Segunda fumata negra en el Vaticano
Los purpuradoshan regresado a la Capilla Sixtina sobre las cuatro de la tarde para volver a votar
Menos negro que el que salió ayer de la chimenea del Vaticano, pero negro a fin de cuentas ha sido el color del humo que ha anunciado poco después de las 11.40 de esta mañana que los 115 cardenales reunidos en la Capilla Sixtina no han alcanzado un acuerdo sobre el que suceda en el cargo a Benedcito XVI. La segunda votación de la mañana -la primera no se resuelve en fumata alguna salvo en caso de elección- ha cumplido con los augurios de los vaticanistas. La silla de San Pedro sigue vacante. El proceso de elección dicta que en lo que queda de día se celebren al menos otras dos votaciones. Si hay consenso, la chimenea expulsará humo blanco sobre las cinco o seis de la tarde. Si no, habrá que esperar a que el negro bien teñido vuelva al cielo oscuro de Ciudad del Vaticano sobre las 19.30.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, y los portavoces en inglés y español, Thomas Rosica y Jose María Gil Tamayo, respectivamente, han indicado que se esperaban las fumatas negras que han salido este martes y miércoles y que esto no es indicativo de divisiones entre los cardenales sino que forma parte del proceso normal del cónclave ya que sólo han tenido lugar tres escrutinios y en el siglo pasado, sólo la elección de Pio XII fue positiva tras el tercer escrutinio.
"Más o menos, es lo que esperábamos", ha apuntado Lombardi en su comparecencia en el centro de prensa instalado en el Aula Pablo VI, al tiempo que ha explicado que el humo negro indica que aún ningún cardenal ha conseguido los dos tercios de los votos, es decir, la mayoría necesaria.
Los 115 cardenales electores han regresado este miércoles a la Capilla Sixtina en el segundo día del cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI. Una vez en la Capilla Sixtina, los prelados rezaron primero las laudes de la Liturgia de las Horas e inmediatamente después comenzó la segunda votación después de que la primera, realizada en la tarde de ayer, concluyera en fumata negra. Según la normativa vaticana, para ser elegido papa son necesarios dos tercios de los votos. Al ser 115 los cardenales electores, el elegido necesita, como mínimo, 77 votos.
Los purpurados han salido a las 7.45 de la residencia de Santa Marta, en la que se alojan durante el cónclave, para dirigirse a la Capilla Paulina, que se encuentra a casi un kilómetro de distancia. Allí han celebrado una misa antes de entrar en la Capilla Sixtina, sobre las nueve y media.
La Constitución Apostólica que rige todo el proceso establece que se celebrarán dos votaciones por la mañana y dos por la tarde, con dos fumatas al día (al mediodía y por la tarde, hacia las siete de la tarde) para dar cuenta del resultado.
En el cónclave del que el cardenal Joseph Ratzinger salió como el papa Benedicto XVI, los purpurados sellaron un acuerdo a la cuarta votación, celebrada el 19 de abril de 2005, el segundo día de discusiones, y que precedió a la fumata blanca poco después de las cinco de la tarde. Juan Pablo II, en agosto de 1978, salió elegido también el segundo día, pero a la octava votación, debido a que el primer días los purpurados ya expresaron sus preferencias hasta en cuatro ocasiones.
Tres sustancias químicas para cada tipo de fumata
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, ha explicado en rueda de prensa que el humo negro, la fumata negra que anuncia que aún no hay papa, se consigue con la quema de la papeletas más el añadido de perclorato de potasio, antraceno y azufre. En la capilla Sixtina ha sido colocada la estufa tradicional que se viene usando desde el cónclave de marzo de 1939, en el que salió elegido Pío XII, en la que se queman las papeletas de las votaciones, a la que se ha unido una estufa auxiliar que permite, gracias a un mecanismo electrónico, incrementar la visibilidad de las fumatas.
Lombardi ha precisado que el momento en el que se queman las papeletas se activa un dispositivo electrónico en la estufa auxiliar que pone en marcha una especie de cartucho que contiene cinco cargas y que se activan una tras otra durante un tiempo total de siete minutos. Esos cartuchos están confeccionados con clorato de potasio, lactosa y colofonia, para originar la fumata blanca, y de perclorato de potasio, antraceno y azufre para la fumata negra.
Las dos estufas, instaladas en la parte posterior de la Sixtina, están unidas al tubo interno de la chimenea, que mide unos 15 metros de altura y a través de una ventana de esta capilla sale hasta el tejado. La parte externa mide cerca de dos metros y es visible desde la plaza de San Pedro. La estufa en la que se queman las papeletas es de hierro fundido, de un metro de altura y 45 centímetros de diámetro. Tiene una portezuela inferior donde se enciende el fuego y una superior donde se introducirán los documentos para quemar.
Varios nombres de cardenales han circulado en las últimas semanas con la etiqueta de papables, entre ellos, el italiano Angelo Scola, el brasileño Odilo Scherer, el austriaco Christoph Schönborn, el canadiense Marc Ouellet, el húngaro Peter Erdö y los estadounidenses Timothy Dolan y Sean O'Malley.
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