Un célebre opositor sirio anuncia un tercer Gobierno de transición
Varias decenas de destacados adversarios del régimen de Siria encargan al octogenario Haitham el Maleh que ponga en pie un Ejecutivo para sustituir al presidente Bachar el Asad
Haitham al Maleh, de 81 años, una de las figuras mas emblemáticas de la oposición siria, anunció hoy en El Cairo que había sido encargado de formar un Gobierno provisional en el exilio con sede en la capital egipcia.
Al Maleh explicó que había recibido ese encargo por parte de una coalición de 70 opositores “independientes y sin afiliación política” concreta. Precisó que ya había iniciado sus contactos con exiliados y con resistentes dentro de Siria.
La iniciativa de Al Maleh es el tercer anuncio, en tan solo cuatro días, sobre la puesta en pie de un Gobierno de transición. El primer anuncio lo hizo el domingo desde Abu Dabi Abdel Basset Sida, presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), que aglutina al grueso de la oposición exiliada.
Su propuesta fue rechazada por los militares desertores que dentro de Sira llevan el peso de la lucha armada contra el régimen de Bachar el Asad. En un comunicado dejaron entrever que querían pilotar ellos la transición.
Los trámites que ha iniciado Al Maleh para constituir un Ejecutivo provisional añaden un poco más de confusión en el seno de una oposición siria que, a diferencia de la libia, ha estado generalmente desunida desde que hace casi 17 meses estalló la rebelión. La comunidad internacional ha hecho varios llamamientos instándole a cerrar filas.
Al presentar su iniciativa Al Maleh reprochó al CNS, cuya columna vertebral con los Hermanos Musulmanes (islamistas), de “haber fracasado en ayudar a la revolución siria” brindándole poca ayuda desde el exterior.
Al Maleh es probablemente el adversario del régimen de El Asad más conocido y que goza de mayor prestigio. Antiguo juez y abogado este octogenario jovial ha sido siempre un acérrimo defensor de los derechos humanos. Por eso pasó largos años en prisión, a veces —entre 1980 y 1986— sin ni siquiera ser juzgado. Colaboró desde Damasco con Aministía Internacional y es uno de los fundadores de la Asociación Siria de Derechos Humanos cuyas actividades el régimen prohibió hace cuatro años.
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