Nawaz Sharif se perfila como el nuevo primer ministro de Pakistán
El líder de la Liga Musulmana de Pakistán ya dirigió el Gobierno hasta el golpe de Estado de Musarraf, en 1999 El partido del exjugador de críquet Imran Khan se sitúa como segunda fuerza a falta de la mitad del recuento
Nawaz Sharif, líder de la Liga Musulmana de Pakistán (PML) y dos veces primer ministro de ese país, se ha proclamado vencedor en las elecciones de ayer sin esperar a los resultados oficiales. Su triunfo, mayor de lo anunciado por las (poco fiables) encuestas y los medios de comunicación locales, se ha ido perfilando a medida que se iban contando los votos durante la madrugada. Los últimos resultados parciales difundidos por los medios paquistaníes apunta a que puede obtener 130 escaños, muy cerca de la mayoría necesaria para formar Gobierno.
“Felicidades Nawaz Sharif. El pueblo ha elegido. Espero que le sirvas bien”, reconocía en Twitter Aseefa Bhutto-Zardari (@AseefaBZ), la hija de la asesinada Benazir y el actual presidente paquistaní, Asif Ali Zardari, pasada la medianoche del sábado. Otros destacados dirigentes del Partido Popular de Pakistán (PPP), utilizaron la misma vía para felicitar a sus rivales. El PPP es uno de los partidos que ha salido más dañado de los comicios, reducido prácticamente a su feudo en el Sind rural.
Poco antes, un radiante Sharif había anunciado el éxito ante un grupo de militantes, pero aún se mostraba cauteloso con las cifras preliminares de escaños que divulgaban las cadenas de televisión. Los últimos datos aseguran que el PML ha logrado al menos 90 diputados y puede fácilmente alcanzar 130 sobre los 272 en disputa, muy cerca de los 137 necesarios para la mayoría formar Gobierno.
Sus seguidores se echaron a las calles de Lahore, donde radica su cuartel general, e Islamabad celebrando los resultados a toque de claxon y ondear de banderolas con el tigre que simboliza el partido.
Los mismos datos también permitían concluir que no se ha producido el tsunami que anunciaba Imran Khan, la leyenda del críquet nacional convertido en político. Aún así, su Movimiento por la Justicia (PTI) se ha asegurado al menos 34 escaños, lo que le convertiría en la segunda fuerza política por delante del vapuleado PPP al que se atribuyen 32.
“El alcance de la victoria del PML muestra que las televisiones paquistaníes solo han proyectado sus aspiraciones y han fracasado en evaluar las aspiraciones de la gente”, interpretaba el activista de los derechos humanos Ali Dayan Hasan en un tuit.
Sus palabras se hacen eco de la sorpresa e incluso frustración de muchos paquistaníes. No obstante, y a pesar de las graves irregularidades ocurridas en Karachi, las elecciones superaron las expectativas de participación y credibilidad. A diferencia de comicios anteriores, no ha habido denuncias de interferencias por parte de los servicios secretos del Ejército, una novedad en un país que ha estado dirigido por los militares la mitad de sus 66 años de historia. Cuando se constituya el Gobierno, será la primera vez que se lleve a cabo un relevo civil en la dirección del país.
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