Francia admite por primera vez la sangrienta represión de argelinos en París
Hollande rinde homenaje a los manifestantes muertos a manos de la policía en 1961
Decía hace unos días el eminente actor Jean Rochefort que los franceses son especialistas en reconocer sus faltas medio siglo después de que ocurran. Hoy ha quedado demostrado una vez más, cuando el presidente francés, François Hollande, ha asumido oficialmente la culpa del Estado francés en la "sangrienta represión" de una manifestación a favor de la independencia de Argelia celebrada en 1961 en París. Hollande ha calificado lo ocurrido hace 51 años como una "tragedia", y ha reconocido que los manifestantes “fueron asesinados”.
En una nota breve, el Elíseo señala que "el 17 de octubre de 1961 los argelinos que se manifestaban por el derecho a la independencia fueron abatidos durante una sangrienta represión". "La República reconoce con lucidez estos hechos", añade Hollande, que subraya que “51 años después”, es hora de rendir homenaje “a la memoria de las víctimas".
El presidente socialista cumple así con una promesa electoral hecha hace justo un año. El lunes, el Partido Socialista había pedido un reconocimiento oficial de lo ocurrido. Y un poco antes de que Hollande hablara, el alcalde de París, Bertrand Delanoë, había depositado una corona de flores ante la placa conmemorativa que hizo colocar en 2001.
Es la primera vez que un jefe del Estado galo asume la responsabilidad de aquella masacre, cometida bajo la presidencia de Charles de Gaulle y de la que no se conoce siquiera la cifra exacta de víctimas, aunque diversos libros y estudios estiman que hubo entre 50 y 200 muertos.
La represión fue dirigida por el prefecto de policía Maurice Papon, que decidió disolver una manifestación del Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino convocada junto al Arco del Triunfo contra el toque de queda impuesto a los “franceses musulmanes de Argelia” que vivían en la región de París. El centroderecha ha criticado las palabras de Hollande, y el jefe de filas de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), Christian Jacob, ha afirmado que es "intolerable poner en cuestión a la policía republicana, y con ella a toda la República".
Según el escritor Jean-Luc Einaudi, autor del libro 'La batalla de París - 17 de octubre de 1961', al menos una veintena de personas murieron durante la represión de la protesta, mientras 40 desaparecieron.
En una entrevista concedida hoy a la televisión France 24 antes de que se conociera la decisión de Hollande, el escritor ha explicado que la tardanza del reconocimiento oficial se debe a "diversas razones".
"La primera es que los responsables siguieron durante mucho tiempo ocupando funciones importantes en el Estado francés" como fue el caso de Papon, prefecto en 1961 y que fue ministro hasta 1981, o el entonces ministro del Interior, Roger Frey, que presidió el Consejo Constitucional hasta 1983, informa EFE.
Además, François Mitterrand, que estaba en la oposición cuando se produjeron los hechos, "no quiso que se volviera a los años de la guerra de Argelia" una vez llegó al poder, "teniendo en cuenta sus propias responsabilidades como ministro del Interior y luego como ministro de Justicia".
Solo el paso del tiempo y la publicación de libros ha permitido que "la verdad se abra camino", ha dicho Einaudi, que piensa que el "momento crucial" fue el proceso celebrado en 1999 contra Maurice Papon que "finalmente permitió que se conociera la masacre".
Einaudi ha lamentado que desde la Prefectura de Policía de París se ha tratado de "mantener las versiones engañosas y de actuar para obstaculizar" el reconocimiento de la matanza. Hollande visitará Argelia en viaje oficial a principios de diciembre.
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