La vida loca del hijo de Bo Xilai
El hijo de Bo Xilai no menciona la investigación abierta en Hong Kong sobre su familia
A pesar de seguir en paradero desconocido, el hijo del defenestrado político chino Bo Xilai sigue dando noticias. Hace unos días porque escribió en la revista de su universidad The Harvard Crimson –sin decir dónde se encuentra refugiado-. Hoy porque el diario The Wall Street Journal rebate en su edición de papel la afirmación de Bo de que es “otro estudiante cualquiera”.
"Recientemente, ha habido un aumento de atención de la prensa hacia mi vida privada. Como resultado de las especulaciones, me siento responsable hacia el público de aclarar los hechos", escribe Bo en la revista de la Universidad de Harvard, de la que es estudiante de último año, en su primera declaración tras semanas de especulación sobre su paradero.
El hijo de Bo asegura en la carta que jamás ha conducido un Ferrari, en referencia a las noticias que dicen que el año pasado llegó una noche a la residencia del embajador de EEUU en China, entonces Jon Huntsman –pretendiente luego a la nominación republicana a la Casa Blanca- para recoger a una hija de este conduciendo un Ferrari rojo.
Según el ‘Journal’, Bo acumula hasta tres multas de tráfico registradas por el Departamento de Tráfico de Massachusetts. La policía dio el alto en dos ocasiones a Bo, una en diciembre de 2010 y otra en mayo de 2011, ambas por saltarse señales de stop. En febrero de 2011, el nieto de un ilustre miembro de la Revolución Comunista de Mao era parado por los agentes por conducir a velocidad excesiva. Investigaciones hechas por el rotativo neoyorquino prueban que la matrícula relacionada con esas multas pertenece a un Porsche Panamera negro valorado en unos 80.000 dólares.
Bo ha visto como su vida daba un giro inesperado después de que su padre, Bo Xilai, fuera suspendido como secretario del PCCh en Chongqing y como miembro del Politburó chino a principios de marzo, por "serias irregularidades". La madre de Bo está detenida como sospechosa del homicidio del empresario británico Neil Heywood, cercano a la familia, cuyo cadáver fue hallado en 2011 en un hotel de Chongqing. Heywood fue una persona muy cercana a Bo hijo, quien ayudó al joven a acceder a la escuela británica privada Harrow.
En la carta que escribe Bo se manifiesta "profundamente consternado" por todos esos acontecimientos, aunque no entra a comentar la investigación abierta a su familia.
"Nunca he prestado mi nombre o he participado en negocios con ánimo de lucro en China o en el extranjero", señala el hijo de Bo, en referencia a la investigación abierta en Hong Kong sobre las sospechas de grandes activos de la familia Bo en la región autónoma.
Bo niega haber vivido una vida llena de lujos extravagantes y es entonces cuando asegura que su vida en Harvard es como la de “cualquier otro estudiante”. El joven al que los medios han bautizado como ‘principito’ abandonó su apartamento en Cambridge hace dos semanas escoltado por guardas de seguridad privados.
Según informa The Wall Street Journal, el Gobierno de Obama puede enfrentar un problema político cuando la visa del joven caduque y éste desee quedarse para evitar volver a China.
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