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FRANCESCA AMBROGETTI | Biógrafa del Papa

“Bergoglio es de una gran apertura dentro de la Iglesia”

En el último cónclave los cardenales vieron en el prelado argentino una visión distinta de la Iglesia

Alejandro Rebossio
Francesca Ambrogetti en una imagen de archivo
Francesca Ambrogetti en una imagen de archivo

El papa Francisco era reacio a hablar con la prensa cuando encabezaba la iglesia de Buenos Aires. Sin embargo, dos periodistas, Sergio Rubín, experto en religión del periódico Clarín, y Francesca Ambrogetti, de la agencia de noticias italiana ANSA, consiguieron que Jorge Bergoglio se sometiera a más de dos años de entrevistas semanales para elaborar una biografía sobre él titulada El jesuita.Entones fue la única vez que el entonces arzobispo de la capital de Argentina se refirió a las acusaciones en su contra por la supuesta delación de dos curas de la orden que él encabezaba en ese país, la Compañía de Jesús, ante las autoridades de la última dictadura militar (1976-1983).

 “Yo no hubiera escrito el libro si hubiese tenido alguna duda sobre ese asunto”, confía Ambrogetti en la inocencia del excardenal. “¿No hubiese hecho un libro sobre Juan Carlos Aramburu?”, le preguntó EL PAÍS en relación a quien fue arzobispo porteño en tiempos del régimen militar y ha sido tachado de colaboracionista. “No, por supuesto”, responde la periodista.

A Ambrogetti se le ocurrió escribir la biografía de Bergoglio después de una rueda de prensa que como presidenta de la Asociación de Corresponsales organizó en plena crisis argentina de 2001 con quien llevaba tres años al frente de la iglesia porteña. “Tomó un ómnibus para venir. Todos quedamos impresionados. Decía cosas profundas de forma sencilla. Mostró una gran cultura sobre otros países”, recuerda. “Curas como éste valen la pena”, dijo un corresponsal ruso. “Este hombre merecería llegar a ser Papa”, pensó Francesca. Entonces le propuso a Rubín escribir el libro. “El que no aceptó fue Bergoglio”, recuerda.

Después de perder la elección papal en 2005 frente a Joseph Ratzinger, el cardenal argentino le dio una audiencia. En pleno cónclave, los cardenales habían recibido correos electrónicos sobre la supuesta colaboración de Bergoglio con la dictadura. Distante, el cardenal les entregó a los periodistas una pila de documentos con sus homilías, discursos y escritos, pero se negó a concederles una entrevista. Al final del encuentro, Ambrogetti le trasladó una duda de una amiga suya sobre un discurso de él: “¿Qué quiso decir con eso de ‘transitar la paciencia?”. Bergoglio respondió: “Si me van a hablar de estas cosas, puede ser que les dé la entrevista”.

Él cree que las virtudes principales son la humildad y la paciencia el peor defecto “ser creído”, según la biógrafa.

“Él cree que las virtudes principales son la humildad, la paciencia y la mansedumbre”, cuenta la biógrafa. En cambio, el papa argentino considera que el peor defecto es “ser creido”. En el libro, Bergoglio admitió que cuando era obispo auxiliar había caído en ese pecado de soberbia.

“En Italia hay una papamanía”, comenta la periodista, acosada por cientos de peticiones de entrevistas. “A ellos les sorprenden sus primeros gestos de sencillez y les pueden parecer una pose, pero en absoluto lo es. Es coherente con su estilo de siempre. Es real y esto apenas empieza. Esto va a ser un cambio muy grande”, pronostica Ambrogetti, que no se atreve a predecir reformas doctrinales. En cuanto al rechazo al matrimonio gay, la periodista recuerda que Bergoglio estaba de acuerdo con la “unión civil” entre personas del mismo sexo, pero no con llamarlo “matrimonio porque en su origen era para proteger a la madre, para que no dejaran sola a la mujer preñada”.

Cuando los coautores de El jesuita le preguntaron por qué iba en bus o metro, él contestó: “Tengo que dar testimonio”. A los argentinos que preveían ir a Roma a su entronización del martes les pidió que donaran el dinero del viaje a obras de caridad. La periodista no se lo imagina en un “entorno lujoso”, considera que “le costará” vivir en el Vaticano, pero como papa lo vio “muy sereno y contento”.

Ambrogetti opina que en el último cónclave los cardenales vieron en Bergoglio “una visión distinta de la Iglesia, no autorreferencial, una Iglesia que sale al encuentro de la gente”. Prudencia y moderación son otras de sus cualidades, según la biógrafa.

“Es de una gran apertura dentro de lo que es la Iglesia”, opina Ambrogetti. “Recibe a todo el mundo y no elude ningún tema. Nos contó que entró a la Compañía de Jesús atraído por su 'condición de fuerza de avanzada de la Iglesia y por estar orientada a la misión’. Es un hombre de una gran cultura, simple, muy espiritual y que contagia la fe. No le gusta el show como a Juan Pablo.Tampoco es Ratzinger, que significaba la absoluta continuidad”.

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