Cientos de locales nocturnos de Brasil se revelan ilegales

La tragedia de la discoteca Kiss en Santa Maria, en el Estado de Rio Grande do Sul, con un balance de 235 muertos y 120 heridos aún hospitalizados, 80 en estado grave, ha servido para descubrir que otros cientos de locales nocturnos brasileñas están en las mismas condiciones de ilegalidad.

Como cuando el mar se agita y arrastra resaca a las playas, la tragedia de la discoteca en la que murieron clases enteras de universitarios, ha colocado sobre el tapete la triste realidad en la que operan muchos locales nocturnos e instituciones culturales como teatros municipales.

Preocupados por las posibles sanciones que les puedan imponer, los alcaldes de las ciudades brasileñas se han lanzado a inspeccionar todos los locales nocturnos y se han encontrado con la desagradable sorpresa de que buena parte de estos actúan sin autorización municipal, sin el aval del cuerpo de bomberos y sin respetar las mínimas reglas de seguridad.

Y eso en todo el país. En São Paulo muchos locales han sido ya cerrados por los mismos propietarios ante el miedo de que se investiguen, ya que sospechan que están en situación irregular. En Rio de Janeiro, 49 espacios culturales están abiertos sin el permiso del cuerpo de bomberos, y de los 10 teatros municipales, nueve de ellos funcionan sin esa autorización. El exsecretario municipal de Cultura, Emilio Kalil, hoy presidente de la Fundación Rio Arte ha afirmado al diario O Globo: “Estoy absolutamente sorprendido con esa noticia. Estaba seguro de que tenían autorización. Debería haber habido una fiscalización mayor”.

Cientos de locales han sido ya cerrados en todo el país. En Manaus, capital del Estado de Amazonia, se cerraron estos días 52 locales; en Salvador de Bahía, 30; en la rica Florianopolis, 47 de las 61 existentes; en Pará, 57 y en la pequeña localidad turística de Ilheus, han cerrado 20 de sus locales. El diario O Estado de São Paulo ha pedido a sus lectores ayuda para publicar el mapa de los locales irregulares.

En São Paulo, el nuevo alcalde, Fernando Haddad (PT) ha pedido que se acorte a tres meses el permiso para que un local nocturno pueda funcionar regularmente. Hasta ahora la media para su legalización era de tres años.

Esa es una de las causas que se apuntan para que tantos locales funcionen irregularmente. “No es posible esperar años para poder abrir una discoteca”, afirma uno de los propietarios de locales nocturnos. En São Paulo, hasta ahora estaba permitido abrir uno de esos locales antes de haber recibido todos los permisos. Bastaba con mostrar el papel que atestaba que había sido solicitado el permiso para actuar.

Todo ello ha dado también lugar a las típicas corrupciones de políticos y funcionarios públicos locales que ofrecían, bajo propina, autorización para que algunos de esos locales nocturnos pudieran actuar sin tener todo en regla.

Hay quién asegura que la terrible tragedia de Santa María podrá servir con las nuevas exigencias de seguridad y una mayor fiscalización de los locales públicos de recreación, para evitar en el futuro nuevas víctimas inocentes, producidas por la incuria y la corrupción de los responsables políticos de turno.