“Sarkozy ha perdido el centro sin ganar mucho a su derecha”
La socióloga francesa analiza los resultados obtenidos por Marine Le Pen y su influencia en la segunda vuelta
Nonna Mayer, directora de investigación del Centro de Estudios Europeos de Ciencias Políticas, está especializada en sociología electoral y en el voto de extrema derecha. Al día siguiente de los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, analiza el resultado histórico del Frente Nacional (FN) y de las perspectivas para la segunda vuelta, que se celebra el 6 de mayo.
Pregunta. ¿Le sorprende la subida de Marine Le Pen?
Respuesta. Jean-Marie Le Pen ya dio la sorpresa en 2002. Marine Le Pen simplemente se mantiene en una dinámica electoral que sobrepasa la de su padre. Si miramos los inicios del mandato de este Gobierno, las primeras elecciones fueron las europeas en 2009, y el FN estaba en el 6%. Todo el mundo lo dio por hecho. Luego fueron las regionales y subió al 11%. Y en las cantonales, al 15%. Y ahora Marine Le Pen está en el 18%. Es el seguimiento de una dinámica que ella acentúa.
P. ¿En qué la acentúa?
"Marine Le Pen tiene un discurso de izquierda en cuestiones sociales"
R. Tiene mejor imagen que su padre y la gente la ve menos racista. Por otra parte, la situación económica es catastrófica, por lo que hay mucho resentimiento contra Nicolas Sarkozy. Se ha aprovechado del rechazo al hombre y a su balance y se apoya como siempre en el rechazo a los inmigrantes. Su electorado se distingue porque coloca a la inmigración en cabeza de sus preocupaciones.
P. Pero la inmigración también ha sido un tema reiterativo de Sarkozy…
"Los electores esperan una respuesta a sus problemas: el paro, el poder adquisitivo y la pobreza"
R. Ha intentado atraerse a los electores del FN. Ha intentado colocar el islam, la identidad nacional y el burka en el centro del debate político. El resultado cuando se entra en ese juego es que se pierde al electorado centrista y se legitiman las tesis del FN. Le ha hecho un gran favor a Marine Le Pen.
P. ¿Considera a Sarkozy responsable de la subida del FN?
R. En parte. Aunque hay mucha gente responsable. Ella ha sabido jugar muy bien con la situación. Es vista como una candidata valiente que quiere cambiar las cosas. Su forma de criticar a la élite, de decir “yo os represento, a los pequeños, a los olvidados”, funciona. La idea de que la élite está vendida a Europa y no protege a la gente como lo hace ella, también funciona. También tiene un discurso muy social. Más que su padre: quiere un Estado fuerte, el regreso de los servicios públicos, de la jubilación a los 60 años. Tiene un discurso de izquierda en cuestiones sociales.
P. ¿Cómo explica que Sarkozy haya perdido a ese electorado?
R. Ya no estamos en 2007. Entonces Sarkozy no solo vendía el tema de la inmigración. Vendía también el eslogan de trabajar más para ganar más. Luego llegó la crisis, por lo que no ha cumplido con su promesa. La gente ya no confía en él. Ya no estamos en el mismo contexto. Sarkozy ha perdido el centro sin ganar mucho a su derecha.
P. Justamente, el centro también se ha derrumbado. ¿Cómo lo interpreta?
R. Ha habido una polarización y un reflejo del voto útil por los dos candidatos que tienen oportunidad de ganar. Esto ha barrido tanto a Jean-Luc Mélenchon, del Frente de Izquierda, como al centrista François Bayrou, al igual que a los pequeños candidatos.
P. ¿Qué espera de la campaña para la segunda vuelta?
R. Estamos en plena crisis, no podrá centrarse en la inmigración o la identidad nacional, los candidatos tienen que posicionarse con propuestas creíbles. Sarkozy jugará la baza de que es el único que tiene estatura de presidente y puede parar la crisis actual. Hollande dirá que no se puede seguir así y que hay que volver hacia más justicia social. Esta vez será la izquierda contra la derecha. Los electores esperan una respuesta a sus problemas: el paro, el poder adquisitivo y la pobreza.
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