace varios meses, la violencia y acción por parte del crimen organizado en la región ha aumentado. Los activistas y campesinos han sido acosados por estos grupos criminales a los que se les ha vinculado con algunos gobiernos municipales, según ha reconocido el Gobierno estatal. En algunas zonas del Estado se han creado grupos de autodefensa, altamente armados, que han obligado al Gobierno a desplegar al Ejército mexicano en algunos municipios.

“Trabajaban con campesinos, lo que planteaban era que se había retrasado la entrega de fertilizantes y la asociación decía que hubo un manejo discrecional de los recursos, porque otras organizaciones ya los tenían”, explicaba Raimundo Díaz antes de conocerse el hallazgo de los cuerpos a EL PAÍS. El coordinador del Colectivo contra la Tortura y la Impunidad señaló que el día de la protesta y de su desaparición, dos de los dirigentes fueron vistos discutiendo con un oficial. El diario mexicano Reforma asegura que otros líderes campesinos han señalado al alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, como presunto responsable de la desaparición de los activistas y que también lo acusan de mantener nexos con grupos del crimen organizado.

Según recoge la prensa local, durante el fin de semana, el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, condenó y lamentó la desaparición de los ocho dirigentes y reiteró que su Gobierno “es respetuoso con los derechos humanos, la libertad de expresión, y abierto al diálogo con todas las organizaciones sociales, sin distingo partidista”. Aguirre explicó que fue el pasado viernes cuando se conocieron las primeras noticias de este hecho, al localizar la camioneta en que viajaba Arturo Hernández.

El Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), que se ha solidarizado con el caso repudiando la acción y exigiendo a todos los órganos de Gobierno una “pronta investigación para lograr su localización y presentación de manera íntegra, física y legalmente” tampoco tiene más información sobre el avance de las investigaciones. El presidente del Comité Ejecutivo Estatal en Guerrero, César Núñez Ramos, ha expresado a EL PAÍS su preocupación por este tipo de “violaciones a los derechos humanos”. A través de un comunicado emitido el viernes, MORENA ha exigido “pleno respeto a los derechos humanos de libertad personal, de tránsito, expresión de ideas e integridad física que como ciudadanos les confiere la Constitución Política del país”.