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China modera el fuerte crecimiento de su presupuesto militar

Pekín anuncia un alza del 10,7% del gasto en defensa, frente al 11,6% del año pasado Wen Jiabao ha dado su último discurso sobre el estado de la nación tras una década al frente

Foto: reuters_live | Vídeo: REUTERS-LIVE

El presupuesto de defensa chino continúa su rápido ascenso, aunque ha moderado algo su crecimiento. Pekín ha anunciado este martes una partida militar de 720.168 millones de yuanes (88.700 millones de euros) para 2013, lo que representa un incremento del 10,7% respecto a los 650.603 millones de yuanes gastados en 2012, que supusieron, a su vez, un aumento del 11,6% respecto a 2011. Los fondos serán destinados a “mejorar las condiciones de vida de los oficiales y los soldados, fortalecer la mecanización e informatización del Ejército y salvaguardar la seguridad nacional”, según asegura el informe presupuestario presentado en el marco de la apertura de la sesión anual del Parlamento, en la cual el primer ministro saliente, Wen Jiabao, ha dado su último discurso sobre el estado de la nación tras una década en el cargo. Solo el presupuesto militar de Estados Unidos, que en 2012 fue estimado entre un billón y 1,4 billones de dólares, supera al de China.

Las previsiones de gasto militar para 2012 anunciadas en marzo del año pasado por Wen Jiabao fueron de 670.270 millones de yuanes, un 11,2% más que el año anterior.

El alza de la partida del Ejército se produce con un objetivo de crecimiento de la economía para este año del 7,5%, frente al 7,8% registrado en 2012, y una inflación del 3,5%, frente al 2,6%, según ha afirmado Wen.

“Debemos acelerar la modernización de la defensa nacional y de las fuerzas armadas para reforzar la capacidades de defensa y militar chinas”, ha dicho el primer ministro ante los casi 3.000 diputados en el Gran Palacio del Pueblo en Pekín. “Debemos defender con determinación la soberanía, la seguridad y la integridad territorial de China y garantizar un desarrollo pacífico”.

El presupuesto en defensa chino ha aumentado a fuerte ritmo en los últimos años, a medida que lo ha hecho su economía, para respaldar un ambicioso programa de modernización del Ejército, que ha provocado las suspicacias de Estados Unidos y algunos países vecinos de China.

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Washington y analistas extranjeros afirman, sin embargo, que es difícil saber qué está incluido en el presupuesto que cada año hace público Pekín, y que las cifras reales son dos o tres veces superiores. Se cree que presupuesto oficial excluye, entre otros, las compras de armamento en el extranjero. En su informe de 2012 sobre el ejército chino, el Pentágono estadounidense estimó que el gasto militar real del país asiático en 2011 fue entre 120.000 y 180.000 millones de dólares, muy por encima de la cifra oficial de 91.500 millones.

China asegura que su política militar “siempre ha sido pacífica y defensiva”, y así lo volvió a recordar el lunes Fu Ying, viceministra de Exteriores y portavoz del Parlamento. Fu citó la participación china en las misiones de paz de la ONU y las patrullas contra la piratería en el golfo de Aden como ejemplo de la contribución de Pekín a la paz y la estabilidad mundiales.

El Gobierno ha roto este año con la tradicional costumbre de publicar el presupuesto militar un día antes del inicio de la sesión del Parlamento, en lo que parece un intento de restar protagonismo a la información. “Parece que China tiene que explicar cada año al mundo por qué tenemos que reforzar la defensa nacional y por qué debemos incrementar el presupuesto militar”, dijo Fu, informa France Presse. “No sería una buena noticia para el mundo si un país tan grande como China no fuera capaz de garantizar su propia seguridad”, afirmó. “El reforzamiento de nuestra defensa es para defendernos a nosotros mismos, para defender la seguridad y la paz, y no para amenazar a otros países”.

No piensan lo mismo Estados Unidos y los vecinos asiáticos de China con los que mantiene disputas territoriales marítimas, como Japón, Filipinas y Vietnam, que ven con preocupación el creciente gasto chino en el desarrollo de aviones de combate, buques de guerra, helicópteros o submarinos de última generación, y acusan a Pekín de falta de transparencia sobre sus ambiciones militares. Washington teme que una China cada vez más poderosa y segura de sí misma ponga en peligro el tradicional dominio estadounidense en la región Asia-Pacífico.

Pekín mantiene un agrio contencioso con Tokio por un grupo de islas deshabitadas en el mar de China oriental controladas por Japón. La tensión ha ido al alza en los últimos meses, y ambos países han enviado barcos y aviones a la zona para vigilarse mutuamente. También está enfrentado con varios países del sureste asiático por otras islas el mar del Sur de China. “El reforzamiento de la capacidad defensiva de China contribuirá a una mayor estabilidad en la región y a la paz mundial”, insistió Fu.

A finales de febrero, la prensa oficial china aseguró que la Armada había recibido la primera de una serie de nuevas fragatas furtivas (difíciles de detectar mediante radar y otros métodos). Según dijo, el barco simboliza el inicio de la transformación en el poderío de las fuerzas de defensa navales.

La sesión del Parlamento, que dura alrededor de dos semanas, ofrece una oportunidad para palpar el estado de las relaciones entre los militares y Xi Jinping, quien es hijo de un famoso general revolucionario y trabajó como ayudante de campo del ministro de Defensa hace tres décadas. Xi fue nombrado presidente de la Comisión Militar Central del PCCh en el 18 congreso del partido, en noviembre pasado, cuando ocupó la secretaría general del PCCh, y ha sido percibido como más del gusto del cuerpo castrense que su predecesor Hu Jintao.

En los tres meses que lleva en el cargo, ha multiplicado sus contactos con el Ejército, con visitas a instalaciones de la infantería, la armada, las fuerzas aéreas y las bases de misiles. Pero también ha aprobado nuevas normas para luchar contra la corrupción y eliminar los gastos superfluos y extravagantes. Las normas exigen un estricto control del gasto en infraestructuras no esenciales, compras y recepciones oficiales, y el gasto debe dirigirse al cumplimiento de la misión principal del Ejército, incluido ser capaz de luchar y ganar una guerra, según la agencia oficial Xinhua. En diciembre pasado —al mes siguiente de ser nombrado Xi Jinping presidente de la Comisión Militar Central—, se prohibió a los altos oficiales que sean agasajados con alcoholes y banquetes de lujo. Las nuevas normas también recordaron a los militares que deben evitar que sus familiares y otras personas cercanas acepten sobornos.

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