El PKK se plantea proponer el alto el fuego a Turquía

El conflicto armado entre Turquía y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo), que ha causado más de 40.000 muertos desde 1984, podría estar encaminándose a su fin. Se espera que mañana jueves Abdulá Ocalan, líder del PKK y actualmente en prisión, proponga un alto el fuego en una declaración "histórica".

 "Sigo con mis preparaciones para lanzar una propuesta el 21 de marzo durante las celebraciones de Noruz. La declaración que voy a hacer será histórica", anunció el lunes Ocalan en un mensaje escrito que entregó a miembros del Partido para la Paz y la Democracia (BDP, en turco), que lo habían visitado en la cárcel de la isla de Imrali, donde está desde 1999 y en la actualidad cumple cadena perpetua.

 El mensaje de Ocalan no solo propondrá un alto el fuego sino que podría delinear toda una hoja de ruta para solucionar el conflicto, según dijo Gultan Kisanak en un encuentro con periodistas en Estambul la semana pasada.

El Noruz es la celebración del año nuevo persa, que coincide con el equinoccio de primavera. También lo celebran otras culturas, como la kurda, y la propuesta "histórica" de Ocalan se leerá el jueves durante la festividad de Noruz en Diyarbakir, en el sureste de Turquía y la principal ciudad kurda del país.

Se tratará de un paso clave tras la serie de conversaciones que representantes del Estado han mantenido con Ocalan desde diciembre del año pasado. Habrá que ver cómo responde a esta propuesta el Gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, quien el miércoles dijo durante una reunión de su partido en el Parlamento: "Realizar una concesión y dar un paso atrás está fuera de discusión".

 En Turquía hay unos 15 millones de kurdos, que conforman la principal minoría del país, suponen alrededor de un 20 por cien de la población y han sido tradicionalmente discriminados por el Estado turco.

Cuando a finales del año pasado el Gobierno reveló que había iniciado una serie de conversaciones con Ocalan, un clima de cauto optimismo se extendió por Turquía. En el pasado, otros intentos de negociación han acabado fracasando.

Para el Gobierno, el principal objetivo es el desarme del PKK, considerado una organización terrorista por Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos, y que sus militantes abandonen el territorio turco. Por su parte, Ocalan y la milicia exigen una mayor autonomía para la región mayoritariamente kurda del sudeste del país y el reconocimiento de toda una serie de derechos sociales y políticos para el pueblo kurdo.

Ambas partes han tenido ya varios gestos de apoyo al proceso. El PKK liberó la semana pasada, por orden de Ocalan, a ocho rehenes turcos, algunos de los cuales llevaban retenidos más de año y medio. El pasado enero, el Parlamento aprobó una ley que recogía expresamente por primera vez el derecho a defenderse en los tribunales en el idioma materno si es diferente del turco. Poder usar el idioma kurdo en la corte era una de las demandas clave del PKK.