Ningún español ha resultado herido en el atentado del maratón de Boston

Entre las 26.839 personas inscritas en el maratón de Boston, en Massachussets, había 91 ciudadanos españoles. La Embajada de España en Estados Unidos ha confirmado que ninguno de ellos se encuentra entre los 140 participantes que resultaron heridos por la explosión de dos bombas en la meta de la carrera que tuvo lugar ayer, en la que además hubo tres víctimas mortales.

Rafa Botello, un experimentado atleta en silla de ruedas que participaba por quinta vez en el maratón, cuenta que él y sus compañeros españoles, Santiago Sanz, Jordi Madera y Roger Puigbo, ya habían terminado y estaban comiendo tranquilamente en un centro comercial a medio kilómetro, cuando sin previo aviso les dijeron que tenían que desalojar el restaurante. "Al salir vi mucho alboroto: policías gritando, sirenas, gente que lloraba... pero no se me pasó por la cabeza que hubiera habido un atentado. Fue como una película". 

El deportista se enteró un rato después en el hotel cuando se conectó a internet y comenzó a recibir mensajes preguntándole que si estaba bien. "No sé ni quién lo ha hecho, ni por qué, pero no tiene ningún sentido", ha comentado muy afectado. Espera que "pillen al que lo ha hecho" y que reciba un castigo que disuada "al próximo iluminado que se plantee hacer una cosa así".

Respecto a la actuación del consulado español en Boston, Botello ha declarado que no contactó con ellos y que nadie le llamó para preguntarle si estaba bien. "Se ve que estaba aquí de vacaciones", dice en referencia al cónsul Pablo Sánchez-Terán, destituido por el Ministerio de Asuntos Exteriores por "incumplimiento de funciones". El diplómatico decidió cerrar la oficina apenas dos horas después del atentado porque "era la hora".

Botello no es el único sorprendido por la actitud del cónsul. Luis HIta, el coordinador de los 27 participantes españoles que viajaron a Boston con la empresa Marathinez, ha dicho que está "alucinado" con la actuación de Sánchez-Terán. "Me enteré de que habían dicho que había empresas que habían organizado el viaje de varios atletas y de que les habían confirmado que estaban bien, pero conmigo no contactaron".

El coordinador de Marathinez ha aclarado que todos los miembros de su grupo "están bien", ya que se encontraban entre unos 500 metros y unos dos kilómetros de la línea de llegada en el momento de la explosión. Él estaba en la zona de los puestos de información, a unos 150 metros de la meta, y sólo sintió las explosiones. Explica que las detonaciones afectaron sobre todo a los espectadores que estaban en las gradas de la zona de la meta.

"La gente estaba muy nerviosa, pero en lo que respecta a la evacuación, se llevó con normalidad", cuenta. A los corredores les atendieron en un polideportivo cercano, donde les dieron ropa y comida, aunque señala que muchos iban "con lo puesto" porque no habían podido recuperar su ropa para cambiarse, ni su documentación. "A algunos de los nuestros no les dejaron entrar en el hotel [el Westin Copley Place está ubicado a unos 150 metros de la zona del atentado] hasta una media hora después porque no podían identificarse".

Sports Travel, otra agencia especializada en viajes a maratones, también ha confirmado que sus 15 corredores españoles "están perfectamente bien". Su director, Joan Boada, ha aclarado que el responsable del grupo era el único que se encontraba "relativamente cerca" de la meta y, al igual que el otro coordinador, sólo llegó a oir las explosiones.

Boada ha explicado que el de Boston es uno de los seis grandes maratones del mundo, junto con los de Nueva York, Chicago, Londres, Berlín y Tokio, en el que "cualquier corredor aspira a participar". El director ha afirmado que seguirán programando viajes para participar en la prestigiosa carrera y hasta ha comentado, algo sorprendido, que hoy mismo han recibido una llamada para inscribirse en la edición del próximo año.