Capriles califica de “fraude” la jura de Maduro

El líder de la oposición venezolana consideró ayer que la jura del vicepresidente, Nicolás Maduro, como presidente sucesor del fallecido Hugo Chávez, era “espúrea” y “fraudulenta”. “Esto que se va a dar ahora”, dijo Henrique Capriles en una comparecencia una hora antes de la toma de posesión, “es una juramentación fraudulenta, no hay en Venezuela ninguna forma de alcanzar la presidencia de la República por una sentencia o por decreto, a la presidencia se llega por vía popular”.

Acababa de terminar el multitudinario funeral de Chávez cuando el candidato opositor de la Mesa de Unidad Nacional (MUD) descalificó por completo el plan de transición diseñado por el Gobierno y avalado en una controvertida sentencia por el Tribunal Supremo ayer mismo. Poco después de la una de la madrugada, hora peninsular española, Maduro tomaba posesión en la Asamblea Nacional.

Hablando de forma tan pausada como grave, con un ejemplar de la Constitución de Venezuela en la mano, Capriles cargó contra el Supremo, que había avalado por la mañana la decisión del Ejecutivo: “En el día de hoy, mientras el país está de luto, mientras en el país hoy era día no laborable, un día de duelo, donde fueron convocados los actos del sepelio (…) Mientras eso pasaba, el TSJ [Tribunal Supremo de Justicia] dicta una sentencia y creo que es importante que el mundo conozca estos abusos, porque estos abusos están empujando a una línea muy delgada que nadie quiere que se rompa”. Capriles calificó la sentencia del Supremo como un “fraude constitucional”.

La conferencia de prensa no fue vista en los canales públicos de televisión Venezuela, que siguieron retransmitiendo imágenes de la capilla ardiente y entrevistando a funcionarios que se deshacían en elogios por el fallecido Hugo Chávez.

Mientras tanto, Capriles aprovechaba las cámaras y micrófonos de la prensa extranjera para dirigirse tuteándole al hombre que se preparaba para jurar como presidente una hora después en la Asamblea Nacional: “Nicolás, a ti nadie te eligió presidente, chico. El pueblo nunca votó por ti. ¿Cuál es el miedo Nicolás?”.

Capriles recordó que su respeto hacia el dolor del pueblo era absoluto, pero advirtió: “La muerte del presidente debe servir para que el país reflexione sobre el futuro. Nosotros somos respetuosos pero exigimos respeto también, porque no vamos a permitir que el dolor que siente genuinamente nuestro pueblo sea la excusa para el abuso de poder, para los fraudes constitucionales”.

El virtual candidato presidencial que se enfrenará a Maduro no quiso desvelar qué consecuencias prácticas y reales tendrían una declaración tan relevante como la que acababa de hacer, pero señaló: “En las próximas horas tomaremos decisiones importantes, que después anunciaremos al país (…) Lo digo con todo respeto, el Gobierno cubano no va a mandar en Venezuela, aquí estamos millones de venezolanos que vamos a defender la soberanía del país, la determinación, la no injerencia”.

“Que el mundo sepa que esto que se va a dar ahora es una juramentación fraudulenta”, insistió. “A la presidencia de la república se llega por voto popular”. Las palabras de Capriles resonaron en Venezuela cuando aún muchas delegaciones internacionales se encontraban en el país. El líder opositor era consciente de que muchos líderes mundiales podrían estar escuchándole en esos momentos cuando advirtió a los jueces del Tribunal Supremo: “Ustedes no son el pueblo, ustedes no deciden quién es el presidente. Es increíble que ustedes nombran a un presidente y comandante en jefe”.

El excandidato presidencial hizo otra advertencia dirigida a uno de los principales aliados hasta ahora del Gobierno chavista: “Lo digo con todo respeto, el Gobierno cubano no va a mandar en Venezuela, aquí estamos millones de venezolanos que vamos a defender la soberanía del país, la determinación, la no injerencia”.

Las palabras de Capriles tuvieron respuesta al principio del acto de toma de posesión. El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, empezó su discurso diciendo que “algunos le dan importancia a la Constitución cuando les conviene”.