Identificadas las tres víctimas del atentado de Boston
Son Martin Richard, de ocho años; Krystle Campbell, de 29, y Lu Lingzi, joven de nacionalidad china
Las tres víctimas mortales del atentado terrorista de Boston tienen rostro y nombre. El pequeño Martin Richard, ocho años, que junto a su familia esperaba a unos amigos de su padre a que cruzaran la línea de meta. Cuando la familia oyó la primera explosión, en un acto reflejo que resultó trágico huyó del lugar y corrió en dirección contraria para literalmente lanzarse contra la segunda bomba que explosionaba 12 segundos después de la primera. Esa segunda explosión acabó con la vida del niño y ha causado graves heridas cerebrales a su madre y a su hermana, que ha perdido una pierna. Su padre solo sufrió impacto de metralla en las piernas, y otro de sus hijos salió ileso. Ayer Boston recordaba al niño en una emotiva vigilia llena de velas y flores amarillas.
Con la voz rota por el llanto, Patricia Campbell logró acabar un par de frases en el porche de su casa para declarar ante la prensa que no era capaz de creer lo que estaba sucediendo y recordar a su hija Krystle Campbell, 29 años. “Es imposible tener una hija mejor”, dijo la señora Campbell, la voz quebrada de nuevo.
La tercera víctima es una joven de nacionalidad china que ha sido identificada por un periódico chino y un compañero de Universidad como Lu Lingzi, a pesar de que el consulado chino en Nueva York no ha hecho pública su identidad a petición de la familia. Lu estudiaba finanzas en la Universidad de Boston y había acudido al maratón a ver a una amiga correr. De momento se desconoce su edad exacta.
El atentado de Boston se ha cobrado tres vidas y ha dejado a más de 180 personas heridas, 13 de ellas en estado crítico. La madre de la joven Campbell recordaba que su hija era una trabajadora infatigable a la que adoraba todo el mundo. La familia de Krystle vivió una experiencia devastadora, al ser informada en un principio que su hija estaba con vida y que la fallecida había sido la amiga que la acompañaba. Horas después, las autoridades comunicaban a la familia que Campbell era quien yacía muerta en un hospital de Boston.
Parte de una familia muy querida y respetada de Dorchester –el padre es un dirigente vecinal, la casa de los Richard se ha convertido en los últimos días en un lugar de peregrinaje y la foto de la jovencísima víctima es ahora un símbolo de la barbarie terrorista. “Todo Dorchester está destrozado. Todo el mundo está destrozado”, dijo a Reuters Jane Sherman, que vive puerta con puerta con los Richards. “No sé si hay algo que pueda decir”.
“Era una persona alegre, abierta. Todos sus amigos la querían”, dijo su abuela, Lillian Campbell, de su nieta Krystle, en una entrevista que le hizo la cadena CNN. Krystle Campbell estaba en la calle Boylston el lunes con su mejor amiga, Karen, cuando ocurrieron las explosiones. Karen resultó herida de gravedad después de pedir a Krystle que la acompañara a tomar una foto a su novio cruzando la meta.
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