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EE UU importa los encierros de San Fermín y la Tomatina de Buñol

El primer evento con sabor español se celebrará en Virginia el próximo 24 de agosto

Carolina García
Sanfermines, Pamplona, 2009.
Sanfermines, Pamplona, 2009. REUTERS

Nadie puede negar que los encierros de San Fermín son navarros, pero tampoco se puede refutar la inmensa atracción que despierta esta festividad popular a nivel mundial; conseguida en parte por las descripciones que plasmó Ernest Hemingway en su novela The sun also rises (Fiesta), escrita en 1926, o por todos aquellos que, habiendo visitado la ciudad de Pamplona, cuentan las aventuras y desventuras de lo valiente y arriesgado que es correr delante de los toros –aunque muchos de ellos no sean conscientes del peligro-.

Unos encierros en los que un empresario de Boston ha visto una oportunidad de negocio. Rob Dickens ha decidido así importar una de las fiestas más famosas y controvertidas de España a Estados Unidos. Con la misma base, pero con bastantes diferencias de forma y de fondo, la cita, denominada The Great Bull Run, hará su primera parada el próximo 24 de agosto en Petersburg (Virginia).

"Queríamos traer los Sanfermines porque es un evento muy apasionante y divertido y para la mayoría de estadounidenses es muy difícil participar en su versión española. Los billetes de avión son muy caros y casi es imposible encontrar un hotel en Pamplona durante su celebración", explica Dickens por correo electrónico. Este empresario, que se dedica normalmente a organizar carreras de obstáculos por toda la geografía de EE UU, llevará tan pintoresco evento a otras ciudades como Dallas, Chicago, Houston y Atlanta. “En total, estaremos en nueve ciudades”, puntualiza.

Mientras que en Navarra, durante siete días, miles de corredores de todo el mundo participan en los encierros por las estrechas calles de Pamplona hasta la plaza de toros, en EE UU la cita durará una jornada. Bajo el lema Corre.Con.Vive.Toros, The Great Bull Run se dividirá en ocho encierros cada hora, cada uno contará con dos oleadas de toros (seis) que saldrán con una diferencia de 15 segundos. Los toros de más de 500 kilos y procedentes de un rancho de Kentucky perseguirán a los corredores durante 400 metros. "En cada encierro, participarán un máximo de 1.000 personas y esperamos que a cada ciudad acudan unos 8.000 corredores y unos 6.000 espectadores", añade.

"¿Te asusta correr delante de un toro? Tampoco es tan peligroso”, reza la página web oficial de The Great Bull Run; argumento que justifica explicando que en los últimos 102 años de historia de los Sanfermines "solo ha habido 15 muertos". "No buscamos que la gente se lesione, aunque entendemos que puede ocurrir", asegura Dickens. "Es un riesgo que muchos van a asumir porque la gente busca emociones fuertes, están hartos de correr en maratones. The Great Bull Run pretende ofrecer la oportunidad de enfrentarse a un peligro real y experimentar el chute de adrenalina que produce correr delante de un toro", continúa Dickens.

"Además, a diferencia de los animales que participan en Pamplona, normalmente con cuernos afilados, estos los tendrán despuntados y no morirán tras el evento", explica el empresario. No se permitirá correr a aquellas personas que muestren síntomas de embriaguez, "nuestro personal de seguridad les echará". Todos los corredores deberán tener más de 18 años, pero no hay restricciones "ni de género, ni de edad máxima de participación".

Tras los encierros, los espectadores podrán ser parte, al igual que los extenuados corredores, de una guerra de tomates, copia de la Tomatina celebrada en Buñol (Valencia) cada mes de agosto, y que, en esta ocasión, se denominada Tomato Royale. "Queríamos que el evento ofreciera un abanico de posibilidades diferentes también para que aquellos que deciden no correr en los encierros. Por eso hemos incluido esta peculiar batalla de frutas, tan famosa en tu país. Una guerra loca en la que cualquiera con 14 años o más puede intervenir", continúa Dickens.

De momento ya se han inscrito más de 1.000 personas para participar en tan peculiar celebración el próximo agosto en Virginia. Correr en los encierros cuesta unos 55 dólares, un precio que sube a medida que la fecha del evento se aproxima -hasta los 75 dólares-; acudir como espectador vale unos 10 dólares, y participar en la Tomato Royale, de 40 dólares a 50 dólares.

Aunque The Great Bull Run es la primera de su tipo en el país, muchos adictos a la adrenalina en EE UU llevan corriendo delante de los toros desde hace más de 15 años en Estados como California y Arizona. Organizados, mayoritariamente, por agentes de rodeo. "Efectivamente, existen pequeños encierros en una o dos ciudades de EE UU pero sólo se celebran una o dos veces al año. Nuestros eventos van a llegar a más sitios y pretendemos que sea una celebración de más a largo plazo -tienen fechas cerradas desde agosto de 2013 hasta Julio 2014-", concluye Dickens.

Desde los primeros testimonios de Hemingway, quien acudió a Pamplona en varias ocasiones entre 1923 y 1959, numerosos estadounidenses ilustres han disfrutado también de los Sanfermines. Entre ellos, cabe recordar a Joe Disler, conocido como uno de los mejores corredores estadounidenses de encierros que lleva participando en los Sanfermines desde 1967 y colaboró en el documental de 2012 The Runner, a un joven Bill Clinton y al dramaturgo Arthur Miller y su mujer entre otros, según se explica en la página oficial de las fiestas de San Fermín. Una festividad que ahora Dickens pretende acercar a los estadounidenses sin necesidad de cruzar un océano, aunque no está claro si su objetivo es el negocio o su amor por la tradición.

 

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Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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