Violencia machista, una epidemia silenciosa en la UE: solo 1 de cada 8 mujeres denuncia las agresiones
La primera gran encuesta comparada en el ámbito europeo en diez años revela que sigue sin haber espacios seguros para las mujeres, acosadas y agredidas tanto en casa como en el trabajo
El grito pidiendo que la vergüenza cambie de bando de Gisèle Pelicot, la valiente francesa que ha dado la cara en el juicio contra su marido y el centenar de hombres que, a instancias de éste, la violaron mientras estaba sedada, no ha tenido aún suficiente eco: pese a que una de cada tres mujeres de la UE han sufrido amenazas y violencia machista en su vida y hasta una de cada seis han sido víctimas de violencia sexual, solo una de cada ocho denuncian ante la policía lo sucedido, según la primera gran encuesta a nivel europeo sobre violencia machista en una década, publicada este lunes en Bruselas.
“En 2024, la seguridad de las mujeres sigue sin poder ser garantizada en la UE”, ha lamentado la directora de la Agencia de la UE para los Derechos Fundamentales (FRA), Sirpa Rautio, al presentar los datos de la primera gran encuesta a nivel europeo en una década con datos comparables entre los 27 Estados miembros (hasta ahora, muchas de las variables cambiaban en función de las encuestas nacionales). Si FRA ha participado, junto con el Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE), en la recopilación de datos en los últimos años, es porque, ha recordado la finlandesa, “la violencia contra las mujeres es una cuestión de derechos humanos, porque es la violación más extrema de los derechos de las mujeres”.
Pese a la aprobación en los últimos años de leyes clave para luchar contra toda forma de violencia contra la mujer en la UE, así como la ratificación por parte del bloque del Convenio de Estambul, la realidad es que los números han bajado poco: la cifra de que una de cada tres mujeres europeas ha sufrido algún tipo de violencia o amenaza machista es prácticamente la misma que en 2014. “Son 50 millones de mujeres adultas” (de 18 a 74 años), ha recalcado la directora de estadísticas sociales de Eurostat, Christine Wirtz, sobre unos datos que todas las expertas han subrayado demuestran la necesidad de hacer más y, sobre todo, implementar bien las normas existentes —y “financiarlas”, ha subrayado la directora de EIGE, Carlien Scheele— para que tengan de verdad impacto en la sociedad y ayuden a bajar los números.
Porque estos son, coinciden todos, apabullantes: el 31% de las mujeres europeas han experimentado violencia física o sexual en algún momento de su vida y el 17,2% de ellas ha sufrido violencia sexual. Una violencia machista que se extiende además a todos los ámbitos: por un lado, la casa no es un lugar seguro para muchas mujeres (una de cada cinco han sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja, un familiar o una persona con la que convive). Pero tampoco lo es el lugar de trabajo, donde una de cada tres mujeres han sido acosadas sexualmente, sobre todo las más jóvenes, donde esta cifra se dispara a dos de cada cinco.
“No hay lugares seguros para las mujeres, libres de violencia y acoso”, ha denunciado Rautio, que ha reclamado una mayor implicación de los Estados para evitar la violencia y proteger a las víctimas de lo que ha calificado como una “epidemia silenciosa de violencia en Europa” contra las mujeres.
Y las cifras que se conocen son, seguramente, solo la punta del iceberg, advierten las expertas, basándose en el dato quizás más alarmante de todos: aunque la mayoría (64%) ha hablado con un amigo o familiar de la violencia que padece y una de cada cuatro han llegado a contactar a la policía u otras autoridades, solo una de cada ocho acaba poniendo una denuncia contra su agresor.
“El problema no es solo cuántas mujeres sufren violencia en la UE, sino cuántas no lo denuncian”, ha explicado Scheele. Para la directora de EIGE, esto es “una muestra más” de la política de shame and blame (avergonzar y culpar a las víctimas) que sigue prevaleciendo pese a actos valientes como el de Pelicot. “Se requiere un análisis serio sobre los problemas sistémicos que llevan a que no se haga esa denuncia”, ha reclamado. Pese a los avances, aún queda mucho camino por recorrer en Europa.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
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