Encuestas y analistas ponen en tela de juicio el éxito de la alianza Bibierman
La unión del bloque de la derecha ultranacionalista podría no resultar tan efectiva como esperan sus líderes
En política, uno más uno pueden sumar menos de dos. Al menos eso refleja una nueva encuesta y vaticinan algunos expertos, después de que el anuncio de la alianza electoral Netanyahu-Lieberman hiciera temblar la noche del jueves los cimientos del panorama político israelí. La lista conjunta de la extrema derecha ultranacionalista, con la que Benjamín Netanyahu y Avigdor Lieberman se presentarán a las elecciones generales de enero, no recabaría más apoyos que la suma de sus dos formaciones, según un sondeo inicial. Los datos que manejan los partidos aliados indican lo contrario, es decir, una fuerte subida gracias al pacto. Sumen más o menos que hasta ahora, el nuevo bloque derechista seguiría siendo de lejos el más votado de celebrarse hoy los comicios.
Bibi Netanyahu y Lieberman comparecieron la noche del jueves ante la prensa para anunciar que concurrirán juntos a las elecciones para lograr “un Gobierno fuerte” capaz de hacer frente a los “enormes desafíos” a los que se enfrenta Israel, incluido el programa nuclear iraní.
Las ediciones de fin de semana de los periódicos, que en Israel se publican los viernes, hablan ya de la formación de un “Gabinete de guerra” con vistas a un posible ataque preventivo a Irán, una vez revaliden y fortalezcan la candidatura en las urnas. “El primer ministro Netanyahu formó anoche un Gabinete de guerra que conducirá a Israel a una confrontación con Irán”, escribía en la primera página del diario Haaretz su director, Aluf Benn. “A partir de ahora, solo la oposición estadounidense será capaz de retrasar o incluso prevenir la orden de despegue a los aviones de combate israelíes rumbo a Irán”, añadió.
La encuesta publicada por el Canal 2 de la televisión israelí, citada por la agencia Reuters, indica que la lista conjunta de la derecha lograría 33 escaños en el Parlamento, nueve menos que los que suman ahora el Likud del primer ministro Netanyahu e Israel Beitenu, la formación de Lieberman, el ministro de Exteriores.
Religiosos y sefardíes son muy reacios a apoyar al secular Lieberman
“Es lógico que pierdan apoyos. Algunos votantes religiosos que apoyan al Likud nunca apoyarían el secularismo de Lieberman”, explica por teléfono Gideon Rahat, profesor de Ciencia Política de la Universidad Hebrea de Jerusalén. “Luego están los judíos sefardíes que apoyan a Netanyahu, pero que no darán su voto a Lieberman porque en su partido apenas hay representación sefardí”, añade.
Los analistas coinciden en que Lieberman es el gran triunfador de esta maniobra, que le permite posicionarse con vistas al futuro. “Netanyahu no va a estar ahí para siempre”, vaticina Rahat. Lieberman, de origen moldavo, cuenta con el apoyo de buena parte de la comunidad ruso parlante de Israel. Un millón de habitantes de la antigua Unión Soviética emigró a Israel en los noventa y muchos de ellos se han dejado seducir por Lieberman, un político que habla su idioma y que aspira a personificar la imagen putinesca de un líder fuerte. En la comunidad internacional se conoce, sin embargo, a Lieberman por sus exabruptos y comentarios racistas, que le han convertido además en la bestia negra no solo de los palestinos, sino también de la minoría árabe de Israel.
El anuncio de la alianza electoral ha supuesto una sorpresa incluso para los miembros de ambos partidos, ya que las negociaciones se mantuvieron en secreto hasta el final. La noticia se produce en un momento en el que el centro-izquierda israelí baraja posibles alianzas y coaliciones, que esperan sean capaces de derrotar a Netanyahu, conocido también como el “rey Bibi” por su liderazgo constante, según las encuestas de popularidad.
Shaul Mofaz, líder del centrista Kadima, llamó el viernes a la unidad de las fuerzas políticas situadas a la izquierda de la ya bautizada "lista Bibierman". “El diablo nacionalista ha salido del armario”, dijo Mofaz a la radio israelí, y pidió al centro izquierda que actúe “antes de que sea demasiado tarde”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.