“El sarín se utiliza en objetivos que interesa ocupar rápidamente”
El militar recuerda que no hay "confirmación inequívoca” del uso de armas químicas en Siria
“El gas sarín es, en realidad, muy volátil y se puede utilizar para bombardear una posición que se quiere tomar en pocas horas porque se evapora rápidamente”, afirma el comandante René Pita, del Ejército de Tierra.
Pita (Panamá, 1969), doctor en Toxicología por la Universidad Complutense de Madrid, es un experto en armas químicas, sobre las que ha escrito un par de libros, el último Guerra química. Preguntas y respuestas (Editorial Atlantis).
“No hay una confirmación inequívoca” de la utilización por el régimen sirio de armas químicas, señala el comandante. “Son fuentes de inteligencia, con distintos grados de confianza, las que apuntan en esa dirección”, precisa.
Pita, que es también profesor en la Escuela Militar de Defensa, recuerda que “varias fuentes abiertas, empezando por el Centro James Martin para la No Proliferación, indican que Siria posee cuatro instalaciones de producción de agentes neurotóxicos, como sarín, y vesicantes, uno de ellos la iperita, también llamada gas mostaza”.
La afición de Damasco por esas armas se remonta a poco después de la guerra de 1967, cuando buscó herramientas para hacer frente a la superioridad militar israelí.
¿Se ha utilizado el sarín en otras ocasiones? “Es un producto descubierto por la Alemania nazi que Irak empleó, por ejemplo, durante su guerra contra Irán”, responde. “Aunque no me atrevería a dar un porcentaje, es más mortífero que el gas mostaza que, durante la I Guerra Mundial, mató a un 10% de los que lo inhalaron”. “Dejó incapacitados a otros muchos”, añade.
El comandante asegura que solo una “investigación in situ podría establecer fehacientemente la utilización del sarín”. “Mandatado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, un equipo de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas espera en Chipre poder inspeccionar en Siria”, explica. “No lo harán hasta que la ONU se ponga de acuerdo con Damasco sobre las modalidades de esa misión”. Parece improbable que suceda.
Pita ve harto complicada una intervención militar occidental para eliminar el arsenal químico sirio. “No se puede bombardear un almacén de armas químicas porque se podrían provocar escapes que pondrían en riesgo a la población de zonas colindantes”, recalca.
Para conseguirlo hay que “bajar sobre el terreno, asegurar la zona donde se encuentra la fábrica o el almacén y proceder a la destrucción de forma segura”, explica el comandante.
Es una operación que lleva tiempo. “Las armas químicas se destruyen mediante incineración o se neutralizan con otros agentes químicos llamados detoxificantes”, concluye.
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