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La derecha se distancia también del comentario del 47% de Romney

Medios y políticos conservadores critican a Romney esperando que efectúe cambios en su campaña electoral

Romney, con su equipo de campaña, en Dallas, el 19 de septiembre.
Romney, con su equipo de campaña, en Dallas, el 19 de septiembre.NICHOLAS KAMM (AFP)

“Fue obviamente inarticulado a la hora de hacer ese comentario”. Quien ha criticado a Romney en esos términos no es ni Barack Obama ni un legislador demócrata. Es su compañero de candidatura, el número dos republicano, Paul Ryan. No es sólo la izquierda. La derecha norteamericana también se ha mostrado estupefacta ante el ya conocido como “vídeo del 47%”. Ante la posibilidad de perder la Casa Blanca, en un año en el que se veían con opciones, los líderes de opinión conservadores han lanzado duras críticas a Romney, con la intención de que reaccione y efectúe cambios drásticos en su equipo de campaña.

Ryan hablaba en una entrevista en la cadena televisiva KRNV de Reno, en Nevada. “[Romney] fue obviamente inarticulado a la hora de hacer ese comentario y el argumento que estamos tratando de defender es que con Obama, en la economía ha crecido la dependencia del gobierno y el estancamiento económico, y lo que estamos tratando de lograr es que la gente sea menos dependiente del gobierno, y logre empleos que paguen bien y eso les abra un camino de prosperidad”, dijo. Pretendía ser una explicación, pero era en realidad una corrección al mensaje del candidato.

Romney dijo en un acto de recaudación de fondos en Florida, en mayo: “Hay un 47% de votantes que respaldarán al presidente, pase lo que pase. Están con él, dependen del Gobierno, piensan que son víctimas y además creen que el Gobierno tiene la responsabilidad de cuidar de ellos”. Y añadió: “Mi trabajo no es preocuparme por esta gente. Nunca les voy a convencer de que deberían asumir sus responsabilidades y ocuparse de sus vidas”. El vídeo, grabado en secreto, fue difundido esta semana. Esas frases han provocado la euforia entre los demócratas, y la indignación en el Partido Republicano.

Quien más claramente ha expresado el enfado conservador ha sido el diario The Wall Street Journal, que en sus editoriales ha defendido apasionadamente la candidatura de Romney. “Seguramente, un hombre tan inteligente como el exconsejero delegado de Bain Capital puede dar un discurso sobre impuestos y dependencia del gobierno mucho mejor que el que pronunció en ese acto de recaudación de fondos. Y si no puede, perderá, y se lo habrá merecido”, dijo ese diario en su edición de hoy.

Hay quienes atribuyen los grandes traspiés de la campaña de Romney a su estratega jefe, Stuart Stevens. El martes, Peggy Noonan, respetada comentarista conservadora y asesora del fallecido presidente Ronald Reagan, lo expresó en duros términos. “Es hora de admitir que la campaña de Romney es incompetente. No es grande, no es valiente, no se empeña con esmero en los grandes asuntos. Siempre ha sido demasiado pequeña para el momento actual”, escribió en su blog, afiliado a The Wall Street Journal. “Mitt Romney no es una marioneta. Él decide a quién quiere escuchar. Se necesita una intervención. Mitt, esto no funciona”.

Incluso Bill Kristol, fundador de la revista conservadora The Weekly Standard, criticó el discurso de Romney por “arrogante y estúpido”. “Cabe recordar que una buena parte del 47% que no paga impuestos sobre la renta son partidarios de Romney), especialmente los ancianos (que pueden creer que merecen seguro médico público, algo con lo que Romney está de acuerdo) además de norteamericanos de ingresos bajos (incluidos los hombres y mujeres del ejército) creen que las políticas conservadoras son mejores para el país aun cuando no recibirían una rebaja de impuestos con el plan de Romney. Así que parece que Romney desprecia no sólo a los demócratas que se le oponen, sino a decenas de millones de personas que quieren votar por él”, escribió.

El senador Scott Brown, que aspira a la reelección en Massachusetts, un Estado demócrata, fue el primer político republicano en distanciarse de Romney. “Yo no veo así el mundo. yo crecí en circunstancias difíciles, y sé que recibir ayuda pública no es algo que cualquiera haga voluntariamente”, dijo en un comunicado enviado al diario The Boston Globe el martes. La candidata conservadora al Senado por Connecticut, Linda McMahon, hizo lo mismo. “Sé que la gran mayoría de personas que reciben ayuda del gobierno no están en esa situación porque quieran”, escribió en otro comunicado.

Ni siquiera el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, que dio el discurso de apertura de la Convención Republicana en Tampa, ha salido en defensa de Romney. “Yo soy el gobernador de todos los ciudadanos de mi Estado. No sólo de los que votaron por mí, sino el gobernador de todos los ciudadanos de nuestro Estado”, dijo en un mitin el martes, sin mencionar directamente a Romney. Además de aquellos que se han distanciado públicamente del candidato, el Partido Republicano guarda un escrupuloso silencio sobre el discurso, ante el temor de que el tropezón de Romney acabe haciendo caer también a los legisladores conservadores que aspiran a la reelección en noviembre.

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