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El conflicto sirio

La guerra llega a Damasco

El régimen bombardea barrios de la capital para frenar el avance de la resistencia Los combates provocan la clausura de varias autovías Cortes de luz afectan a varias zonas de la ciudad

El País

La guerra ha llegado a Damasco. El Ejército sirio ha bombardeado y atacado, el domingo por la noche y en la madrugada del lunes, al menos media docena de barrios meridionales de la capital, empezando por los de Al Tadamon y Naher Aisha, en un aparente intento de desalojar a la resistencia armada que se había infiltrado hasta allí. Este lunes por la mañana se han registrado nuevos enfrentamientos en Kafr Susa, al oeste, y en el centro. El Comité Internacional de la Cruz Roja ha calificado este lunes el conflicto en Siria, por primera vez, como una guerra civil.

A través de las redes sociales algunos habitantes de la capital siria señalaban que nunca se habían producido hasta ahora enfrentamientos tan violentos y menos de día, empezaron por la tarde, a menos de cuatro kilómetros de la célebre mezquita de los Omeyas.

El País

“Se oyen explosiones y se ven columnas de humo”, comentó vía Skype, al anochecer del domingo, una residente del acomodado barrio de Al Mezzé. “Nunca habían tenido tanta intensidad”, añadió, desde que hace 16 meses estalló la rebelión contra el régimen de Bachar el Asad. En los distritos del sur se luchaba calle por calle al atardecer

Los enfrentamientos provocaron la clausura de varios accesos a Damasco como la autovía de Deraa y la carretera que conduce al aeropuerto que también acabó cerrando. El comercio no tardó en echar el cierre hasta en los barrios más animados como Al Haria y Mehdat Basha por miedo o, según la oposición, por solidaridad con los barrios castigados. La luz se cortó en buena parte de la capital.

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Aunque el toque de queda no fue declarado, las calles se vaciaron mucho antes de que cayera la noche. “Solo circulan vehículos del Ejército y ambulancias”, señaló la mujer de Al Mezzé que pidió que no se publicara su nombre. Una treintena de carros de combate se movía por las calles de la ciudad, rumbo a los barrios del sur. Las ambulancias trasladaban a los heridos del Ejército regular hasta los hospitales. Al caer la noche el Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que 72 personas habían resultado muertas el domingo en Siria, 11 de ellas en Damasco.

La agencia de prensa oficial SANA dio una versión diametralmente opuesta de lo sucedido en el sur de la ciudad. Indicó que “un grupo terrorista” provocó unas explosiones en el barrio de Al Tadamon, pero que fue descubierto por las fuerzas de seguridad que causaron numerosas bajas en sus filas. Poco después SANA interrumpió su servicio.

Los opositores sirios en el exilio acudieron, en cambio, entusiasmados a las televisiones árabes vía satélite para comentar la buena nueva. “La revolución gana terreno y el cerco se estrecha sobre el régimen que incluso allí donde se sentía seguro está al alcance de la ira del pueblo”, afirmó George Sabra, portavoz del Consejo Nacional Sirio, que reagrupa al grueso de la oposición en el exilio.

Vídeo de escaramuzas en Damasco en la tarde del domingo.

Hasta ahora solo se habían producido en la capital escaramuzas nocturnas. En sus suburbios sí se combatió con dureza, especialmente en el municipio de Duma, situado a 12 kilómetros del centro de la capital. A finales de junio el régimen utilizó allí, por primera vez, la aviación para aplastar al Ejército Sirio Libre, compuesto por desertores, atrincherado en uno de sus barrios.

Convocadas bajo el eslógan “¡Abajo Kofi Annan siervo de Asad y de Irán!”, las manifestaciones del viernes pasado en Damasco contra el régimen contaron con una enorme afluencia de público. Los palestinos del campamento de refugiados de Yarmuk se sumaron, por primera vez, masivamente a la protesta. El domingo también hubo desfiles y saltos de protesta durante el día y también por la noche aunque menos nutridos.

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