Reino Unido teme que las elevadas matrículas ahuyenten a los estudiantes
El número de solicitudes de inscripción en la universidad para el próximo otoño ha descendido un 9% respecto al año pasado Las tasas de matriculación se triplicarán en muchos centros universitarios
Este otoño, decenas de miles de estudiantes recién llegados a las universidades inglesas se encontrarán con una grave perspectiva económica. Las tasas de matrícula, que costaban un máximo de 3.000 libras (3.700 euros) desde 2003, se triplicarán de pronto en muchos centros de enseñanza superior.
Las universidades alegaron que tendrían que cobrar hasta 9.000 libras al año por alumno para equilibrar las cuentas. Los grupos de estudiantes advirtieron de que obligar a los jóvenes a endeudarse por valor de 27.000 libras era disuasorio para los aspirantes más pobres.
Sin embargo, los temores de que los jóvenes que acaban el bachillerato desistan de ir a la universidad no se han hecho realidad, lo que indica que muchos jóvenes siguen pensando que las oportunidades que proporciona una educación universitaria bien valen una suma de cinco cifras.
En el Reino Unido, el número de solicitudes de inscripción en la universidad para el próximo otoño ha descendido un 9% respecto al año pasado, pero la reducción entre los candidatos adolescentes fue mucho menos pronunciada.
El número de solicitantes de 18 años --el mayor grupo de aspirantes-- ha disminuido un 2,6%, es decir, justo por debajo de 7.000 personas, según cifras publicadas en abril. Lo inesperado es que dichas cifras revelan también una caída más fuerte entre los candidatos más acomodados que entre los que proceden de entornos desfavorecidos.
No todas las universidades están cobrando las tarifas máximas, pero tampoco parece que los estudiantes se abalancen hacia las universidades «más baratas». Cuando se comparan las cifras de solicitudes con el importe de las matrículas, las instituciones que cobran cantidades más elevadas no han sufrido un descenso exagerado de peticiones.
Las últimas cifras de solicitudes muestran una caída en aspirantes del resto de la UE, de unos 45.000 el año pasado a unos 39.000 este septiembre. Pero las universidades británicas siguen siendo populares en el resto del mundo; han aumentado enormemente las solicitudes de Hong-Kong, Malasia y otros países del este de Asia.
A diferencia de lo que ocurre con los estudiantes británicos y de la UE, las tarifas para los alumnos de otras partes del mundo no tienen un tope máximo.
Las cifras que proporciona UCAS, el organismo oficial encargado de procesar las solicitudes de entrada en las universidades, muestran también un notable descenso de las peticiones para estudiar determinadas materias, como artes creativas, arquitectura y medios de comunicación.
Pese a todo, ni siquiera cobrando el máximo de 9.000 libras está garantizado que las universidades puedan equilibrar las cuentas.
El modelo de educación individualizada que se ofrece en las universidades más competitivas es caro. Cambridge calcula que el coste medio anual de una carrera es de más de 17.000 libras (210.000 euros) por alumno. Para cubrir la diferencia, la universidad recurre a los ingresos de su fondo y a donaciones. El Russell Group, formado por universidades muy selectas, entre ellas Oxford y Cambridge, dice que habrían preferido una total desaparición de los topes.
En conjunto, las universidades en Gran Bretaña siguen constituyendo un mercado al alza. La demanda de los aspirantes es muy superior a la oferta de centros financiados por el Gobierno. En septiembre de 2011 se aceptó a 492.000 candidatos a hacer estudios universitarios. Este año, hasta ahora, ha habido ya más de 586.000 aspirantes.
Los cambios pueden poner en peligro la existencia de algunas otras universidades inglesas. Circula un análisis que identifica un grupo intermedio y «emparedado» de 34 universidades en Inglaterra que con toda probabilidad sufrirán un gran descenso del número de alumnos el próximo otoño, porque ni atraen a los mejores candidatos ni ofrecen las tarifas más baratas.
Se prevé que las universidades --entre ellas Bedfordshire, la Universidad de Central Lancashire, Leeds Met y Sheffield Hallam-- van a perder más del 10% de alumnos de licenciatura este año.
Puede que algunas puedan capear el temporal cobrando matrículas más caras a menos alumnos. Pero, por primera vez, existe el peligro a largo plazo de que algunas universidades inglesas tengan grandes problemas para sobrevivir.
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