El Supremo italiano dice que Berlusconi pagó a la Mafia a cambio de protección
Según los jueces del Tribunal Supremo, el senador Marcello Dell’Ultri negoció con la Mafia siciliana la inmunidad, previo pago, del ex primer ministro
Para Silvio Berlusconi, la vida tiene un precio. Literalmente. Día con día, los italianos van confirmando --¿quién no lo sabía ya?— que el anterior primer ministro es un hombre pegado a una chequera. A golpe de titular o de sentencia, se va demostrando que el empresario más rico de Italia –9.000 millones de dólares según la revista Forbes— logró lealtades políticas, bellas compañías e incluso reconciliaciones matrimoniales gracias a su inagotable fortuna. También que la Cosa Nostra respetara su vida. Según los jueces del Tribunal Supremo, el senador Marcello Dell’Ultri negoció con la Mafia siciliana la inmunidad, previo pago, de Berlusconi y su familia.
La historia es antigua. De los años setenta. Ha salido a la luz porque, hace unas semanas, los jueces de la sección V del Tribunal Supremo, en una decisión muy polémica, anularon la condena a siete años de cárcel por asociación mafiosa que pesaba sobre Dell’Ultri, íntimo de Berlusconi desde la noche de los tiempos. Lo curioso del caso es que, en la justificación del fallo, los jueces detallan nombres y cantidades del convenio suscrito entre Il Cavaliere y la Cosa Nostra con la mediación del senador. Aseguran que el mafioso Vittorio Mangano, ya fallecido, fue contratado bajo el disfraz de “mozo de cuadras” para que, en realidad, se ocupara de la protección de Berlusconi y familia. También consideran probado que el magnate pagó “en calidad de víctima” a la Mafia “sumas considerables de dinero”. La sentencia deja claro que “independientemente de las reconstrucciones hechas por los [mafiosos] arrepentidos”, queda claro el acuerdo “de naturaleza protectora y colaboradora” entre Berlusconi y la Cosa Nostra.
Pese a todo, y como suele ser habitual, la argumentación del Tribunal Supremo no conllevará consecuencias penales para Berlusconi, que sigue salvándose, juicio a juicio, del acoso de los jueces. Como ya tenían claro los italianos, no hay charco turbio en el que no haya chapoteado el líder del Pueblo de la Libertad (PDL). Eso sí, todo el mundo le reconoce su habilidad para escabullirse sin dar con sus huesos en la cárcel. No son pocos los que se malician que esto también tiene que ver con su condición de multimillonario dispuesto a pagar lo que haga falta por lo que considere vital. Sea el poder, las muchachas, la vida o… la libertad.
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