Hollande suscita críticas al bromear sobre la sucesión del Papa

“No es partidario de las religiones en general y de la religión católica en particular”. Eso ha dicho hoy el exministro del Interior Claude Guéant sobre el presidente francés, François Hollande, quien el lunes se permitió hacer un pequeño comentario jocoso sobre la sucesión del papa Benedicto XVI.

Fue en una conferencia de prensa celebrada en el Elíseo junto al presidente nigeriano, Goodluck Ebele Jonathan. Hollande fue preguntado por la noticia del día, y afirmó: “La decisión de Benedicto XVI suscita el máximo respeto. Es una decisión valiente, y también excepcional. Pero no puedo añadir más comentarios. Debemos dejar a la Iglesia católica determinar cómo quiere organizar esta sucesión”. Y enseguida, con una sonrisa, agregó: “Nosotros no presentaremos candidato”.

La boutade pasó inadvertida o no hizo gracia a nadie, según se desprende del silencio que guardaron los asistentes a la conferencia de prensa, pero esta mañana Claude Guéant ha mostrado su malestar en Canal +. “Francamente, hacer una broma sobre una decisión tan digna, tan responsable, no está bien, es inoportuno”, ha lamentado.

Guéant, un notorio defensor de la superioridad de la civilización cristiana, también ha criticado a la viceministra para la Tercera Edad, Michèle Delaunay, quien escribió en su cuenta de Twitter: “Debo admitir que, con razón o sin ella, Benedicto XVI ha evitado consultarme antes de tomar su decisión”. Delaunay borró más tarde el tuit, y explicó en otro mensaje que solo había querido hacer “un guiño poco inspirado a quienes preguntaban” por el anuncio de Benedicto XVI. “Bromear sobre una personalidad de tanto espesor no está bien”, ha valorado Guéant.

Hollande, que ha tenido cuatro hijos con Ségolène Royal, nunca se casó con la mujer que fue su pareja durante más de 30 años, y actualmente vive con su pareja, la divorciada Valérie Trierweiler, con quien tampoco se ha casado. A menudo se ha insinuado que el presidente, educado en una escuela privada católica, pertenece a la masonería como otros miembros de su Gobierno, pero nunca se ha confirmado. Su sentido del humor y su afición a los chistes son sin embargo bien conocidos. Su amigo Laurent Fabius, actual ministro de Exteriores, le apodó en su día como ‘Monsieur Petites Blagues’, Señor Bromitas.