Un atentado con coche bomba en Damasco sacude el pacto de alto el fuego

La explosión de un coche bomba hoy en Damasco ha causado decenas de muertos y heridos, entre ellos niños, según el opositor Observatorio sirio de derechos humanos, con sede en Londres. La agencia oficial de noticias Sana ha informado de que hay "víctimas e importantes daños materiales".

La bomba explotó cerca de una mezquita en un barrio de mayoría suní. Junto al lugar de la explosión había también una zona de juegos infantiles instalada para la celebración del Sacrificio, entre el viernes y el domingo, festividad para la que el régimen y el principal grupo rebelde, el Ejército Libre Sirio, habían pactado una tregua. Algunos grupos rebeldes, sin embargo, no se han adherido al pacto. Los salafistas de Al Nushra, que han cometido varios atentados desde el inicio de la revolución, ya habían dicho ayer que no iban a respetar el alto el fuego. El Ejército ha anunciado que responderá a cualquier "violación [del alto el fuego] cometidas por grupos armados".

A primera hora de este viernes ha entrado en vigor un alto el fuego en Siria que se antojaba muy precario por la acogida que ha recibido la propuesta del mediador internacional en el conflicto. Horas antes de que entrara en vigor la tregua, el Ejército ha lanzado varios proyectiles sobre un barrio del sur de Damasco, según informa Reuters citando testigos de los bombardeos. Y poco después de la oración de la mañana, en varias ciudades del país —entre ellas, Damasco, Alepo, Deir el Zor y Deraa, donde se produjo algún altercado entre manifestantes y soldados— los fieles se han manifestado contra el régimen, al modo en que se hacían las protestas en los primeros meses de alzamiento contra el Gobierno de Bachar el Asad. La calma apenas duró. Solo un par de horas después de entrar en vigor la tregua estallaban violentos combates en las inmediaciones de una base militar en la ciudad de Maarat al Numan, en el norte de Siria; ONG afines a la oposición denunciaban también que proyectiles de artillería habían impactado en un barrio rebelde de la ciudad de Homs, y cuatro personas han muerto por fuego de un tanque y de francotiradores en un suburbio de Damasco. Según avanzaba la mañana, las escaramuzas se expandían a varias localidades en la frontera con Turquía y a la ciudad de Alepo.

El Ejército había anunciado la víspera un cese de sus operaciones militares durante los cuatro días de la festividad musulmana del Eid al Adha (fiesta del Sacrificio), que comienza este viernes, pero se reservó "el derecho a responder" en caso de ataques de los grupos rebeldes, varios de los cuales también han anunciado que no la respetarán. En un comunicado leído en la televisión siria, el Mando General de las Fuerzas Armadas dijo que actuaría si los "terroristas", como denomina a los rebeldes, "atacan, fortalecen sus posiciones o reciben suministro de armas o personas desde dentro o fuera del país". La propuesta de alto el fuego "unilateral" fue presentada esta semana por el enviado de la ONU a Siria, Lakhdar Brahimi, de visita oficial en Damasco.

El Ejército sirio se comprometió a proteger a los civiles y a las propiedades públicas y privadas de cualquier agresión, incluido el uso de coches bombas y otros artefactos explosivos. Asimismo, se declaró en contra de que los grupos armados "fortalezcan sus posiciones por el anuncio de la tregua u obtengan suministros", ya sea en forma de personal o munición.

Las Fuerzas Armadas agregaron que también actuarían si "los países vecinos facilitan la entrada de terroristas a territorio sirio, lo que supone la violación de su compromiso internacional de lucha contra el terrorismo". Según el comunicado, este alto el fuego condicionado estará vigente hasta el lunes.

No estaba nada claro, más bien al contrario, que las decenas de milicias que combaten contra el régimen fueran a respetar el alto el fuego. Un comandante del Ejército Libre de Siria (ELS) se había comprometido de igual modo a respetar la tregua y a que sus combatientes no la comprometan. Este responsable de las fuerzas rebeldes ha pedido, no obstante, la liberación de los prisioneros, algo a lo que el régimen no está dispuesto a acceder. La milicia de la ciudad de Homs también se ha decantado por respetar el alto el fuego y otros grupos, como el Frente Al Nusra, desechó la tregua desde el mismo momento de su anuncio. La estructura del ELS sigue patrones un tanto dispares según la provincia en la que esté desplegado, por lo que la aceptación de un mando rebelde no debiera necesariamente llevar a que los alzados en bloque la acaten.

Según informó a Efe el número dos de la milicia rebelde, Malek Kurdi, "las condiciones del régimen [para el alto el fuego] coinciden con las nuestras", pero criticó al mismo tiempo la falta de supervisión internacional para vigilar el cumplimiento de la tregua. El anterior mediador de Naciones Unidas y de la Liga Árabe, Kofi Annan, ya intento en primavera poner en práctica una iniciativa similar. A las pocas horas de entrar en vigor, fue papel mojado.