El Asad: “No permaneceremos con las manos atadas frente a los armados”
El presidente sirio concede una entrevista al semanal egipcio 'Al Ahram al Araby' La "puerta al diálogo" sigue abierta, según las palabras del dirigente sirio
El presidente sirio, Bachar el Asad, juzga "iguales" a las "dos partes de la ecuación" enfrentadas con las armas desde poco después de que estallaran en las calles de Siria las primeras manifestaciones antigubernamentales en marzo de 2011. Y el único camino, según El Asad, para llegar a una solución es el "diálogo político". Así lo ha señalado en una entrevista concedida a la revista semanal egipcia Al Ahram al Araby.
El Asad, según sus propias palabras, mantiene "abierta la puerta" del diálogo con los grupos de la oposición, que en su mayoría trabajan desde el exilio para evitar la represión, mientras advierte contra la vía de la "violencia". "No está permitida", ha señalado al semanal, "y el Estado no permanecerá con las manos atadas frente a los que portan armas en su contra".
Según las últimas cifras del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), grupo activista con sede en Londres y que recibe información desde el terreno, precisamente la violencia, pero esta vez la desatada de ambos lados, ha costado la vida a más de 29.000 personas hasta el 19 de septiembre: 20.755 civiles, 7.095 soldados y 1.148 desertores.
"Los grupos armados usan el terrorismo contra el Estado", ha manifestado El Asad a Ahram al Araby. "No son populares dentro de la sociedad... no obtendrán la victoria al final". Fuera de esa sociedad, al menos al otro lado de la frontera, la oposición trata de diseñar el futuro de una posible Siria sin El Asad. Con esos grupos políticos en el exilio, El Asad ha manifestado su intención de dialogar. "Pero los que eligen las armas", ha proseguido el presidente sirio, "se enfrentan al Ejército Árabe Sirio".
El dirigente sirio, poco proclive a conceder entrevistas y especialmente cauteloso en sus últimas comparecencias públicas en la capital, Damasco, ha dirigido también sus dardos hacia las potencias árabes que prestan apoyo al bando rebelde. "Se creen", ha dicho en relación con Arabia Saudí y Catar, "que pueden usar su riqueza para comprarse un papel en la historia, geografía y región". El Asad ha manifestado de igual modo que la primavera árabe, más que "libertad", "democracia" o justicia social, "ha ayudado a crear caos".
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