El candidato del Gobierno argentino a fiscal general renuncia a su postulación
Daniel Reposo, duramente criticado por su vinculación al vicepresidente Boudou y por su débil currículum vitae, retira su candidatura
Se llama Daniel Reposo, tiene 44 años y tardó ocho años en terminar la carrera de Derecho. Era el hombre designado por el Gobierno para sustituir al fiscal general, Esteban Righi, a quien el vicepresidente del Gobierno, Amado Boudou, había acusado de parcialidad en el juicio en el que se acusaba a Boudou de tráfico de influencia. Una vez que Righi dimitió, el Gobierno propuso a Daniel Reposo. Y entonces se difundió un tweet que Reposo publicó el pasado 22 de mayo en su cuenta (@danielreposo): “Ayer fuimos testigos de un modelo de militante y de generosidad con Amado Boudou anteponiendo el proyecto y el modelo por sobre sus intereses”. La oposición acusó a Reposo de estar demasiado vinculado al vicepresidente, sobre quien pesa una investigación judicial por enriquecimiento ilícito, además de tráfico de influencia.
Además, empezaron a aparecer contradicciones, inexactitudes y medias verdades en su currículo. Afirmó, por ejemplo, que había pronunciado una conferencia en Buenos Aires junto al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y la ONU lo desmintió. En el entorno de Reposo afirmaron que todo se debió a un “error de tipeo” [mecanográfico], que le hizo poner ‘disertante’ en lugar de ‘participante”. Después se fueron conociendo otros errores, medias verdades, inexactitudes en el currículo. Y la etiqueta #ElCVdeReposo (El Currículo Vitae de Reposo) se convirtió en una de las más populares en Argentina: “Según el CV de Reposo, en 1979 representó a Darth Vader en el Tribunal Internacional de La Haya”. “Último momento. Sospechan que las teorías de S. Hawking fueron plagiadas de Daniel Reposo. Ampliaremos”. “Reposo le hizo los dos goles a Inglaterra en el mundial del 86”. “Yesterday (Lennon-McCartney-Reposo)”. “Desmienten que haya sido Reposo el que paró a los tanques en la Plaza de Tiananmen”.
Pero el detonante que ha marcado su renuncia fue la comparecencia del pasado martes en el Senado. Durante diez horas, Reposo se vio obligado a defender su candidatura. Se le veía tragar saliva, balbucear, dudar, buscar como un niño el consejo de un señor calvo que se sentó justo detrás de él y bajaba la cabeza y se tapaba la boca con la mano cada vez que le apuntaba algún dato. Al día siguiente, la prensa hablaba del “papelón” que había hecho Reposo. Y sobre todo, del “papelón” que había cometido el Gobierno presentando a un candidato que, según los senadores de la oposición, a duras penas habría logrado superar una prueba para ser fiscal. A partir de su comparecencia, los comentarios en las redes sociales fueron más demoledores. “La prueba más concreta de la culpabilidad de [el vicepresidente Amado] Boudou es que necesitan a una marioneta inservible como Reposo para salvarlo”.
El próximo martes se debería haber votado en el Senado la candidatura de Reposo. Al Gobierno le bastaba una mayoría de dos tercios de los senadores presentes. Pero las cuentas ya no cuadraban. Si algunos senadores albergaban dudas sobre la idoneidad de Reposo, su comparecencia terminó de convencerles.
Antes de que se produjera la que sería la primera derrota parlamentaria del Gobierno de Fernández, el candidato se apartó de la carrera. En la tarde del miércoles, el portavoz del Gobierno, Alfredo Scoccimarro, leyó varias cartas enviadas por Reposo al presidente del bloque oficialista en el Senado, a la presidenta Fernández y al vicepresidente Boudou en los que expresaba sus motivos para renunciar a la candidatura.
Reposo atacó al grupo Clarín, al que acusó de orquestar una campaña en su contra y de anteponer los intereses de sus propietarios sobre el de los argentinos. También cargó contra el partido opositor Unión Cívica Radical, a quien acusó de haber seguido los dictados del grupo Clarín. “No nos engañemos: el mismo día en que la presidenta presentaba mi candidatura la UCR se pronunció en contra de mi candidatura sin ningún análisis”, señaló Reposo en su carta. En la misiva enviada a la presidenta, el hombre que dejaba de postularse para fiscal general le confesó a Fernández: "Me siento un hombre de su equipo".
Por su parte, el senador de la Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz, indicó ayer en el Canal TN. “Esto era la señal de que todo vale. Y no es así, en la Argentina no todo vale”.
El portavoz del Gobierno informó de que la nueva candidata postulada por el Gobierno para Procurador General será Alejandra Magdalena Gils Carbó, fiscal que intervino en el caso de la sociedad Papel Prensa, propiedad de los diarios Clarín y La Nación.
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