Strauss-Kahn: "No creí que llegarían tan lejos"
El ex director del FMI atribuye su arresto a una persecución política en su primera entrevista tras el escándalo concedida a The Guardian
Para el socialista Dominique Strauss-Kahn su arresto en un hotel de Nueva York el pasado 14 de mayo, acusado de abusos sexuales, tuvo un móvil puramente político. Así lo ha explicado en la primera entrevista concedida tras el escándalo, que hoy publica el diario británico The Guardian , a Edward Jay Epstein para su libro Tres días de mayo y que sale a la venta el próximo 30 de abril. Epstein indaga en lo sucedido durante los días en que Strauss-Khan estuvo en el hotel Sofitel de Manhattan, donde trabajaba la camarera que le acusó de abusos sexuales, y pone el acento en las "sombras" que, a su juicio, existen en torno al caso y que convertirían al exdirigente en víctima de un complot político.
"Quizá he sido demasiado inocente políticamente pero, simplemente, no creí que llegarían tan lejos", explica Strauss-Kahn. El socialista estaba a punto de presentar su candidatura a las primarias del Partido Socialista en el momento de su detención. "Planeaba hacer el anuncio formal el 15 de junio y no tenía dudas de que sería el candidato", cuenta Strauss-Kahn. En aquel momento, las encuestas lo situaban veinte puntos por encima del presidente Nicolas Sarkozy en intención de voto en caso de ser el candidato, por lo que parecía claro que se convertiría en el próximo dirigente en ocupar el Elíseo.
Sarkozy: "Dé sus explicaciones ante los tribunales"
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha rechazado este sábado las acusaciones de Strauss-Khan. "¡Ya basta! Le digo al señor Strauss Khan: Dé sus explicaciones ante los tribunales y ahorre a los franceses sus comentarios", ha proclamado en un acto en Clermont-Ferrand, en el que ha ironizado con que el exjefe del FMI es el "avalista moral" de su adversario, el socialista François Hollande.
Así, Strauss-Kahn considera que su detención está lejos de ser "una simple coincidencia" y asegura que habría sido puesto bajo vigilancia de los servicios de inteligencia francesa algunas semanas antes de su detención. El ex dirigente del FMI acusa a los agentes, ligados a Nicolas Sarkozy, de haber interceptado llamadas telefónicas. Además, para Strauss-Kahn, Nafissatou Diallo, la camarera del hotel Sofitel, habría depositado su denuncia con el único fin de provocar un escándalo internacional.
Strauss-Kahn se encuentra actualmente imputado por "proxenetismo agravado en banda organizada” dentro del caso del hotel Carlton de Lille, un asunto del que se ha negado a hablar alegando que está sub iudice.
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