El islamista Abu Qatada sale en libertad pese al rechazo del Gobierno británico
El tribunal de apelaciones frena su extradición porque entiende que Jordania no ofrece garantías judiciales para acogerle
El polémico clérigo islamista Abu Qatada ha sido puesto en libertad a media mañana de este martes. Abu Qatada, que lleva siete años en prisión preventiva sin juicio y al que el Gobierno británico quiere deportar a Jordania, ha salido de la prisión de Long Lartin (Worcestershire).
Su puesta en libertad es consecuencia de la decisión adoptada el lunes por la Comisión Especial de Apelaciones de Inmigración (Siac, en sus siglas en inglés), que ha dado la razón al clérigo y ha ordenado dar marcha atrás a la decisión del Gobierno de deportarle a Jordania. El tribunal entiende que ese país no ofrece las garantías judiciales suficientes debido a su historial de condenar a acusados de terrorismo con pruebas obtenidas bajo tortura. El clérigo, jordano de nacimiento, fue condenado en su país hace 13 años en un juicio en el que él no estaba presente y debería ser juzgado ahora por segunda vez.
Abu Qatada será alojado en un nuevo domicilio y permanecerá bajo estrictas condiciones. Deberá llevar consigo una pulsera electrónica para que los servicios de seguridad sepan en todo momento dónde se encuentra, y deberá permanecer en su domicilio durante al menos 16 horas al día, además de que se le impondrán límites al uso de Internet y a las personas con las que entra en contacto.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, dictaminó en enero que Abu Qatada podía ser deportado a Jordania si se obtenían garantías diplomáticas de que sería sometido a un juicio justo, pero que esa deportación no podría llevarse a cabo “si persiste un riesgo real de que se puedan usar contra él pruebas obtenidas bajo tortura”. El tribunal británico de inmigración ha concluido que no se dan esas garantías.
Deberá permanecer en su domicilio durante al menos 16 horas al día y se le impondrán límites al uso de Internet
Nacido hace 52 años en Belén, actualmente Palestina (Cisjordania) pero entonces bajo soberanía jordana, Abu Qatada fue detenido por las autoridades británicas por primera vez en 2002 por sus actividades relacionadas con el terrorismo. En aquellos tiempos, las autoridades españolas le consideraban el líder espiritual de Al Qaeda en Europa. Pero Londres no ha querido nunca juzgarle para no comprometer a sus propios servicios secretos y desde entonces ha estado entrando y saliendo de prisión, atrapado en los polémicos arrestos indefinidos sin juicio que puso en práctica el Gobierno laborista de Tony Blair.
Sin embargo, el Gobierno británico ha advertido de que no cejará en su empeño de deportar al clérigo. El Gobierno está “absolutamente determinado” a enviarle a Jordania, según ha reiterado este martes por la mañana el viceprimer ministro británico, Nick Clegg. “No debería estar en este país. Es una persona peligrosa”, ha declarado Clegg en el programa Daybreak de la cadena ITV. “Estamos determinados a deportarle. Estamos en total desacuerdo con la decisión del tribunal. Vamos a apelar esa decisión. Estamos absolutamente resueltos a ver a ese hombre cogiendo un avión y volviendo a Jordania”.
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