Una milicia somalí ofrece 10 camellos por Barack Obama
Las milicias somalíes se mofan de las recompensas ofrecidas por Estados Unidos por información sobre líderes de Al Shabab
"Quien revele la guarida del idiota de Obama será recompensado con 10 camellos, y quien revele la guarida de la vieja Hillary Clinton será recompensado con 10 gallinas y 10 gallos". Con estas palabras, Fuad Mohamed Khalaf, un oficial de Al Shabab, ha puesto esos particulares precios a las cabezas de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, y de Hillary Clinton, secretaria de Estado, según han publicado páginas web yihadistas y el Grupo de Inteligencia SITE, que recopila información sobre este tipo de grupos.
Khalaf, considerado el principal recaudador de fondos de la milicia somalí, hizo este anuncio tras las oraciones del pasado viernes, según SITE.
Representantes de Estados Unidos no se han tomado muy en serio la oferta de Al Shabab. "La cuestión es tan absurda que ni siquiera se merece una respuesta", dijo en rueda de prensa Johnnie Carson, vicesecretario de Estado para Asuntos Africanos. Carson habló ayer en Nairobi tras haber pasado unas horas en Mogadiscio, en lo que es la primera visita de un alto funcionario estadounidense a la capital somalí en las últimas dos décadas. Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Nairobi también respondió a EL PAÍS que no tenía ningún comentario que hacer sobre este tema.
La oferta de Al Shabab llega como respuesta a otra más seria por parte de Estados Unidos.
La semana pasada, el Departamento de Estado ofreció una recompensa de 5 millones de dólares por "información que conduzca al paradero" del propio Khalaf y de otros tres oficiales de Al Shabab. Estados Unidos puso un precio mayor, 7 millones de dólares, por Ahmed Abdi aw-Mohamed, uno de los fundadores y actual comandante de la milicia, además de otras dos recompensas de 3 millones de dólares otros dos oficiales del grupo.
Se trata de la primera vez que Estados Unidos ofrece este tipo de pagos, en total de 33 millones de dólares, por información sobre varios líderes de Al Shabab. Esta milicia y Al Qaeda hicieron público un vídeo el pasado febrero en el que se afirmaba explícitamente que el grupo somalí era parte de la red de Al Qaeda, algo que representantes de Al Shabab llevaban meses declarando.
Además de estas recompensas, Johnnie Carson también anunció ayer que Estados Unidos impondrá sanciones económicas y diplomáticas a cualquier individuo que dificulte el proceso político en Somalia. El Gobierno de transición somalí, que recibe gran parte de su financiación de actores internacionales como la ONU y Estados Unidos, tiene de plazo hasta agosto para redactar una nueva Constitución, elegir a un nuevo presidente y, precisamente, dejar de ser un Gobierno "de transición".
La ofensiva diplomática estadounidense llega en el momento en que Somalia parece estar más cerca de poder finalizar un conflicto que lleva desangrando al país desde 1991.
Hasta agosto del año pasado, el Gobierno apenas controlaba unas pocas calles de Mogadiscio, mientras que casi todo el centro y el sur de Somalia se encontraban en poder de Al Shabab. Entonces, tropas gubernamentales y de la Unión Africana expulsaron a la milicia de la capital y desde entonces han ido ganándole terreno.
Además, en los últimos meses los ejércitos etíope y keniano también han ido empujando a Al Shabab fuera de varios enclaves del centro y del sur del país. El próximo objetivo es la ciudad portuaria de Kismayo, último bastión de Al Shabab, del que la milicia consigue la mayoría de sus ingresos y cuya pérdida podría ser el golpe definitivo contra este grupo.
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